domingo, 25 de noviembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 25 de noviembre 26º después de Pentecostés
LECTURAS
Daniel 6: 1-3
LOS QUE DUERMEN SE DESPERTARÁN PARA LA VIDA ETERNA [1] En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran jefe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia, como nunca lo hubo desde que existieron las naciones hasta el día de hoy. Entonces serán salvados todos aquellos que estén inscritos en el libro. [2] Muchos de los que duermen en la región del polvo se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el horror y la vergüenza eterna. [3] Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad
Hebreos 10:11-14 (15-18) 19-25
[11] Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados. [12] Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio y se sentó a la derecha de Dios, [13] esperando solamente que Dios ponga a sus enemigos debajo de sus pies. [14] Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica. [15] Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: [16] Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente. [17] No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados. [18] Pues bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hay sacrificios por el pecado. SIGAMOS FIRMES EN LA FE [19] Así, pues, hermanos, no podemos dudar de que entraremos en el Santuario, en virtud de la sangre de Jesús; [20] él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. [21] Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios, [22] acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia, y con el cuerpo lavado con agua pura. [23] Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. [24] Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. [25] No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día.
Marcos 13:1-8
JESÚS HABLA DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Y DEL FIN DEL MUNDO (MT 24,1; LC 21,5; 19,41; 17,23) [1] Cuando Jesús salió del Templo, uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, mira qué inmensas piedras y qué construcciones.» [2] Jesús le respondió: «¿Ves esas grandiosas construcciones? Pues no quedará de ellas piedra sobre piedra. Todo será destruido.» [3] Poco después Jesús se sentó en el monte de los Olivos, frente al Templo, y entonces Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado: [4] «Dinos cuándo sucederá eso y qué señales habrá antes de que ocurran todas esas cosas.» [5] Y Jesús empezó a decirles: «Estén sobre aviso y no se dejen engañar. [6] Porque muchos reivindicarán lo que es mío, y dirán: «Yo soy el que están esperando», y engañarán a muchos. [7] Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerra, no se alarmen, porque eso tiene que pasar, pero todavía no será el fin. [8] Habrá conflictos: nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos y hambre en diversos lugares. Estos serán los primeros dolores del parto
domingo, 18 de noviembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 18 de noviembre 25º después de Pentecostés
LECTURAS
1 Reyes 17:8-16
[8] Entonces habló Yavé a Elías: [9] «Levántate, anda a Sarepta, pueblo que pertenece a los sidonios, y permanece allí, porque he ordenado a una viuda que te dé comida.» [10] Se levantó, pues, y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber.» [11] Cuando ella iba a traérselo, la llamó desde atrás: «Tráeme también un pedazo de pan.» [12] Ella le respondió: «Por Yavé, tu Dios, no tengo ni una torta; no me queda nada de pan, sólo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en un cántaro. Estaba recogiendo un par de palos para el fuego y ahora vuelvo a casa a preparar esto para mí y mi hijo. Cuando lo hayamos comido, no nos quedará más que esperar la muerte.» [13] Elías le dijo: «No temas, vete a tu casa a hacer lo que dijiste. Pero primero hazme un panecito a mí y tráemelo, y después te lo haces para ti y tu hijo. [14] Porque así dice Yavé, Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra.» [15] Ella se fue e hizo lo que Elías le había dicho, y tuvieron comida, ella, Elías y el hijo. [16] La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo que había prometido Yavé por medio de Elías
Hebreos 9:24-28
[24] Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro. [25] El no tuvo que sacrificarse repetidas veces, a diferencia del sumo sacerdote que vuelve todos los años con una sangre que no es la suya; [26] de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio. [27] Los hombres mueren una sola vez y después viene para ellos el juicio; [28] de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.
Marcos 12:38-44
[38] En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros de la Ley, [39] a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; [40] incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!» LA OFRENDA DE LA VIUDA (LC 21,1) [41] Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. [42] Pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. [43] Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. [44] Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.»
domingo, 4 de noviembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 4 de noviembre 23º después de Pentecostés
LECTURAS
Deuteronomio 6:1-9
[1] Estos son los preceptos, las normas y los mandamientos que Yavé, Dios de ustedes, me mandó, para que yo se los enseñe y ustedes los cumplan en la tierra que va a ser de ustedes. [2] Temerás a Yavé, tu Dios, y guardarás todos los días de tu vida sus mandamientos y sus normas que te enseño hoy. Que los guarden tus hijos y los hijos de tus hijos, para que vivan largos años. [3] Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres. [4] Escucha, Israel: Yavé, nuestro Dios, es Yavé-único. [5] Y tú amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. [6] Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, [7] repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. [8] Grábalos en tu mano como una señal y póntelos en la frente como tu distintivo; [9] escríbelos en los postes de tu puerta y a la entrada de tus ciudades.
Hebreos 9:11-14
[11] Cristo vino como el sumo sacerdote que nos consigue los nuevos dones de Dios, y entró en un santuario más noble y más perfecto, no hecho por hombres, es decir, que no es algo creado. [12] Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva. [13] La sangre de chivos y de toros y la ceniza de ternera, con la que se rocía a los que tienen alguna culpa, les dan tal vez una santidad y pureza externa, [14] pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo.
Marcos 12:28-34
[28] Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión, y se quedaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» [29] Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es un único Señor. [30] Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. [31] Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.» [32] El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, [33] y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.» [34] Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas. ¿DE QUIÉN ES HIJO EL CRISTO?
domingo, 21 de octubre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 21 de octubre 21º después de Pentecostés
LECTURAS
Hebreos 5: 1-10
[1] Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado. [2] Es capaz de comprender a los ignorantes y a los extraviados, pues también lleva el peso de su propia debilidad; [3] por esta razón debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados al igual que por los del pueblo. [4] Pero nadie se apropia esta dignidad, sino que debe ser llamado por Dios, como lo fue Aarón. [5] Y tampoco Cristo se atribuyó la dignidad de sumo sacerdote, sino que se la otorgó aquel que dice: Tú eres mi Hijo; te he dado vida hoy mismo. [6] Y en otro lugar se dijo: Tú eres sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec. [7] En los días de su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión. [8] Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer. [9] Y ahora, llegado a su perfección, es fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen, [10] conforme a la misión que recibió de Dios: sacerdote a semejanza de Melquisedec. USTEDES DEBERÍAN SER MAESTROS
Isaías 45:1-7
[1] Así habla Yavé a Ciro, su ungido: «Yo te he llevado de la mano para doblegar a las naciones y desarmar a los reyes. Hice que las puertas se abrieran ante ti y no volvieran a cerrarse. [2] Yo iré delante de ti y aplanaré las pendientes, destrozaré las puertas de bronce y romperé las trancas de hierro. [3] Te daré los tesoros secretos y las riquezas escondidas, para que sepas que Yo soy Yavé, el Dios de Israel que te llamó por tu nombre. [4] Por amor a mi servidor Jacob, a Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre y te he lanzado sin que tú me conocieras. [5] Yo soy Yavé, y no hay otro igual, fuera de mí no hay ningún otro Dios. Sin que me conocieras estuve contigo, [6] para que todos sepan, del oriente al poniente, que nada existe fuera de mí. [7] Yo soy Yavé, y no hay otro más; yo enciendo la luz y creo las tinieblas, yo hago la felicidad y provoco la desgracia, yo, Yavé, soy el que hace todo esto.
