miércoles, 31 de agosto de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 28 de Agosto de 2011



LECTURAS

Jeremías 15:15-21

[15] Yavé, acuérdate de mí y defiéndeme y véngame de mis perseguidores. No detengas más tu ira. Piensa que por tu causa soporto tantas humillaciones. [16] Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu Nombre sobre mí, ¡oh Yavé Sabaot! [17] Yo no me sentaba con otros para bromear, sino que, apenas tu mano me tomaba, yo me sentaba aparte, pues me habías llenado de tu propio enojo. [18] ¿Por qué mi dolor no tiene fin y no hay remedio para mi herida? ¿Por qué tú, mi manantial, me dejas de repente sin agua? [19] Entonces Yavé me dijo: «Si vuelves a mí, yo te haré volver a mi servicio. Separa el oro de la escoria si quieres ser mi propia boca. Tendrán que volver a ti, pero tú no volverás a ellos. [20] Haré que tú seas como una fortaleza y una pared de bronce frente a ellos; y si te declaran la guerra, no te vencerán, pues yo estoy contigo para librarte y salvarte. [21] Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.»

Mateo 16: 21-28

[21] A partir de ese día, Jesucristo comenzó a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y que las autoridades judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo iban a hacer sufrir mucho. Que incluso debía ser muerto y que resucitaría al tercer día. [22] Pedro lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: «¡Dios no lo permita, Señor! Nunca te sucederán tales cosas.» [23] Pero Jesús se volvió y le dijo: «¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres.» [24] Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. [25] Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará. [26] ¿De qué le serviría a uno ganar el mundo entero si se destruye a sí mismo? ¿Qué dará para rescatarse a sí mismo? [27] Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta. [28] En verdad les digo: algunos que están aquí presentes no pasarán por la muerte sin antes haber visto al Hijo del Hombre viniendo como Rey.»

Romanos 12:9-21

[9] Que el amor sea sincero. Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno. [10] Que entre ustedes el amor fraterno sea verdadero cariño, y adelántense al otro en el respeto mutuo. [11] Sean diligentes, y no flojos. Sean fervorosos en el Espíritu y sirvan al señor. [12] Tengan esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar. [13] Compartan con los hermanos necesitados, y sepan acoger a los que estén de paso. [14] Bendigan a quienes los persigan: bendigan y no maldigan. [15] Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran. [16] Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios. [17] No devuelvan a nadie mal por mal, y que todos puedan apreciar sus buenas disposiciones. [18] Hagan todo lo posible para vivir en paz con todos. [19] Hermanos, no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, como dice la Escritura: Mía es la venganza, yo daré lo que se merece, dice el Señor. [20] Y añade: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: éstas serán otras tantas brasas sobre su cabeza. [21] No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien.

domingo, 14 de agosto de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 14 de Agosto de 2011



LECTURAS

Isaías 56:1, 6-8

1 Así dice Yahvé: Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse. 6 En cuanto a los extranjeros adheridos a Yahvé para su ministerio, para amar el nombre de Yahvé, y para ser sus siervos, a todo aquel que guarda el sábado sin profanarlo y a los que se mantienen firmes en mi alianza, 7 yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos. 8 Oráculo del Señor Yahvé, que reúne a los dispersos de Israel. A los ya reunidos todavía añadiré otros.


Mateo 15: (10- 20) 21 – 28

10 Luego llamó a la gente y les dijo: "Oíd y entended. 11 No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre." 12 Entonces se acercan los discípulos y le dicen: "¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oír tu palabra?" 13 Él les respondió: "Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz. 14 Dejadlos: son ciegos y guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo." 15 Tomando Pedro la palabra, le dijo: "Explícanos la parábola." 16 Él dijo: "¿También vosotros estáis todavía sin inteligencia? 17 ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca pasa al vientre y luego se echa al excusado? 18 En cambio lo que sale de la boca viene de dentro del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. 20 Eso es lo que contamina al hombre; que el comer sin lavarse las manos no contamina al hombre." 21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón. 22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: "¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada." 23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: "Despídela, que viene gritando detrás de nosotros." 24 Respondió él: "No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel." 25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!" 26 Él respondió: "No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos." 27 "Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos." 28 Entonces Jesús le respondió: "Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y desde aquel momento quedó curada su hija.

Romanos 11: 1 – 2ª, 29- 32

1 Y pregunto yo: ¿Es que ha rechazado Dios a su pueblo? ¡De ningún modo! ¡Que también yo soy israelita, del linaje de Abrahán, de la tribu de Benjamín! 2 Dios no ha rechazado a su pueblo, a quien conoció de antemano. ¿O es que ignoráis lo que dice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel? 29 Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables. 30 En efecto, así como vosotros fuisteis en otro tiempo rebeldes contra Dios, mas al presente habéis conseguido misericordia a causa de su rebeldía, 31 así también, ellos al presente se han rebelado con ocasión de la misericordia otorgada a vosotros, a fin de que también ellos consigan ahora misericordia. 32 Pues Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia.

domingo, 7 de agosto de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 7 de Agosto de 2011



LECTURAS

1 Rey 19: 9-18

9 Allí se introdujo en la cueva, y pasó en ella la noche. Le llegó la palabra de Yahvé, diciendo: "¿Qué haces aquí, Elías?"
10 Él dijo: "Ardo en celo por Yahvé, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela."
11 Le dijo: "Sal y permanece de pie en el monte ante Yahvé." Entonces Yahvé pasó y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante Yahvé; pero en el huracán no estaba Yahvé. Después del huracán, un terremoto; pero en el terremoto no estaba Yahvé.
12 Después del terremoto, fuego, pero en el fuego no estaba Yahvé. Después del fuego, el susurro de una brisa suave.
13 Al oírlo Elías, enfundó su rostro con el manto, salió y se mantuvo en pie a la entrada de la cueva. Le llegó una voz que le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?"
14 Él respondió: "Ardo en celo por Yahvé, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela."
15 Yahvé le dijo: "Vuelve a tu camino en dirección al desierto de Damasco. Cuando llegues, unge rey de Aram a Jazael,
16 rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá.
17 Al que escape a la espada de Jazael lo matará Jehú, y al que escape a la espada de Jehú lo matará Eliseo.
18 Dejaré un resto de siete mil en Israel: todas las rodillas que no se doblaron ante Baal, y todas las bocas que no le besaron."

Mt 14:22-33

22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
23 Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí.
24 La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.
26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: "Es un fantasma", y de miedo se pusieron a gritar.
27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: "¡Ánimo!, soy yo; no temáis."
28 Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre las aguas."
29 "¡Ven!", le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús.
30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!"
31 Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"
32 Subieron a la barca y amainó el viento.
33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: "Verdaderamente eres Hijo de Dios."

Romanos 10: 5-15

5 En efecto, Moisés escribe acerca de la justicia que nace de la ley: Quien la cumpla, vivirá por ella.
6 Mas la justicia que viene de la fe dice así: No digas en tu corazón ¿quién subirá al cielo?, es decir: para hacer bajar a Cristo; 7 o bien: ¿quién bajará al abismo?, es decir: para hacer subir a Cristo de entre los muertos.
8 Entonces, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra: en tu boca y en tu corazón, es decir, la palabra de la fe que nosotros proclamamos.
9 Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.
10 Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación.
11 Porque dice la Escritura: Todo el que crea en él no será confundido.
12 Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, rico para todos los que le invocan.
13 Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
14 Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique? 15 Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien!

domingo, 31 de julio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 31 de Julio de 2011



LECTURAS

Isaías 55: 1 – 5


VENGAN A TOMAR AGUA [1] A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que estén sin plata, vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar. [2] ¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitará con comidas exquisitas. [3] Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometido a David. [4] Mira, lo había puesto como un testigo para varios pueblos, como un jefe para mandar a las naciones. [5] Así tú ahora vas a llamar a una nación que no conocías, una nación que no te conocía correrá por verte. Esto será nada más que por Yavé, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha puesto arriba.

Mateo 14: 13-21

[13] Al conocer esa noticia, Jesús se alejó discretamente de allí en una barca y fue a un lugar despoblado. Pero la gente lo supo y en seguida lo siguieron por tierra desde sus pueblos. [14] Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y sanó a sus enfermos. [15] Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado, y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.» [16] Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer.» [17] Ellos respondieron: Aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados. [18] Jesús les dijo: «Tráiganmelos para acá.» [19] Y mandó a la gente que se sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos. Y los discípulos los daban a la gente. [20] Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos! [21] Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. JESÚS CAMINA SOBRE LAS AGUAS (MC 6,45; JN 6,16)

Romanos 9: 1-5

¿POR QUÉ NO HAN CREÍDO LOS JUDÍOS? [1] Quiero hablarles en Cristo; todo será verdad y no miento, tal como mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. [2] Siento una tristeza muy grande y una pena continua, [3] hasta el punto que desearía ser rechazado y alejado de Cristo en lugar de mis hermanos; me refiero a los de mi raza. [4] Ellos son los israelitas, a quienes Dios adoptó; entre ellos descansa su gloria con las alianzas, el don de la Ley, el culto y las promesas de Dios. [5] Suyos son los grandes antepasados, y Cristo es uno de ellos según la carne, el que como Dios está también por encima de todo. ¡Bendito sea por todos los siglos: Amén!

domingo, 24 de julio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 24 de Julio de 2011



LECTURAS

1 Reyes 3:5-12

[5] Y en Gabaón se le apareció Yavé en sueños durante la noche, y le dijo: «Pídeme lo que quieras.» [6] Salomón respondió: «Tú has tenido gran amor a David, mi padre, ya que él te servía fielmente, como es debido y con sinceridad. También le has hecho un favor muy grande permitiendo que un hijo suyo le sucediera en el trono. [7] Ahora bien, Yavé, mi Dios, me ha hecho rey en lugar de David, pero no sé todavía conducirme; [8] soy muy joven para estar al frente del pueblo que has elegido, pueblo tan numeroso que no se puede contar. [9] Dame, pues, a mí, tu servidor, un espíritu atento, para gobernar bien a tu pueblo y para decidir entre lo bueno y lo malo, porque si no, ¿cómo podría gobernar este pueblo tan grande?» [10] A Yavé le gustó que Salomón le pidiese una cosa así. [11] Y le dijo: «No has pedido para ti una larga vida, ni has pedido riquezas, ni la muerte para tus enemigos, sino que has pedido inteligencia para gobernar con rectitud. [12] Por eso te concedo lo que pides; te doy sabiduría e inteligencia como nadie la tuvo antes de ti ni la tendrá después

Mateo 13: 31- 33, 44-52

[31] Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos: el grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. [32] Es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, se hace más grande que las plantas de huerto. Es como un árbol, de modo que las aves vienen a posarse en sus ramas.» [33] Jesús les contó otra parábola: «Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: la levadura que toma una mujer y la introduce en tres medidas de harina. Al final, toda la masa fermenta.» [34] Todo esto lo contó Jesús al pueblo en parábolas. No les decía nada sin usar parábolas, [35] de manera que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo. [36] Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.» [37] Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. [38] El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno. [39] El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. [40] Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. [41] El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal, [42] y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. [43] Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda. EL TESORO, LA PERLA Y LA RED [44] El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo. [45] Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: un comerciante que busca perlas finas. [46] Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene, y la compra. [47] Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha hechado al mar y que recoge peces de todas clases. [48] Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan, escogen los peces buenos y los echan en canastos, y tiran los que no sirven. [49] Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos, [50] y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.» [51] Preguntó Jesús: «¿Han entendido ustedes todas estas cosas?» Ellos le respondieron: «Sí.» [52] Entonces Jesús dijo: «Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.»