Marcos 10:35-45
[35] Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.» [36] El les dijo: «¿Qué quieren de mí?» [37] Respondieron: «Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.» [38] Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» [39] Ellos contestaron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «Pues bien, la copa que yo bebo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que yo estoy recibiendo; [40] pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.» [41] Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. [42] Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. [43] Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, [44] y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. [45] Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.» EL CIEGO DE JERICÓ (MT 20,29; LC 18,35)
domingo, 14 de octubre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 14 de octubre 20º después de Pentecostés
LECTURAS
Amos 5: 6-7, 10-15
[6] Busquen a Yavé y vivirán, no sea que él mande fuego sobre la casa de José y la consuma, sin que haya nadie para apagarlo. El formó la Pléyade y Orión, él cambia las tinieblas en aurora y el día claro en noche oscura. [7] ¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia! [10] Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal y aborrecen a todo el que dice la verdad. [11] Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino. [12] Pues yo sé que son muchos sus crímenes y enormes sus pecados, opresores de la gente buena, que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales. [13] Por esto el hombre prudente tiene que callarse, pues estamos pasando días infelices. EL DÍA DE YAVÉ SERÁ TINIEBLAS [14] Busquen el bien y no el mal si quieren vivir, para que así Yavé esté con ustedes, como de continuo repiten. [15] Aborrezcan el mal y amen el bien, impongan la justicia en sus tribunales, y quizá Yavé Sabaot se apiade del resto de José.
Hebreos 4: 12-16
[12] En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos. [13] No hay criatura a la que su luz no pueda penetrar; todo queda desnudo y al descubierto a los ojos de aquél al que rendiremos cuentas.Cristo es nuestro sumo sacerdote [14] Tenemos, pues, un Sumo Sacerdote excepcional, que ha entrado en el mismo cielo, Jesús, el Hijo de Dios. Esto es suficiente para que nos mantengamos firmes en la fe que profesamos. [15] Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado. [16] Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.
Marcos 10: 17-31
[17] Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?» [18] Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. [19] Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» [20] El hombre le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.» [21] Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.» [22] Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste. MÁS FÁCILMENTE PASARÁ UN CAMELLO. [23] Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» [24] Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! [25] Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios.» [26] Ellos se asombraron todavía más y comentaban: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» [27] Jesús los miró fijamente y les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible.» LA RECOMPENSA PARA LOS QUE SIGUEN A JESÚS (MT 19,27; LC 18,28) [28] Entonces Pedro le dijo: «Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.» [29] Y Jesús contestó: «En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. [30] Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. [31] Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros.» POR TERCERA VEZ JESÚS ANUNCIA SU PASIÓN (MT 20,17; LC 18,31)
domingo, 16 de septiembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 16 de septiembre 16º después de Pentecostés
LECTURAS
1º Timoteo 1:12-17
[12] Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza que tuvo al hacer de mí su encargado. [13] Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, [14] y la gracia de nuestro Señor vino sobre mí muy abundante junto con la fe y el amor cristiano. [15] Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero. [16] Por esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos los que han de creer en él y llegar a la vida eterna. [17] Al Rey de los siglos, al Dios único que vive más allá del tiempo y de lo que se ve, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Isaías 50:4-9ª
[4] El Señor Yavé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en mi boca las palabras para fortalecer al que está aburrido. A la mañana él despierta mi mente y lo escucho como lo hacen los discípulos. [5] El Señor Yavé me ha abierto los oídos y yo no me resistí ni me eché atrás. [6] He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a quienes me tiraban la barba, y no oculté mi rostro ante las injurias y los escupos. [7] El Señor Yavé está de mi parte, y por eso no me molestan las ofensas; por eso puse mi cara dura como piedra. y yo sé que no quedaré frustrado, [8] Aquí viene mi juez, ¿quieren meterme pleito? Presentémonos juntos, y si hay algún demandante, ¡que se acerque! [9] Si el Señor Yavé está de mi parte, ¿quién podrá condenarme?
Marcos 8:27-38
[27] Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» [28] Ellos contestaron: «Algunos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías o alguno de los profetas.» [29] Entonces Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» [30] Pero Jesús les dijo con firmeza que no conversaran sobre él. [31] Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. [32] Jesús hablaba de esto con mucha seguridad. Pedro, pues, lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. [33] Pero Jesús, dándose la vuelta, vio muy cerca a sus discípulos. Entonces reprendió a Pedro y le dijo: «¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tus ambiciones no son las de Dios, sino de los hombres.» EL QUE QUIERA SEGUIRME, TOME SU CRUZ (MT 16,24; LC 9,23) [34] Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. [35] Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí y) por el Evangelio, la salvará. [36] ¿De qué le sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a sí mismo? [37] ¿Qué podría dar para rescatarse a sí mismo? [38] Yo les aseguro: Si alguno se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.»
domingo, 9 de septiembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 9 de septiembre 15º después de Pentecostés
LECTURAS
Isaías 35: 4-7ª
4] Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mismo viene a salvarlos a ustedes.» [5] Entonces los ojos de los ciegos se despegarán, y los oídos de los sordos se abrirán, [6] los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos gritará de alegría. Porque en el desierto brotarán chorros de agua, que correrán como ríos por la superficie. [7] La tierra ardiente se convertirá en una laguna, y el suelo sediento se llenará de vertientes. Las cuevas donde dormían los lobos se taparán con cañas y juncos...
Marcos 7: 24-37
[24] Jesús decidió irse hacia las tierras de Tiro. Entró en una casa, y su intención era que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido. [25] Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies. [26] Esta mujer era de habla griego y de raza sirofenicia, y pidió a Jesús que echara al demonio de su hija. [27] Jesús le dijo: «Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.» [28] Pero ella le respondió: «Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos.» [29] Entonces Jesús le dijo: «Puedes irte; por lo que has dicho el demonio ya ha salido de tu hija.» [30] Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio se había ido. CURACIÓN DE UN SORDOMUDO [31] Saliendo de las tierras de Tiro, Jesús pasó por Sidón y, dando la vuelta al lago de Galilea, llegó al territorio de la Decápolis. [32] Allí le presentaron un sordo que hablaba con dificultad, y le pidieron que le impusiera la mano. [33] Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. [34] En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Effetá», que quiere decir: «Abrete. » [35] Al instante se le abrieron los oídos, le desapareció el defecto de la lengua y comenzó a hablar correctamente. [36] Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más insistía, tanto más ellos lo publicaban. [37] Estaban fuera de sí y decían muy asombrados: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
Santiago 2: 1-10, (11-13) 14-17
TRATAR IGUAL A POBRES Y A RICOS [1] Hermanos, si realmente creen en Jesús, nuestro Señor, el Cristo glorioso, no hagan diferencias entre personas. [2] Supongamos que entra en su asamblea un hombre muy bien vestido y con un anillo de oro y entra también un pobre con ropas sucias, [3] y ustedes se deshacen en atenciones con el hombre bien vestido. Le dicen: «Tome este asiento, que es muy bueno», mientras que al pobre le dicen: «Quédate de pie», o bien: «Siéntate en el suelo a mis pies». [4] Díganme, ¿no sería hacer diferencias y hacerlas con criterios pésimos? [5] Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman? [6] Ustedes, en cambio, los desprecian. Sin embargo, son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales. [7] ¿Y no son ellos los que blasfeman el glorioso nombre de Cristo que ha sido pronunciado sobre ustedes? [8] Obran bien cuando cumplen la Ley del Reino, tal como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo. [9] Pero si hacen diferencias entre las personas, cometen pecado, y la misma Ley los denuncia como culpables. [10] Porque si alguien cumple toda la Ley, pero falla en un solo punto, es como si faltara en todo. [11] Pues el que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Si, pues, no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la Ley. [12] Hablen, por tanto, y obren como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. [13] Habrá juicio sin misericordia para quien no ha sido misericordioso, mientras que la misericordia no tiene miedo al juicio. LA FE SE DEMUESTRA CON LAS OBRAS [14] Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? [15] Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, [16] y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les sirve eso? [17] Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, muere solita.