Romanos 8: 26 – 39

[26] Somos débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos. [27] Y Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende esas aspiraciones del Espíritu, pues el Espíritu quiere conseguir para los santos lo que es de Dios. ¿QUIÉN NOS PODRÁ APARTAR DEL AMOR DE DIOS? [28] También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado. [29] A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser como su Hijo y semejantes a él, a fin de que sea el primogénito en medio de numerosos hermanos. [30] Así, pues, a los que él eligió, los llamó; a los que llamó, los hizo justos y santos; a los que hizo justos y santos, les da la Gloria. [31] ¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? [32] Si ni siquiera perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos va a dar con él todo lo demás? [33] ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios mismo los declara justos. [34] ¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros? [35] ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? [36] Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. [37] Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó. [38] Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, [39] ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

domingo, 17 de julio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 17 de Julio de 2011



LECTURAS

Mateo 13:24-30, 36-43

[24] Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró buena semilla en su campo, [25] pero mientras la gente estaba durmiendo, vino su enemigo, sembró malas hierbas en medio del trigo, y se fue. [26] Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la maleza. [27] Entonces los trabajadores fueron a decirle al patrón: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, viene esa maleza?» [28] Respondió el patrón: «Eso es obra de un enemigo.» Los obreros le preguntaron: «¿Quieres que arranquemos la maleza?» [29] «No, dijo el patrón, pues al quitar la maleza, podrían arrancar también el trigo. [30] Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: Corten primero las malas hierbas, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechen el trigo y guárdenlo en mis bodegas.» EL GRANO DE MOSTAZA (MC 4,30; LC 13,18)
[36] Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.» [37] Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. [38] El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno. [39] El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. [40] Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. [41] El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal, [42] y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. [43] Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda. EL TESORO, LA PERLA Y LA RED

Romanos 8: 12-25

[12] Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada. [13] Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán. [14] Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios. [15] Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá! [16] El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. [17] Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria. TAMBIÉN EL UNIVERSO ESPERA SU REDENCIÓN [18] Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse. [19] Algo entretiene la inquietud del universo, y es la esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son. [20] Pues si la creación se ve obligada a no lograr algo duradero, esto no viene de ella misma, sino de aquel que le impuso este destino. Pero le queda la esperanza; [21] porque el mundo creado también dejará de trabajar para que sea destruido, y compartirá la libertad y la gloria de los hijos de Dios. [22] Vemos que la creación entera gime y sufre dolores de parto. [23] Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo. [24] Estamos salvados, pero todo es esperanza. ¿Quieres ver lo que esperas? Ya no sería esperar; porque, ¿puedes esperar lo que ya ves? [25] Esperemos, pues, sin ver, y lo tendremos, si nos mantenemos firmes

Sabiduría 12:13, 16-19

[13].Fuera de ti, que te preocupas de todos, no hay otro Dios al que tengas que probarle que no actuaste injustamente.
[16].Tu fuerza es el fundamento de tu justicia; como eres el dueño de todas las cosas, puedes también perdonarlas.
[17].Muestras tu fuerza a los que ponen en duda tu poder absoluto; castigas la audacia de los que lo desafían. [18].Pero, aunque seas un Señor poderoso, juzgas con moderación y nos gobiernas con mucha paciencia, porque eres libre de intervenir cuando quieras.
[19].Al actuar así le has mostrado a tu pueblo que el justo debe amar a todos los hombres, y has dado a tus hijos esa dulce esperanza de que después del pecado les permites que se arrepientan.

domingo, 10 de julio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 10 de Julio de 2011



LECTURAS

Isaías 55:10-13

10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer,
11 así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié.
12 Sí, con alegría saldréis, y en paz seréis traídos. Los montes y las colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo, y todos los árboles del campo batirán palmas.
13 En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre de Yahvé, para señal eterna que no será borrada.


Mateo 13:1-9, 18-23

1 Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar.
2 Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera.
3 Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: "Salió un sembrador a sembrar.
4 Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
5 Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra;
6 pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron.
7 Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron.
8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
9 El que tenga oídos, que oiga."
18 "Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.
19 Sucede a todo el que oye la palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino.
20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la palabra, y al punto la recibe con alegría;
21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la palabra, sucumbe enseguida.
22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto.
23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la palabra y la entiende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta."

Romanos 8: 1-11

1 Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús.
2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
3 Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne,
4 a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.
5 Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual.
6 Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz,
7 ya que las tendencias de la carne llevan al odio de Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden;
8 así, los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece;
10 mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.

domingo, 3 de julio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 3 de Julio de 2011



LECTURAS

Zacarías 9:9-12

9 ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victoriosos, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de un asna.
10 El suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra.
11 En cuanto a ti, por la sangre de alianza yo libraré a tus cautivos de la fosa sin agua.
12 Vuelvan a la plaza fuerte, cautivos llenos de esperanza. Sí, hoy mismo lo declaro: yo te daré una doble compensación.