domingo, 2 de septiembre de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 2 de septiembre 14º después de Pentecostés
LECTURAS
Deuteronomio 4:1-2, 6-9
OBSERVEN LA LEY [1] Y ahora, Israel, escucha las normas y los mandamientos que yo te enseño, para que los pongas en práctica. Así vivirás, y entrarás al país que te da Yavé, Dios de tus padres, y tomarás posesión de él. [2] No añadirás nada a lo que yo te mando, y no le quitarás nada, sino que guardarás los mandamientos de Yavé, tu Dios, tal como yo se lo ordeno. [6] Si las guardan y las practican, pasarán por sabios e inteligentes a los ojos de los pueblos que tengan conocimiento de todas estas leyes; y dirán: ¡Qué pueblo tan grande! Sólo él tiene sabiduría e inteligencia . [7] En verdad, ¿qué nación hay tan grande, cuyos dioses se acerquen a ella como lo hace para nosotros, siempre que lo invocamos, Yavé, nuestro Dios? [8] ¿Y qué nación hay tan grande que tenga normas y mandamientos tan justos como esta ley que yo te entrego hoy? [9] Pero ¡fíjate bien! Ten mucho cuidado de no olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto. Guárdalas en tu interior todos los días de tu vida, y repíteselas a tus hijos y a tus nietos.
Marcos 7: 1-8, 14-15, 21-23
LA VERDADERA PUREZA (MT 15,10; LC 6,39) [1] Los fariseos se juntaron en torno a Jesús, y con ellos había algunos maestros de la Ley llegados de Jerusalén. [2] Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes. [3] Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos. [4] Tampoco comen nada al volver del mercado sin antes cumplir con estas purificaciones. Y son muchas las tradiciones que deben observar, como la purificación de vasos, jarras y bandejas. [5] Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?» [6] Jesús les contestó: «¡Qué bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. [7] El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. [8] Ustedes descuidan el mandamiento de Dios por aferrarse a tradiciones de hombres.» [14] Jesús volvió a llamar a la gente y empezó a decirles: «Escúchenme todos y traten de entender. [15] Ninguna cosa que de fuera entra en la persona puede hacerla impura; lo que hace impura a una persona es lo que sale de ella. [21] Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos, [22] infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral. [23] Todas estas maldades salen de dentro y hacen impura a la persona.» JESÚS SANA A LA HIJA DE UNA EXTRANJERA (MT 15,21)
Santiago 1: 17-27
[17] son las cosas buenas y los dones perfectos los que proceden de lo alto y descienden del Padre que es luz; allí no retornan las noches ni pasan las sombras. [18] Muy libremente nos dio vida y nos hizo hijos suyos mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos la flor de su creación. [19] Hermanos muy queridos, sean prontos para escuchar, pero lentos para hablar y enojarse, [20] pues la ira del hombre no realiza la justicia de Dios. [21] Por eso, rechacen la impureza y los excesos del mal y reciban con sencillez la palabra sembrada en ustedes, que tiene poder para salvarlos. [22] Pongan por obra lo que dice la Palabra y no se conformen con oírla, pues se engañarían a sí mismos. [23] El que escucha la palabra y no la práctica es como aquel hombre que se miraba en el espejo, [24] pero apenas se miraba, se iba y se olvidaba de cómo era. [25] Todo lo contrario el que fija su atención en la Ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla. [26] Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña a sí mismo y su religión no vale. [27] La religión verdadera y perfecta ante Dios, nuestro Padre, consiste en esto: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus necesidades y no contaminarse con la corrupción de este mundo.
domingo, 26 de agosto de 2012
Sermón y Lecturas del Domingo 26 de agosto 13º después de Pentecostés
LECTURAS
Efesios 6: 10-20
HÁGANSE FUERTES [10] Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. [11] Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. [12] Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. [13] Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas. [14] Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; [15] tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. [16] Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. [17] Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. [18] Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos. [19] Rueguen también por mí, para que, al hablar, se me den palabras y no me falte el coraje para dar a conocer el misterio del Evangelio [20] cuando tenga que presentar mi defensa, pues yo soy embajador encadenado de este Evangelio.
Josué 24:1-2ª; 14-18
SE RENUEVA LA ALIANZA EN SIQUEM [1] Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel, y reunió a los ancianos, jefes, jueces y secretarios. Juntos se presentaron delante de Dios. [2] Dirigiéndose al pueblo, Josué le dijo: [14] Tengan, pues, temor a Yavé, y sean cumplidores y fieles en servirlo. Dejen a un lado esos dioses que sus padres adoraron en Mesopotamia y en Egipto, y sirvan sólo a Yavé. [15] Que si no quieren servir a Yavé, digan hoy mismo a quiénes servirán, si a los dioses que sus padres sirvieron en Mesopotamia, o a los dioses de los amorreos que ocupaban el país en que ahora viven ustedes. Por mi parte, yo y los míos serviremos a Yavé.» [16] El pueblo respondió: «¡No quiera Dios que abandonemos a Yavé para servir a otros dioses! [17] Pues él nos hizo subir a nosotros y a nuestros padres de Egipto, de la Casa de esclavitud, e hizo estos grandes milagros que hemos visto; él nos protegió durante todo el camino y en todos los países por donde pasamos; [18] desalojó ante nosotros a todas la naciones y, en especial, a los amorreos que vivían en este país. Por eso, nosotros también serviremos a Yavé: él es nuestro Dios.»
Juan 6: 56-69
[56] El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. [57] Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. [58] Este es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre. ¿QUIEREN MARCHARSE TAMBIÉN USTEDES? [59] Así habló Jesús en Cafarnaúm enseñando en la sinagoga. [60] Al escucharlo, cierto número de discípulos de Jesús dijeron: «¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?» [61] Jesús se dio cuenta de que sus discípulos criticaban su discurso y les dijo: «¿Les desconcierta lo que he dicho? [62] ¿Qué será, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir al lugar donde estaba antes? [63] El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu, y son vida. [64] Pero hay entre ustedes algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. [65] Y agregó: «Como he dicho antes, nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.» [66] A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle. [67] Jesús preguntó a los Doce: «¿Quieren marcharse también ustedes?» [68] Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna. [69] Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»
domingo, 12 de agosto de 2012
Sermón y Lecturas del Undécimo Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
1 Reyes 19:4-8
Anduvo por el desierto una jornada de camino, hasta llegar y sentarse bajo una retama. Imploró la muerte y dijo: "¡Ya es demasiado, Yahvé! ¡Toma mi vida, pues no soy mejor que mis padres!"
Se recostó y quedó dormido bajo una retama, pero un ángel le tocó y le dijo: "Levántate y come."
Miró y a su cabecera había una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió y se volvió a recostar.
El ángel de Yahvé volvió segunda vez, lo tocó y le dijo: "Levántate y come, pues el camino ante ti es muy largo."
Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.
Efesios 4:25-5:2
[25] Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo. [26] Enójense, pero sin pecar; que el enojo no les dure hasta la puesta del sol, [27] pues de otra manera se daría lugar al demonio. [28] El que robaba, que ya no robe, sino que se fatigue trabajando con sus manos en algo útil y así tendrá algo que compartir con los necesitados. [29] No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes. [30] No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación. [31] Arranquen de raíz de entre ustedes disgustos, arrebatos, enojos, gritos, ofensas y toda clase de maldad. [32] Más bien sean buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó en Cristo.
5[2] Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios
Juan 6: 35,41-51
35] Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. [36] Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto. [37] Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí, [38] porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. [39] Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. [40] Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.» [41] Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.» [42] Y decían: «Conocemos a su padre y a su madre, ¿no es cierto? El no es sino Jesús, el hijo de José. ¿Cómo puede decir que ha bajado del cielo?» [43] Jesús les contestó: «No murmuren entre ustedes. [44] Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día. [45] Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza. [46] Pues, por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre. [47] En verdad les digo: El que cree tiene vida eterna. EL CUERPO DE CRISTO, PAN DE VIDA [48] Yo soy el pan de vida. [49] Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron: [50] aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran. [51] Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.»
domingo, 5 de agosto de 2012
Sermón y Lecturas del Décimo Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
Efesios 4:1-16
PROGRESEMOS HACIA EL HOMBRE PERFECTO [1] Yo, «el prisionero de Cristo», les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. [2] Sean humildes, amables, comprensivos, y sopórtense unos a otros con amor. [3] Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu. [4] Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. [5] Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, [6] un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, que actúa por todos y está en todos. [7] Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. [8] Pues se dijo: Subió a las alturas, llevó cautivos, y dio sus dones a los hombres. [9] Subió. Se refiere al que antes había bajado con los muertos al mundo inferior. [10] El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo. [11] Y ¿dónde están sus dones? Unos son apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros. [12] Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista a la construcción del cuerpo de Cristo; [13] hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo. [14] Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o viento de doctrina o cualquier invento de personas astutas, expertas en el arte de engañar. [15] Estaremos en la verdad y el amor, e iremos creciendo cada vez más para alcanzar a aquel que es la cabeza, Cristo. [16] El hace que el cuerpo crezca, con una red de articulaciones que le dan armonía y firmeza, tomando en cuenta y valorizando las capacidades de cada uno. Y así el cuerpo se va construyendo en el amor. REVÍSTANSE DEL HOMBRE NUEVO
Éxodo 16:2-4, 9-15
[2] Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. [3] Les decían: «¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre.» [4] Pero Yavé dijo a Moisés: «Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Y yo voy a probar si se ajusta o no a mi enseñanza...
[9] Moisés dijo a Aarón: «Di a todos los hijos de Israel: Vengan, preséntense a Yavé, porque ha oído las quejas de ustedes.» [10] Y mientras Aarón hablaba al pueblo, miraron hacia el desierto: la Gloria de Yavé se apareció en medio de la nube. [11] Yavé habló a Moisés diciendo: [12] «He oído las quejas de mi pueblo. Diles: por la tarde comerán carne y por la mañana se saciarán de pan; así sabrán que yo soy Yavé, el Dios de ustedes.» [13] Aquella misma tarde llegaron codornices, que cubrieron el campamento. Y, por la mañana, en torno al campamento, había una capa de rocío. [14] Al evaporarse el rocío, apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha. [15] Cuando los israelitas vieron esto, se dijeron unos a otros: «Manha», o sea: «¿Qué es esto?» Pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: «Este es el pan que Yavé les da para comer.
Juan 6: 24-35
24] Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió a las lanchas y se dirigieron a Cafarnaún en busca de Jesús. [25] Al encontrarlo al otro lado del lago, le preguntaron: «Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?» [26] Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. [27] Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.» EL PAN DE VIDA: CREER EN EL HIJO DE DIOS [28] Entonces le preguntaron: «¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» [29] Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado.» [30] Le dijeron: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? [31] Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo.» [32] Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. [33] El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.» [34] Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» [35] Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.
domingo, 15 de julio de 2012
Sermón y Lecturas del Séptimo Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
Amós 7: 7-15
[7] Por tercera vez, el Señor me mostró otro espectáculo: Un hombre estaba de pie al lado de un muro con un nivel de plomo en la mano. [8] Y como Yavé me preguntara qué veía yo, le respondí que un nivel de plomo. Entonces el Señor prosiguió: «Voy a ver si está desplomado o no Israel, pues ya no lo apuntalaré más; [9] los altos lugares sagrados de Isaac serán demolidos; los santuarios de Israel, destruidos, y yo me lanzaré, espada en mano, contra la familia de Jeroboam.» CONFLICTO CON EL SACERDOTE AMASÍAS [10] Entonces Amasías, sacerdote de Betel, le mandó este recado a Jeroboam, rey de Israel: «Amós está conspirando contra ti en pleno centro de Israel. No hay que permitirle que siga hablando, [11] pues dice que a ti te matarán a espada y que Israel será llevado al destierro, lejos de su patria.» [12] Luego Amasías fue a decirle a Amós: «Sal de aquí, visionario; vete a Judá, gánate allá la vida dándotelas de profeta, [13] pero no profetices más aquí en Betel, que es un santuario real, un templo nacional.» [14] Amós le replicó: «Yo no soy profeta ni uno de los hermanos profetas; soy cuidador de rebaños y trato los sicómoros. [15] Yavé es quien me sacó de detrás de las ovejas y me dijo: «Ve y habla de parte mía a Israel, mi pueblo».