Romanos 7:15-25ª

15 Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco.
16 Pero si hago lo que no quiero, con eso reconozco que la Ley es buena.
17 Pero entonces, no soy yo quien hace eso, sino el pecado que reside en mí,
18 porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
19 Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
20 Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí.
21 De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal.
22 Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
23 pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
25 ¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi corazón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.

Mateo 11:16-19, 25-30

16 ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:
17 "¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!"
18 Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!".
19 Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores". Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras".

25 En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo (doy gracias, confieso), Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas (fuera del alcance de los) a los sabios y a los prudentes(entendidos) y haberlas revelado a los (niños) pequeños.
26 Sí, Padre, porque así lo has querido. (el beneplácito fue delante de ti)
27 Todo me ha sido dado (todas las cosas me fueron entregadas por el padre de mi) por mi Padre, y nadie conoce (plenamente) al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce (plenamente ) al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
28 Vengan ( hasta mi) a mí todos los que (trabajáis duramente) están afligidos y (habéis sido cargados) agobiados, y yo ( les daré reposo) los aliviaré.
29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí,(pues manso soy) porque soy paciente y humilde (pequeño) de corazón, y así encontrarán alivio. (y hallareis descanso para las almas de vosotros)
30 Porque mi yugo es suave y mi carga liviana. (ligera es)

domingo, 26 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 26 de Junio de 2011



LECTURAS

Jeremías 28:5-9

5 Dijo el profeta Jeremías al profeta Jananías, a vista de los sacerdotes y de todo el pueblo, que estaban parados en la Casa de Yahveh;
6 dijo, pues, el profeta Jeremías: «¡Amen! Así haga Yahveh. Confirme Yahveh las palabras que has profetizado, devolviendo de Babilonia a este lugar los objetos de la Casa de Yahveh, y a todos los deportados.
7 Pero, oye ahora esta palabra que pronunció a oídos tuyos y de todo el pueblo:
8 Profetas hubo antes de mí y de ti desde siempre, que profetizaron a muchos países y a grandes reinos la guerra, el mal y la peste.
9 Si un profeta profetiza la paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, se reconocerá que le había enviado Yahveh de verdad.»

Romanos 6: 12-23

12 No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus bajos deseos.
13 Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
14 Que el pecado no tenga más dominio sobre ustedes, ya que no están sometidos a la Ley, sino a la gracia.
15 ¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la Ley sino a la gracia? ¡De ninguna manera!
16 ¿No saben que al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia?
17 Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina, a al cual fueron confiados,
18 y ahora, liberados del pecado, han llegado a ser servidores de la justicia.
19 Voy a hablarles de una manera humana, teniendo en cuenta la debilidad natural de ustedes. Si antes entregaron sus miembros, haciéndolos esclavos de la impureza y del desorden hasta llegar a sus excesos, pónganlos ahora al servicio de la justicia para alcanzar la santidad.
20 Cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia.
21 Pero, ¿Qué provecho sacaron entonces de las obras que ahora los avergüenzan? El resultado de esas obras es la muerte.
22 Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la Vida eterna.
23 Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Mateo 10:24-39

24 El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.
25 Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa!
26 No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido.
27 Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.
28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.
29 ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.
30 Ustedes tienen contados todos sus cabellos.
31 No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
32 Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.
33 Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.
Mat 10:34 No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.
Mat 10:35 Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;
36 y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
38 El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará

domingo, 12 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 12 de Junio de 2011

LECTURAS

1 Cor 12: 3b- 13

3b nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino movido por el Espíritu Santo.
4 Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; 5 diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; 6 diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común.
8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; 10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas.
11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.
12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Hechos 2:1-21

1 Al llegar el día de pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. 2 De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; 4 se llenaron todos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. 5 Residían en Jerusalén hombres piadosos, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Estupefactos y admirados decían: "¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? 8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa: 9 Partos, medos y elamitas; los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, 10 Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene; los romanos residentes aquí, 11 tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios?
12 Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: "¿Qué significa esto?" 13 Otros, en cambio, decían riéndose: "¡Están llenos de mosto!"
14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó la voz y les dijo: "Judíos y todos los que vivís en Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras: 15 Éstos no están borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, 16 sino que es lo que dijo el profeta: 17 Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. 18 Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. 19 Haré prodigios arriba en el cielo y signos abajo en la tierra.
20 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.

Juan 20:19-23

19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros."
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío."
22 Dicho esto, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

domingo, 5 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 5 de Junio de 2011



LECTURAS

Efesios 1:15-23

15 Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor
Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos, 16 no ceso
de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, 17 para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os
conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle
perfectamente; 18 iluminando los ojos de vuestro corazón para que
conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él;
cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos,
19 y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los
creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, 20 que
desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole
a su diestra en los cielos, 21 por encima de todo principado,
potestad, virtud, dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo
en este mundo sino también en el venidero.
22 Sometió todo bajo sus pies y le constituyó cabeza suprema de la
Iglesia, 23 que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo.

Hechos 1:1-11

1 El primer libro lo dediqué, Teófilo, a todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el principio 2 hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue levantado a lo alto. 3 A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles pruebas de que vivía, dejándose ver de ellos durante cuarenta días y hablándoles del Reino de Dios. 4 Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: "No os vayáis de Jerusalén, sino aguardad la Promesa del Padre, que oísteis de mí: 5 Porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de pocos días." 6 Ellos, en cambio, habiéndose reunido, le preguntaron: "Señor, ¿es en este momento cuando le vas a restablecer el Reino a Israel?" 7 Él les contestó: "No es cosa vuestra conocer el tiempo y el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 8 al contrario, vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra". 9 Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. 10 Como ellos estuvieran mirando fijamente al cielo mientras él se iba, se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco 11 que les dijeron: "Galileos, ¿por qué permanecéis mirando al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado al cielo, volverá así tal como le habéis visto marchar al cielo".