Efesios 1: 3-14
.[3] ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales![4] En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor [5] nos destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. Así lo quiso y le pareció bien[6] sacar alabanzas de esta gracia tan grande que nos hacía en el Bien Amado.[7] En él y por su sangre fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su generosidad inmensa[8] -[9] que se derramó sobre nosotros. Ahora nos ha dado a conocer, mediante dones de sabiduría e inteligencia, este proyecto misterioso suyo, fruto de su absoluta complacencia en Cristo.[10] Pues Dios quiso reunir en él, cuando llegara la plenitud de los tiempos, tanto a los seres celestiales como a los terrenales. [11] En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad, decidió que fuéramos pueblo suyo,[12] y lleváramos la espera del Mesías, con el fin de que sea alabada su Gloria. [13] También ustedes, al escuchar la Palabra de la Verdad, el Evangelio que los salva, creyeron en él, quedando sellados con el Espíritu Santo prometido,[14] que es el anticipo de nuestra herencia. Por él va liberando al pueblo que hizo suyo, para que al fin sea alabada su Gloria. COLOCÓ TODO BAJO LOS PIES DE CRISTO
Marcos 6: 14-29
[14] El rey Herodes oyó hablar de Jesús, ya que su nombre se había hecho famoso. Algunos decían: «Este es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él poderes milagrosos.» [15] Otros decían: «Es Elías», y otros: «Es un profeta como los antiguos profetas». [16] Herodes, por su parte, pensaba: «Debe de ser Juan, al que le hice cortar la cabeza, que ha resucitado.» [17] En efecto, Herodes había mandado tomar preso a Juan y lo había encadenado en la cárcel por el asunto de Herodías, mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado. [18] Pues Juan le decía: «No te está permitido tener a la mujer de tu hermano.» [19] Herodías lo odiaba y quería matarlo, pero no podía, [20] pues Herodes veía que Juan era un hombre justo y santo, y le tenía respeto. Por eso lo protegía, y lo escuchaba con gusto, aunque quedaba muy perplejo al oírlo. [21] Herodías tuvo su oportunidad cuando Herodes, el día de su cumpleaños, dio un banquete a sus nobles, a sus oficiales y a los personajes principales de Galilea. [22] En esa ocasión entró la hija de Herodías, bailó y gustó mucho a Herodes y a sus invitados. Entonces el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.» [23] Y le prometió con juramento: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» [24] Salió ella a consultar a su madre: «¿Qué pido?» La madre le respondió: «La cabeza de Juan el Bautista.» [25] Inmediatamente corrió a donde estaba el rey y le dijo: «Quiero que ahora mismo me des la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.» [26] El rey se sintió muy molesto, pero no quiso negárselo, porque se había comprometido con juramento delante de los invitados. [27] Ordenó, pues, a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Este fue a la cárcel y le cortó la cabeza. [28] Luego, trayéndola en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ésta se la pasó a su madre. [29] Cuando la noticia llegó a los discípulos de Juan, vinieron a recoger el cuerpo y lo enterraron. JESÚS, PASTOR Y PROFETA
domingo, 8 de julio de 2012
Sermón y Lecturas del Sexto Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
2° Corintios 12:2-10
[2] Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. [3] Y sé que ese hombre, -sea con cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe- [4] fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras no habladas y que nadie sabría expresar. [5] Podría sentir orgullo pensando en ese, pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré de mis debilidades. [6] Si quisiera gloriarme, no sería locura, pues diría la verdad. Pero me abstendré, para que nadie se forme de mí una idea superior a lo que ve u oye decir de mí. [7] Y precisamente para que no me pusiera orgulloso después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de Satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. [8] Tres veces rogué al Señor que lo alejara de mí, [9] pero me dijo: «Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad». Mejor, pues, me preciaré de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo. [10] Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.
Ezequiel 2: 1-5
EZEQUIEL RECIBE SU MISIÓN [1] Me dijo: "Hijo de hombre, ponte de pie, te voy a hablar". [2] En el mismo momento en que me habla, entra en mí un espíritu y me hace ponerme de pie; .[3] entonces oigo que me dice: "Hijo de hombre, te envío donde los Israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres me han sido infieles hasta el día de hoy. [4] Te envío donde esa raza de cabezas duras y de corazones obstinados para que les digas: ¡Esta es la palabra de Yavé...! [5] Te escucharán o no te escucharán - porque son una raza de rebeldes - pero sabrán que hay un profeta en medio de ellos.
Marcos 6: 1-13
¿NO ES ÉSTE EL CARPINTERO? (MT 13,53; LC 4,16) [1] Al irse Jesús de allí, volvió a su tierra, y sus discípulos se fueron con él. [2] Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga y mucha gente lo escuchaba con estupor. Se preguntaban: «¿De dónde le viene todo esto? ¿Y qué pensar de la sabiduría que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos? [3] Pero no es más que el carpintero, el hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón. ¿Y sus hermanas no están aquí entre nosotros?» Se escandalizaban y no lo reconocían. [4] Jesús les dijo: «Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre su parentela y en su propia familia.» [5] Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan sólo sanó a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos. [6] Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer. JESÚS ENVÍA A LOS DOCE (MT 10,1; LC 9,1; 10,1) Jesús recorría todos los pueblos de los alrededores enseñando. [7] Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malos. [8] Les ordenó que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni morral, ni dinero; [9] que llevaran calzado corriente y un solo manto. [10] Y les decía: «Quédense en la primera casa en que les den alojamiento, hasta que se vayan de ese sitio. [11] Y si en algún lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de allí sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darán testimonio contra ellos.» [12] Fueron, pues, a predicar, invitando a la conversión. [13] Expulsaban a muchos espíritus malos y sanaban a numerosos enfermos, ungiéndoles con aceite. LA MUERTE DE JUAN BAUTISTA (MT 14,1; LC 9,7; 3,19)
domingo, 1 de julio de 2012
Sermón y Lecturas del Quinto Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
2 Corintios 8: 7-15
[7] Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad. [8] No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad. [9] Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos. [10] Les hago notar esto: les conviene que se muevan, pues hace ya un año que empezaron, e incluso el proyecto procedió de ustedes. [11] Concluyan, pues, esa obra; lo que se ha decidido con entusiasmo debe ser llevado a cabo según las propias posibilidades. [12] Si hay entusiasmo, cada uno es bien recibido con lo que tenga, y a nadie se le pide lo que no tiene. [13] No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad. [14] Ustedes darán de su abundancia lo que a ellos les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les falte. Así reinará la igualdad. [15] Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba.
Lamentaciones 3:22-33
[22] El amor de Yavé no se ha acabado, ni se han agotado sus misericordias; [23] se renuevan cada mañana. Sí, tu fidelidad es grande. [24] Dice mi alma: «Yavé es mi parte, por eso en él esperaré.» [25] Bueno es Yavé para los que esperan en él, para el alma que lo busca. [26] Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavé. [27] Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. [28] Que se siente solitario y silencioso cuando Dios se lo impone; [29] que ponga su boca en el polvo; quizá tenga esperanza, [30] que tienda la mejilla al que lo hiere, que se llene de humillaciones. [31] Porque el Señor no desecha al hombre para siempre. [32] Si llega a afligir, luego se compadece, según su inmenso amor; [33] él no se alegra en humillar y afligir a los hombres.
Marcos 5: 21-43
[21] Jesús, entonces, atravesó el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se juntó en la playa en torno a él. [22] En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies [23] suplicándole: «Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo.» [24] Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía. [25] Se encontraba allí una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años. [26] Había sufrido mucho en manos de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor. [27] Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. [28] La mujer pensaba: «Si logro tocar, aunque sólo sea su ropa, sanaré.» [29] Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana. [30] Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío, preguntó: «¿Quién me ha tocado la ropa?» [31] Sus discípulos le contestaron: «Ya ves cómo te oprime toda esta gente: ¿y preguntas quién te tocó?» [32] Pero él seguía mirando a su alrededor para ver quién le había tocado. [33] Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él y le contó toda la verdad. [34] Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.» [35] Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro?» [36] Jesús se hizo el desentendido y dijo al oficial: «No tengas miedo, solamente ten fe.» [37] Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. [38] Cuando llegaron a la casa del oficial, Jesús vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban. [39] Jesús entró y les dijo: «¿Por qué este alboroto y tanto llanto? La niña no está muerta, sino dormida.» [40] Y se burlaban de él. Pero Jesús los hizo salir a todos, tomó consigo al padre, a la madre y a los que venían con él, y entró donde estaba la niña. [41] Tomándola de la mano, dijo a la niña: «Talitá kumi», que quiere decir: «Niña, te lo digo, ¡levántate!» [42] La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). ¡Qué estupor más grande! Quedaron fuera de sí. [43] Pero Jesús les pidió insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la niña.
domingo, 24 de junio de 2012
Sermón y Lecturas del Cuarto Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
2° Corintios 6:1-13
[1] Somos, pues, los ayudantes de Dios, y ahora les suplicamos que no hagan inútil la gracia de Dios que han recibido. [2] Dice la Escritura: En el momento fijado te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Este es el momento favorable, éste es el día de la salvación. LAS PRUEBAS DE UN APÓSTOL [3] Nos preocupamos en toda circunstancia de no dar a otro ningún pretexto para criticar nuestra misión; [4] al contrario, de mil maneras demostramos ser auténticos ministros de Dios que lo soportan todo: las persecuciones, las privaciones, las angustias, [5] los azotes, las detenciones, las oposiciones violentas, las fatigas, las noches sin dormir y los días sin comer. [6] Se ve en nosotros pureza de vida, conocimiento, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero, [7] con las palabras de verdad y con la fuerza de Dios, con las armas de la justicia, tanto para atacar como para defendernos. [8] Unas veces nos honran y otras nos insultan; recibimos tanto críticas como alabanzas; pasamos por mentirosos, aunque decimos la verdad; [9] por desconocidos, aunque nos conocen. Nos dan por muertos, pero vivimos; se suceden los castigos, pero no somos ajusticiados; [10] nos tocan mil penas, y permanecemos alegres. Somos pobres, y enriquecemos a muchos, no tenemos nada, y lo poseemos todo. [11] Corintios, les hablo con franqueza; les abro mi corazón. [12] En mí no falta lugar para acogerlos, pero en ustedes todo es estrecho. [13] Páguennos con la misma moneda. Les hablo como a hijos; sean más abiertos. NINGÚN COMPROMISO CON EL MAL
Job 38: 1-11
YAVÉ RESPONDE A JOB [1] Yavé respondió a Job en medio de la tempestad, y le dijo: [2] «¿Quién es ese que oscurece mis designios y habla de lo que no sabe? [3] Amárrate los pantalones como hombre; voy a preguntarte, y tú me enseñarás. [4] ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? ¡Habla, si es que sabes tanto! [5] ¿Sabes tú quién fijó sus dimensiones, o quién la midió con una cuerda? [6] ¿Sobre qué están puestas sus bases o quién puso su piedra angular, [7] mientras cantaban a coro las estrellas del alba y aclamaban todos los hijos de Dios? [8] ¿Quién encerró con doble puerta el mar cuando salía borbotando del seno materno, [9] cuando le puse una nube por vestido y espesos nublados por pañales; [10] cuando le fijé sus límites y le puse puertas y cerrojos [11] diciendo: «Hasta aquí no más llegarás, aquí se romperá el orgullo de tus olas»?
Marcos 4:35-41
[35] Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos a la otra orilla del lago.» [36] Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. También lo acompañaban otras barcas. [37] De pronto se levantó un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua. [38] Mientras tanto Jesús dormía en la popa sobre un cojín. Lo despertaron diciendo: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?» [39] El entonces se despertó. Se encaró con el viento y dijo al mar: «Cállate, cálmate.» El viento se apaciguó y siguió una gran calma. [40] Después les dijo: «¿Por qué son tan miedosos? ¿Todavía no tienen fe?» [41] Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?»
domingo, 17 de junio de 2012
Sermón y Lecturas del Tercer Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
2 Corintios 5: 6-10 (11-13) 14-17
[6] Así, pues, nos sentimos seguros en cualquier circunstancia. Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor; [7] es el tiempo de la fe, no de la visión. [8] Por eso nos viene incluso el deseo de salir de este cuerpo para ir a vivir con el Señor. [9] Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. [10] Pues todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada uno lo que ha merecido en la vida presente por sus obras buenas o malas. SOMOS MENSAJEROS DE LA RECONCILIACIÓN [11] Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se dan cuenta de que no disimulamos nada. [12] No queremos recomendarnos de nuevo ante ustedes, sino que deseamos darles motivo para que se sientan orgullosos de nosotros y para que sepan responder a los que están tan orgullosos de cosas superficiales pero no de lo interior. [13] Si se nos pasó la mano, es por Dios; si hemos hablado con sensatez, es por ustedes. [14] El amor de Cristo nos urge, y afirmamos que si él murió por todos, entonces todos han muerto. [15] El murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para él, que por ellos murió y resucitó. [16] Así que nosotros no miramos ya a nadie con criterios humanos; aun en el caso de que hayamos conocido a Cristo personalmente, ahora debemos mirarlo de otra manera. [17] Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado.
Ezequiel 17: 22-24
[22] Esto dice Yavé: Yo mismo sacaré del cedro una patilla y la plantaré en una montaña alta y segura. [23] La plantaré en una alta montaña de Israel, se desarrollará, dará frutos y se convertirá en un cedro magnífico; bajo él descansarán aves de todas las especies, se cobijarán a la sombra de sus ramas. [24] Todos los árboles del campo sabrán entonces que yo soy Yavé: yo rebajo al árbol que se eleva y levanto al árbol humillado; seco al árbol verde y hago florecer al árbol seco; yo Yavé lo dije y lo haré.
Marcos 4: 26-34
[26] Jesús dijo además: «Escuchen esta comparación del Reino de Dios. Un hombre esparce la semilla en la tierra, [27] y ya duerma o esté despierto, sea de noche o de día, la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo. [28] La tierra da fruto por sí misma: primero la hierba, luego la espiga, y por último la espiga se llena de granos. [29] Y cuando el grano está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.» EL GRANO DE MOSTAZA (MT 13,31; LC 13,18) [30] Jesús les dijo también: «¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué comparación lo podríamos expresar? [31] Es semejante a una semilla de mostaza; al sembrarla, es la más pequeña de todas las semillas que se echan en la tierra, [32] pero una vez sembrada, crece y se hace más grande que todas las plantas del huerto y sus ramas se hacen tan grandes, que los pájaros del cielo buscan refugio bajo su sombra.» [33] Jesús usaba muchas parábolas como éstas para anunciar la Palabra, adaptándose a la capacidad de la gente. [34] No les decía nada sin usar parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. JESÚS CALMA LA TEMPESTAD (MT 8,18; LC 8,22)
martes, 12 de junio de 2012
domingo, 10 de junio de 2012
Sermón y Lecturas de Segundo Domingo después de Pentecostés 2012
LECTURAS
2 Corintios 4: 13-5:1
[13] Tenemos el mismo don espiritual de fe que tenía el que escribió: Creí y por eso hablé. También nosotros creemos, y por eso hablamos. [14] Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos pondrá cerca de él con ustedes. [15] Y todo esto es para bien de ustedes; los favores de Dios se van multiplicando, y también se irá ampliando cada día más la acción de gracias que tantas personas rinden a Dios para gloria suya. ESPERAMOS NUESTRA CASA DEL CIELO [16] Por eso no nos desanimamos; al contrario, aunque nuestro exterior está decayendo, el hombre interior se va renovando de día en día en nosotros. [17] No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando. [18] Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre.
5: [1] Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos.
Génesis 3: 8-15
[8] Oyeron después la voz de Yavé Dios que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron entre los árboles del jardín para que Yavé Dios no los viera. [9] Yavé Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?» [10] Este contestó: «He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí.» Yavé Dios replicó: [11] «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?» [12] El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio del árbol y comí.» [13] Yavé dijo a la mujer: «¿Qué has hecho?» La mujer respondió: «La serpiente me engañó y he comido.» LA SENTENCIA DE DIOS [14] Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás tierra por todos los días de tu vida. [15] Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.»