Lucas 24:44-53

44 Después les dijo: "Éstas son aquellas palabras mías que os dije cuando todavía estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."
45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo: "Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.
48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 "Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto." 50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. 53 Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.

domingo, 29 de mayo de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 29 de Mayo de 2011



LECTURAS

1° Pedro 3:13-22


13 Y ¿quién os hará mal si os afanáis por el bien? 14 Mas, aunque sufrierais a causa de la justicia, dichosos vosotros. No les tengáis ningún miedo ni os turbéis.
15 Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza.
16 Pero hacedlo con dulzura y respeto. Mantened una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo.
17 Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal.
18 Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu.
19 En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, 20 en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua;
21 a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo, 22 que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los ángeles, las dominaciones y las potestades.

Hechos 17:22-31

22 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: "Atenienses, veo que vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad.
23 Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: "Al Dios desconocido." Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar.
24 "El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por mano de hombres; 25 ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas.
26 Él creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar, 27 con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros;
Hch 17:28 pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje."
29 "Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano.
30 "Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse, 31 porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos."

Juan 14:15-21

15 Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; 16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, 17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.
18 No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
19 Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
20 Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.
21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él."
22 Le dice Judas - no el Iscariote -: "Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?"

domingo, 22 de mayo de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 22 de Mayo de 2011



LECTURAS

1 Pedro 2: 2-10


Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que el Señor es bueno.
Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, adeptos a Dios por mediación de Jesucristo. Pues está en la Escritura: He aquí que coloco en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y el que crea en ella no será confundido.
Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido, en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la palabra; para esto han sido destinados.
Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz, vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos.

Hechos 7: 55-60

Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios; y dijo: "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios."
Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y todos a una se abalanzaron sobre él; le arrastraron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los testigos depusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo.
Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: "Señor Jesús, recibe mi espíritu."
Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado." Y diciendo esto, se durmió.

Juan 14: 1-14

"No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
Y adonde yo voy sabéis el camino." Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Le dice Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto."
Le dice Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta."
Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

domingo, 15 de mayo de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 15 de Mayo de 2011



LECTURAS

1 Pedro 2: 19-25

[19] Porque ahí está el mérito, en que soportan malos tratos sin haberlo merecido, habiendo actuado a conciencia y por Dios. [20] Porque, ¿qué mérito habría en soportar el castigo cuando se ha faltado? En cambio, si pueden soportar que los traten mal cuando han actuado bien, eso es grande ante Dios. [21] Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas. [22] El no cometió pecado ni en su boca se encontró engaño. [23] Insultado, no devolvía los insultos, y maltratado, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios que juzga justamente. [24] El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados. [25] Pues eran ovejas descarriadas, pero han vuelto al pastor y guardián de sus almas.

Hechos 2: 42-47

[42] Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones. [43] Toda la gente sentía un santo temor, ya que los prodigios y señales milagrosas se multiplicaban por medio de los apóstoles. [44] Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, [45] vendían sus bienes y propiedades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno. [46] Todos los días se reunían en el Templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. [47] Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo; y el Señor agregaba cada día a la comunidad a los que quería salvar.

Juan 10:1-10

YO SOY EL BUEN PASTOR [1] «En verdad les digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por algún otro lado, ése es un ladrón y un salteador. [2] El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. [3] El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz; llama por su nombre a cada una de sus ovejas y las saca fuera. [4] Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. [5] A otro no lo seguirían, sino que huirían de él, porque no conocen la voz de los extraños.» [6] Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. [7] Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas. [8] Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. [9] Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento. [10] El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud.

domingo, 8 de mayo de 2011

Reflexión y Lecturas del Domingo 8 de Mayo de 2011



LECTURAS

Hechos 2: 14a, 36-41

14. Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de pie, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: «Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo algo que enseñarles.
36. Sepa entonces con seguridad toda la gente de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes crucificaron.»
37. Al oír esto se afligieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
38. Pedro les contestó: «Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.
39. Porque el don de Dios es para ustedes y para sus hijos, y también para todos aquellos a los que el Señor, nuestro Dios, quiera llamar, aun cuando se hayan alejado.»
40. Pedro siguió insistiendo con muchos otros discursos. Los exhortaba diciendo: «Aléjense de esta generación perversa y sálvense.»
41. Los que acogieron la palabra de Pedro se bautizaron, y aquel día se unieron a ellos unas tres mil personas.

Salmo 116: 1-3, 10-17

1. Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria;
2. Inclinó hacia mí su oído el día en que lo llamé.
3. Me envolvían los lazos de la muerte, estaba preso en las redes fatales, me ahogaban la angustia y el pesar,
10. Tenía fe, aun cuando me decía: "Realmente yo soy un desdichado".
11. Pensaba en medio de mi confusión: "¡Todo hombre decepciona!"
12. ¿Cómo le devolveré al Señor todo el bien que me ha hecho?
13. Alzaré la copa por una salvación e invocaré el nombre del Señor,
14. cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo.
15. Tiene un precio a los ojos del Señor la muerte de sus fieles:
16. "¡Mira, Señor, que soy tu servidor, tu servidor y el hijo de tu esclava: tú has roto mis cadenas!"
17. Te ofreceré el sacrificio de acción de gracias e invocaré el nombre del Señor.