Marcos 3: 20-35
[20] Vuelto a casa, se juntó otra vez tanta gente que ni siquiera podían comer. [21] Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevárselo, pues decían: «Se ha vuelto loco.» [22] Mientras tanto, unos maestros de la Ley que habían venido de Jerusalén decían: «Está poseído por Belzebú, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios.» [23] Jesús les pidió que se acercaran y empezó a enseñarles por medio de ejemplos: [24] «¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación está con luchas internas, esa nación no podrá mantenerse en pie. [25] Y si una familia está con divisiones internas, esa familia no podrá subsistir. [26] De igual modo, si Satanás lucha contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, y pronto llegará su fin. [27] La verdad es que nadie puede entrar en la casa del Fuerte y arrebatarle sus cosas si no lo amarra primero; entonces podrá saquear su casa. [28] En verdad les digo: Se les perdonará todo a los hombres, ya sean pecados o blasfemias contra Dios, por muchos que sean. [29] En cambio el que calumnie al Espíritu Santo, no tendrá jamás perdón, pues se queda con un pecado que nunca lo dejará.» [30] Y justamente ése era su pecado cuando decían: Está poseído por un espíritu malo. LA VERDADERA FAMILIA DE JESÚS (MT 12,46; LC 8,19) [31] Entonces llegaron su madre y sus hermanos, se quedaron afuera y lo mandaron a llamar. [32] Como era mucha la gente sentada en torno a Jesús, le transmitieron este recado: «Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y preguntan por ti.» [33] Él les contestó: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?» [34] Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. [35] Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.»
domingo, 3 de junio de 2012
Sermón y Lecturas de Trinidad 2012
LECTURAS
Isaías 6:1-8
CÓMO FUE LLAMADO ISAÍAS [1] El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y alto, y el ruedo de su manto llenaba el Templo. [2] Por encima de él había serafines. Cada uno de ellos tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos los pies y con las otras volaban. [3] Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: «Santo, Santo, Santo es Yavé de los ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.» [4] Los postes de piedra de la entrada temblaban a la voz del que gritaba y la Casa se llenaba de humo. Yo exclamé: [5] «¡Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros y vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yavé de los Ejércitos!» [6] Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas, [7] tocó con él mi boca y dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada y tu pecado, borrado.» [8] Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?» Y respondí: «Aquí me tienes, mándame a mí.»
Juan 3: 1-17
JESÚS Y NICODEMO: HAY QUE NACER DE NUEVO [1] Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: [2] «Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él.» [3] Jesús le contestó: «En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba.» [4] Nicodemo le dijo: «¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre?» [5] Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. [6] Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. [7] No te extrañes de que te haya dicho: Necesitan nacer de nuevo desde arriba. [8] El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.» [9] Nicodemo volvió a preguntarle: «¿Cómo puede ser eso?» [10] Respondió Jesús: «Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas? [11] En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. [12] Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo? [13] Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre. [14] Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, [15] y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna. [16] ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. [17] Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él
Romanos 8: 12-17
[12] Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada. [13] Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán. [14] Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios. [15] Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá! [16] El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. [17] Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria. TAMBIÉN EL UNIVERSO ESPERA SU REDENCIÓN
domingo, 27 de mayo de 2012
Sermón y Lecturas de Pentecostés 2012
LECTURAS
Ezequiel 37:1-14
HUESOS SECOS, ESCUCHEN LA PALABRA DE YAVÉ [1] La mano de Yavé se posó sobre mí. Yavé me hizo salir por medio de su espíritu. Me depositó en medio de un valle, que estaba lleno de huesos humanos. [2] Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos. [3] Entonces me dijo: "¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?" Respondí: "Yavé, tú lo sabes". [4] Me dijo: "Profetiza con respecto a estos huesos, les dirás: ¡Huesos secos, escuchen la palabra de Yavé! [5] Esto dice Yavé a estos huesos: Haré que entre en ustedes un espíritu, y vivirán. [6] Pondré en ustedes nervios, haré que brote en ustedes la carne, extenderé en ustedes la piel, colocaré en ustedes un espíritu y vivirán: y sabrán que yo soy Yavé". [7] Hice según lo que se me había ordenado y, mientras profetizaba, se produjo una gran agitación: los huesos se acercaron unos a otros. [8] Miré: vi cómo se cubrían de nervios, brotaba la carne y se extendía sobre ellos la piel. Pero no había en ellos espíritu. [9] Entonces me dijo: "¡Profetiza, hijo de hombre, llama al Espíritu! Dirás al Espíritu: Esto dice Yavé:¡ Espíritu, ven desde los cuatro vientos, sopla sobre estos muertos para que vivan! [10] Profeticé según la orden que había recibido y el Espíritu entró en ellos; recuperaron la vida se levantaron sobre sus pies: era una multitud grande, inmensa. [11] Yavé me dijo entonces: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ahora dicen: "Nuestros huesos se han secado, nuestras esperanzas han muerto, hemos sido rechazados". [12] Por eso profetiza. Les dirás esta palabra de Yavé: "Voy a abrir las tumbas de ustedes, oh pueblo mío, haré que se levanten de sus tumbas y los traeré de vuelta a la tierra de Israel. [13] Entonces, cuando haya abierto sus tumbas y los haya hecho levantarse, sabrán que yo soy Yavé. [14] Pondré en ustedes mi Espíritu y vivirán; los estableceré en su tierra y sabrán que yo, Yavé, lo dije y lo hice. -palabra de Yavé.
Hechos 2:1-21
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO [1] Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. [2] De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, [3] y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. [4] Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran. [5] Estaban de paso en Jerusalén judíos piadosos, llegados de todas las naciones que hay bajo el cielo. [6] Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados [7] y se decían, llenos de estupor y admiración: «Pero éstos ¿no son todos galileos? ¡Y miren cómo hablan! [8] Cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa. [9] Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, del Ponto y Asia, [10] de Frigia, Panfilia, Egipto y de la parte de Libia que limita con Cirene. Hay forasteros que vienen de Roma, unos judíos y otros extranjeros, que aceptaron sus creencias, [11] cretenses y árabes. Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.» [12] Todos estaban asombrados y perplejos, y se preguntaban unos a otros qué querría significar todo aquello.» [13] Pero algunos se reían y decían: «¡Están borrachos!» JESÚS ES PROCLAMADO POR PRIMERA VEZ [14] Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de pie, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: «Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo algo que enseñarles. [15] No se les ocurra pensar que estamos borrachos, pues son apenas las nueve de la mañana, [16] sino que se está cumpliendo lo que anunció el profeta Joel: [17] Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán,
los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. [18] En aquellos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas y ellos profetizarán. [19] Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. [20] El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes de que llegue el Día grande del Señor. [21] Y todo el que invoque el Nombre del Señor se salvará
Juan 15: 26-27; 16: 4b-15
[26] Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí. [27] Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio. 16:4b-No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes. [5] Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. [6] Se han llenado de tristeza al oír lo que les dije, [7] pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviarselo. [8] Cuando venga él, rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio. [9] ¿Qué pecado? Que no creyeron en mí. [10] ¿Qué camino de justicia? Mi partida hacia el Padre mientras ustedes ya no me vean. [11] ¿Qué juicio? El del gobernador de este mundo: ya ha sido condenado. [12] Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora. [13] Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir. [14] El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él. [15] Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes.» LA PROMESA DE UNA NUEVA PRESENCIA
domingo, 13 de mayo de 2012
Sermón y Lecturas del Sexto Domingo de Pascua 2012
LECTURAS
1 Juan 5: 1-6
DE DIOS VIENE LA FE [1] Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Si amamos al que da la vida, amamos también a quienes han nacido de él; [2] y por eso, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandatos, con toda certeza sabemos que amamos a los hijos de Dios. [3] Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son pesados. [4] Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo, y la victoria en que el mundo ha sido vencido es nuestra fe. [5] ¿Quién ha vencido al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? [6] El es el que viene por el agua y la sangre: Jesucristo; y no sólo por el agua, sino por el agua y la sangre; y el espíritu también da su testimonio, el Espíritu que es la verdad.