1era Pedro 1: 17-23

17. El Padre que invocan no hace diferencias entre personas, sino que juzga a cada uno según sus obras; tomen, pues, en serio estos años en que viven fuera de la patria.
18. No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de sus padres; pero no con un rescate material de oro o plata,
19. sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha ni defecto.
20. Dios pensaba en él desde antes de la creación del mundo, pero no fue revelado sino a ustedes, al final de los tiempos.
21. Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en Dios.
22. Al aceptar la verdad, han logrado la purificación interior, de la que procede el amor sincero a los hermanos; ámense pues unos a otros de todo corazón,
23. ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra incorruptible del Dios que vive y permanece.

Lucas 24: 13-35

13. Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a unos doce kilómetros de Jerusalén,
14. e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido.
15. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos,
16. pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
17. El les dijo: «¿De qué van discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy desanimados.
18. Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: «¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?»
19. «¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron: «¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo.
20. Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz.
21. Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Pero todo está hecho, y ya van dos días que sucedieron estas cosas.
22. En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado,
23. pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo.
24. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.»
25. Entonces él les dijo: «¡Qué poco entienden ustedes, y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas!

domingo, 1 de mayo de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 1 de Mayo de 2011



LECTURAS

Hechos 2: 14a, 22-32

14. Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de pie, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: «Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo algo que enseñarles.

22. Israelitas, escuchen mis palabras: Dios acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen.
23. Ustedes, sin embargo, lo entregaron a los paganos para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se cumplió el plan que Dios tenía dispuesto.
24. Pero Dios lo libró de los dolores de la muerte y lo resucitó, pues no era posible que quedase bajo el poder de la muerte.
25. Escuchen lo que David decía a su respecto: Veo constantemente al Señor delante de mí; está a mi derecha para que no vacile.
26. Por eso se alegra mi corazón y te alabo muy gozoso, y hasta mi cuerpo esperará en paz.
27. Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción.
28. Me has dado a conocer los caminos de la vida, me colmarás de gozo con tu presencia.
29. Hermanos, no voy a demostrarles que el patriarca David murió y fue sepultado: su tumba se encuentra entre nosotros hasta el día de hoy.
30. Pero era profeta y Dios le había jurado que uno de sus descendientes se sentaría sobre su trono. Sabiéndolo,
31. se refería a la resurrección del Mesías, viéndola de antemano, con estas palabras: no será abandonado en el lugar de los muertos, ni su cuerpo experimentará la corrupción .
32. Y es un hecho que Dios resucitó a Jesús; de esto todos nosotros somos testigos.

1º Pedro 1:3-9


3. Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dió una vida nueva y una esperanza viva.
4. Reservaba para ustedes la herencia celestial, ese tesoro que no perece ni se echa a perder y que no se deshace con el tiempo.
5. Y los protege el poder de Dios, por medio de la fe, con miras a la salvación que nos tiene preparada para los últimos tiempos.
6. Por esto estén alegres, aunque por un tiempo tengan que ser afligidos con varias pruebas.
7. Si el oro debe ser probado pasando por el fuego, y es sólo cosa pasajera, con mayor razón su fe, que vale mucho más. Esta prueba les merecerá alabanza, honor y gloria el día en que se manifieste Cristo Jesús.
8. Ustedes lo aman sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y nadie sabría expresar su alegría celestial
9. al tener ya ahora eso mismo que pretende la fe, la salvación de sus almas.


Juan 20:19-31


19. Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
20. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.
21. Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»
22. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo:
23. a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»
24. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
25. Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.»
26. Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.»
27. Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.»
28. Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.»
29. Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!»
30. Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.
31. Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

domingo, 24 de abril de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 24 de Abril de 2011



LECTURAS

Hechos 10: 34-43

[34] Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente reconozco que Dios no hace diferencia entre las personas. [35] En toda nación mira con benevolencia al que teme a Dios y practica la justicia. [36] Ahora bien, Dios ha enviado su Palabra a los israelitas, dándoles un mensaje de paz por medio de Jesús, el Mesías, que también es el Señor de todos. [37] Ustedes ya saben lo que ha sucedido en todo el país judío, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. [38] Jesús de Nazaret fue consagrado por Dios, que le dio Espíritu Santo y poder. Y como Dios estaba con él, pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo. [39] Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en la misma Jerusalén. Al final lo mataron colgándolo de un madero. [40] Pero Dios lo resucitó al tercer día e hizo que se dejara ver, [41] no por todo el pueblo, sino por los testigos que Dios había escogido de antemano, por nosotros, que comimos y bebimos con él después de que resucitó de entre los muertos. [42] El nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido Juez de vivos y muertos. [43] A El se refieren todos los profetas al decir que quien cree en él recibe por su Nombre el perdón de los pecados.»

Jeremías 31: 1-6

ISRAEL VOLVERÁ A SU PATRIA [1] Entonces, dice Yavé, yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo. [2] Esto dice Yavé: El pueblo que se salvó de la espada enfrenta la calor del desierto, Israel se está dirigiendo al lugar de su reposo. [3] De lejos Yavé se le apareció: «Con amor eterno te he amado, por eso prolongaré mi cariño hacia ti. [4] Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel. [5] De nuevo lucirás tu belleza bailando, alegremente, con tus panderetas. De nuevo plantarás viñas en los cerros de Samaria, como antes las plantaban los viñadores y las cosechaban. [6] Vendrá un día en que los centinelas gritarán desde los cerros de Efraím: «"¡Levántense, subamos a Sión, adonde está Yavé nuestro Dios!"

Juan 20: 1- 18

EL SEÑOR HA RESUCITADO [1] El primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. [2] Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo a quien Jesús amaba y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» [3] Pedro y el otro discípulo salieron para el sepulcro. [4] Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. [5] Como se inclinara, vio los lienzos tumbados, pero no entró. [6] Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vio también los lienzos tumbados. [7] El sudario con que le habían cubierto la cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. [8] Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó. [9] Pues no habían entendido todavía la Escritura: ¡él "debía" resucitar de entre los muertos! [10] Después los dos discípulos se volvieron a casa. [11] María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro [12] y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. [13] Le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.» [14] Dicho esto, se dio vuelta y vio a Jesús allí, de pie, pero no sabía que era Jesús. [15] Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo me lo llevaré.» [16] Jesús le dijo: «María». Ella se dio la vuelta y le dijo: «Rabboní», que quiere decir «Maestro». [17] Jesús le dijo: «Suéltame, pues aún no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.» [18] María Magdalena se fue y dijo a los discípulos: «He visto al Señor y me ha dicho esto.»

jueves, 21 de abril de 2011

Semana Santa 2011

Los esperamos en la Congregación El Redentor, Simbrón 3182 (y Cuenca) para celebrar:

Jueves Santo (21 de abril de 2011) 20 hs. Culto
Viernes Santo (22 de abril de 2011) 20 hs. Culto
Domingo de Pascuas (24 de abril de 2011) 9:30 Desayuno Pascual, 10 hs. Culto

domingo, 17 de abril de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 17 de Abril de 2011



LECTURAS

Filipenses 2: 5- 11

[5] Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: [6] El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, [7] tomando la condición de servidor, y se hizo semejante a los hombres. Y encontrándose en la condición humana, [8] se rebajó a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz. [9] Por eso Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, [10] para que al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos,

Isaías 50:4-9ª

[4] El Señor Yavé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en mi boca las palabras para fortalecer al que está aburrido. A la mañana él despierta mi mente y lo escucho como lo hacen los discípulos. [5] El Señor Yavé me ha abierto los oídos y yo no me resistí ni me eché atrás. [6] He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a quienes me tiraban la barba, y no oculté mi rostro ante las injurias y los escupos. [7] El Señor Yavé está de mi parte, y por eso no me molestan las ofensas; por eso puse mi cara dura como piedra. y yo sé que no quedaré frustrado, [8] Aquí viene mi juez, ¿quieren meterme pleito? Presentémonos juntos, y si hay algún demandante, ¡que se acerque! [9] Si el Señor Yavé está de mi parte, ¿quién podrá condenarme? Todos se harán tiras como un vestido gastado, y la polilla se los comerá.

Mateo : 26: 14-27:66

[14] Entonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, se presentó a los jefes de los sacerdotes [15] y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. [16] Y a partir de ese momento, Judas andaba buscando una oportunidad para entregárselo.

LA ULTIMA CENA (MC 14,12; LC 22,7; JN 13,1) [17] El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?» [18] Jesús contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.» [19] Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. [20] Llegada la tarde, Jesús se sentó a la mesa con los Doce. [21] Y mientras comían, les dijo: «En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar.» [22] Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: «¿Seré yo, Señor?» [23] El contestó: «El que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato. [24] El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!» [25] Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: «¿Seré yo acaso, Maestro?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho.» [26] Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.» [27] Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: «Beban todos de ella: [28] esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados. [29] Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre.» [30] Después de cantar los salmos, partieron para el monte de los Olivos. [31] Entonces Jesús les dijo: «Todos ustedes caerán esta noche: ya no sabrán qué pensar de mí. Pues dice la Escritura: Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas. [32] Pero después de mi resurrección iré delante de ustedes a Galilea.» [33] Pedro empezó a decirle: «Aunque todos tropiecen, yo nunca dudaré de ti.» [34] Jesús le replicó: «Yo te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces.» [35] Pedro insistió: «Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré». Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo.

EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ (MC 14,26; LC 22,39) [36] Llegó Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí, mientras yo voy más allá a orar.» [37] Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia. [38] Y les dijo: «Siento una tristeza de muerte. Quédense aquí conmigo y permanezcan despiertos.» [39] Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: «Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» [40] Volvió donde sus discípulos, y los halló dormidos; y dijo a Pedro: «¿De modo que no pudieron permanecer despiertos ni una hora conmigo? [41] Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil.» [42] De nuevo se apartó por segunda vez a orar: «Padre, si esta copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad.» [43] Volvió otra vez donde los discípulos y los encontró dormidos, pues se les cerraban los ojos de sueño. [44] Los dejó, pues, y fue de nuevo a orar por tercera vez repitiendo las mismas palabras. [45] Entonces volvió donde los discípulos y les dijo: «¡Ahora pueden dormir y descansar! Ha llegado la hora y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. [46] ¡Levántense, vamos! El traidor ya está por llegar.»

TOMAN PRESO A JESÚS [47] Estaba todavía hablando, cuando llegó Judas, uno de los Doce. Iba acompañado de una chusma armada con espadas y garrotes, enviada por los jefes de los sacerdotes y por las autoridades judías. [48] El traidor les había dado esta señal: «Al que yo dé un beso, ése es; arréstenlo.» [49] Se fue directamente donde Jesús y le dijo: «Buenas noches, Maestro.» Y le dio un beso. [50] Jesús le dijo: «Amigo, haz lo que vienes a hacer.» Entonces se acercaron a Jesús y lo arrestaron. [51] Uno de los que estaban con Jesús sacó la espada e hirió al sirviente del sumo sacerdote, cortándole una oreja. [52] Entonces Jesús le dijo: «Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada. [53] ¿No sabes que podría invocar a mi Padre y él, al momento, me mandaría más de doce ejércitos de ángeles? [54] Pero así había de suceder, y tienen que cumplirse las Escrituras.» [55] En ese momento, Jesús dijo a la gente: «A lo mejor buscan un ladrón y por eso salieron a detenerme con espadas y palos. Yo sin embargo me sentaba diariamente entre ustedes en el Templo para enseñar, y no me detuvieron. [56] Pero todo ha pasado para que así se cumpliera lo escrito en los Profetas.» Entonces todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