Hechos 10:44-48
[44] Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo bajó sobre todos los que escuchaban la Palabra. [45] Y los creyentes de origen judío, que habían venido con Pedro, quedaron atónitos: «¡Cómo! ¡Dios regala y derrama el Espíritu Santo también sobre los que no son judíos!» [46] Y así era, pues les oían hablar en lenguas y alabar a Dios. [47] Entonces Pedro dijo: «¿Podemos acaso negarles el agua y no bautizar a quienes han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» [48] Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Luego le pidieron que se quedara algunos días con ellos.
Juan 15:9-17
[9] Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor. [10] Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. [11] Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa. [12] Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. [13] No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, [14] y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. [15] Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. [16] Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre. [17] Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando. EL MUNDO ODIA A JESÚS Y A LOS SUYOS
domingo, 6 de mayo de 2012
Sermón y Lecturas del Quinto Domingo de Pascua 2012
LECTURAS
Hechos 8: 26-40
[26] Un ángel del Señor se presentó a Felipe y le dijo: «Dirígete hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza; no pasa nadie en esos momentos.» [27] Felipe se levantó y se puso en camino. Y justamente pasó un etíope, un eunuco de Candaces, reina de Etiopía, un alto funcionario al que la reina encargaba la administración de su tesoro. Había ido a Jerusalén a rendir culto a Dios, [28] y ahora regresaba, sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías. [29] El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate a ese carro y quédate pegado a su lado.» [30] Y mientras Felipe corría, le oía leer al profeta Isaías. Le preguntó: «¿Entiendes lo que estás leyendo?» [31] El etíope contestó: «¿Cómo lo voy a entender si no tengo quien me lo explique?» En seguida invitó a Felipe a que subiera y se sentara a su lado. [32] El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: Fue llevado como oveja al matadero, como cordero mudo ante el que lo trasquila, no abrió su boca. [33] Fue humillado y privado de sus derechos. ¿Quién podrá hablar de su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra. [34] El etíope preguntó a Felipe: «Dime, por favor, ¿a quién se refiere el profeta? ¿A sí mismo u a otro?» [35] Felipe empezó entonces a hablar y a anunciarle a Jesús, partiendo de este texto de la Escritura. [36] Siguiendo el camino llegaron a un lugar donde había agua. El etíope dijo: «Aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?» ([37] Felipe respondió: «Puedes ser bautizado si crees con todo tu corazón.» El etíope replicó: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.») [38] Entonces hizo parar su carro. Bajaron ambos al agua y Felipe bautizó al eunuco [39] Apenas salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el etíope no volvió a verlo. Prosiguió, pues, su camino con el corazón lleno de gozo. [40] En cuanto a Felipe, se encontró en Azoto y salió a evangelizar uno tras otro todos los pueblos hasta llegar a Cesarea.
1 Juan 4:7-21
[7] Queridos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. [8] El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. [9] Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él. [10] En esto está el amor; no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. [11] Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. [12] A Dios no lo ha visto nadie jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros. [13] Y ¿cómo sabemos que permanecemos en Dios y él en nosotros? Porque nos ha comunicado su Espíritu. [14] Pero también hemos visto nosotros, y declaramos, que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. [15] Quien reconozca que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. [16] Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es amor: el que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él. [17] Cuando el amor alcanza en nosotros su perfección, miramos con confianza al día del juicio, porque ya somos en este mundo como es El. [18] En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor donde hay castigo. Quien teme, no conoce el amor perfecto. [19] Amemos, pues, ya que él nos amó primero. [20] Si uno dice «Yo amo a Dios» y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. [21] Pues este es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Juan 15:1-8
YO SOY LA VID: PRODUZCAN FRUTOS EN MÍ [1] «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. [2] Toda rama que no da fruto en mí, la corta. Y toda rama que da fruto, la limpia para que dé más fruto. [3] Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, [4] pero permanezcan en mí como yo en ustedes. Una rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí. [5] Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí, no pueden hacer nada. [6] El que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman. [7] Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. [8] Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos.
domingo, 15 de abril de 2012
Sermón y Lecturas del Segundo Domingo de Pascua 2012
LECTURAS
1 Juan 1:1-2:2
[1] Aquí tienen lo que era desde el principio, lo que hemos oído, y lo hemos visto con nuestros ojos, y palpado con nuestras manos, -me refiero a la Palabra que es vida. [2] Porque la vida se dio a conocer, hemos visto la Vida eterna y hablamos de ella, y se la anunciamos, -aquella que estaba con el Padre y que se nos dio a conocer. [3] Lo que hemos visto y oído se lo anunciamos también a ustedes para que estén en comunión con nosotros, pues nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. [4] Y les escribimos esto para que sea mayor nuestra alegría. CAMINAR EN LA LUZ [5] Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay tinieblas. [6] Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad. [7] En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado. [8] Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. [9] Pero si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. [10] Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en nosotros.
2. CUMPLIR EL MANDAMIENTO DEL AMOR [1] Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo. [2] El es la víctima por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.
Hechos 4: 32-35
[32] La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. [33] Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional. [34] Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los vendían, traían el dinero [35] y lo depositaban a los pies de los apóstoles, que lo repartían según las necesidades de cada uno.
Juan 20:19-31
[19] Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!» [20] Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. [21] Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» [22] Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: [23] a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» [24] Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. [25] Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.» [26] Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.» [27] Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.» [28] Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.» [29] Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!» CONCLUSIÓN DEL EVANGELIO [30] Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. [31] Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.
domingo, 8 de abril de 2012
Sermón y Lecturas de Pascua 2012
LECTURAS
Hebreos 10: 23-39
[23] Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. [24] Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. [25] No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día. [26] Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, no puede haber ya sacrificio por el pecado; [27] solamente queda la perspectiva tremenda del juicio y del fuego que devorará a los rebeldes. [28] No hay misericordia para el que desprecia la Ley de Moisés: es condenado a muerte por el testimonio de dos o tres personas. [29] ¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? [30] Conocemos al que dijo: A mí me corresponde la venganza, daré a cada cual su merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. [31] Es espantoso caer en las manos del Dios vivo. [32] Recuerden aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que tuvieron que soportar un duro y doloroso combate. [33] Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera. [34] Sufrieron con los que iban a la cárcel, les quitaron sus bienes, y lo aceptaron gozosos, sabiendo que les esperaba una riqueza mejor y más duradera. [35] Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande. [36] Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que consigan su promesa. [37] Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará. [38] Mi justo, si cree, vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor. [39] Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas.
Isaías 25: 6-9
6] Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos. [7] En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones. [8] Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé. [9] Entonces dirán: «Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;
Marcos 16: 1-8
HA RESUCITADO, NO ESTÁ AQUÍ (MT 28; LC 24; JN 20)
[1] Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo. [2] Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: [3] «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?» [4] Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande. [5] Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. [6] Pero él les dijo: «No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. [7] Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán tal como él les dijo.» [8] Las mujeres salieron corriendo del sepulcro. Estaban asustadas y asombradas, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían.
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