JESÚS COMPARECE ANTE EL CONSEJO JUDÍO (MC 14,53; LC 22,54) [57] Los que tomaron preso a Jesús lo llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los maestros de la Ley y las autoridades judías. [58] Pedro lo iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote. Entró en el patio y se sentó con los policías del Templo, para ver en qué terminaba todo. [59] Los jefes de los sacerdotes y el Consejo Supremo andaban buscando alguna declaración falsa contra Jesús, para poderlo condenar a muerte. [60] Pero pasaban los falsos testigos y no se encontraba nada. Al fin llegaron dos [61] que declararon: «Este hombre dijo: Yo soy capaz de destruir el Templo de Dios y de reconstruirlo en tres días.» [62] Entonces el sumo sacerdote se puso de pie y preguntó a Jesús: «¿No tienes nada que responder? ¿Qué es esto que declaran en contra tuya?» [63] Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo: «En el nombre del Dios vivo te ordeno que nos contestes: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?» [64] Jesús le respondió: «Así es, tal como tú lo has dicho. Y yo les digo más: a partir de ahora ustedes contemplarán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Dios Todopoderoso, y lo verán venir sobre las nubes del cielo.» [65] Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas, diciendo: «¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras blasfemas. [66] ¿Qué deciden ustedes?» Ellos contestaron: «¡Merece la muerte!» [67] Luego comenzaron a escupirle en la cara y a darle bofetadas, mientras otros lo golpeaban [68] diciéndole: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!»

LAS NEGACIONES DE PEDRO (MC 14,66; LC 22,56) [69] Mientras Pedro estaba sentado fuera, en el patio, se le acercó una sirvienta de la casa y le dijo: «Tú también estabas con Jesús de Galilea.» [70] Pero él lo negó delante de todos, diciendo: «No sé de qué estás hablando.» [71] Y como Pedro se dirigiera hacia la salida, lo vio otra sirvienta, que dijo a los presentes: «Este hombre andaba con Jesús de Nazaret.» [72] Pedro lo negó por segunda vez, jurando: «Yo no conozco a ese hombre.» [73] Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «Sin duda que eres uno de los galileos: se nota por tu modo de hablar.» [74] Entonces Pedro empezó a proferir maldiciones y a afirmar con juramento que no conocía a aquel hombre. Y en aquel mismo momento cantó un gallo. [75] Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo me negarás tres veces». Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Mt. 27, 1 - 66
[1] Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús. [2] Luego lo ataron y lo llevaron para entregárselo a Pilato, el gobernador.

LA MUERTE DE JUDAS [3] Cuando Judas, el traidor, supo que Jesús había sido condenado, se llenó de remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los jefes judíos. [4] Les dijo: «He pecado: he entregado a la muerte a un inocente.» Ellos le contestaron: «¿Qué nos importa eso a nosotros? Es asunto tuyo.» [5] Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, se marchó y fue a ahorcarse. [6] Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas, pero dijeron: «No se puede echar este dinero en el tesoro del Templo, porque es precio de sangre.» [7] Entonces se pusieron de acuerdo para comprar con aquel dinero el Campo del Alfarero y lo destinaron para cementerio de extranjeros. [8] Por eso ese lugar es llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy. [9] Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: Tomaron las treinta monedas de plata, que fue el precio en que lo tasaron los hijos de Israel, [10] y las dieron por el Campo del Alfarero, tal como el Señor me lo ordenó.

JESÚS COMPARECE ANTE PILATO (MC 15,1; LC 23,2; JN 18,29) [11] Jesús compareció ante el gobernador, y éste comenzó a interrogarlo. Le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús contestó: «Tú eres el que lo dice.» [12] Los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías lo acusaban, pero Jesús no contestó nada. [13] Pilato le dijo: «¿No oyes todos los cargos que presentan contra ti?» [14] Pero Jesús no dijo ni una palabra, de modo que el gobernador se sorprendió mucho. [15] Con ocasión de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de dejar en libertad a un condenado, a elección de la gente. [16] De hecho el pueblo tenía entonces un detenido famoso, llamado Barrabás. [17] Cuando se juntó toda la gente, Pilato les dijo: «¿A quién quieren que deje libre, a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?» [18] Porque sabía que le habían entregado a Jesús por envidia. [19] Mientras Pilato estaba en el tribunal, su mujer le mandó a decir: «No te metas con ese hombre porque es un santo, y anoche tuve un sueño horrible por causa de él.» [20] Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes y los jefes de los judíos persuadieron al gentío a que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. [21] Cuando el gobernador volvió a preguntarles: «¿A cuál de los dos quieren que les suelte?», ellos contestaron: «A Barrabás.» [22] Pilato les dijo: «¿Y qué hago con Jesús, llamado el Cristo?» Todos contestaron: «¡Crucifícalo!» [23] Pilato insistió: «¿Qué ha hecho de malo?» Pero ellos gritaban cada vez con más fuerza: «¡Que sea crucificado!» [24] Al darse cuenta Pilato de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: «Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa.» [25] Y todo el pueblo contestó: «¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!» [26] Entonces Pilato les soltó a Barrabás. Mandó azotar a Jesús y lo entregó a los que debían crucificarlo.

EL CAMINO DE LA CRUZ (MC 15,16; LC 23,11) [27] Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio y reunieron a toda la tropa en torno a él. [28] Le quitaron sus vestidos y le pusieron una capa de soldado de color rojo. [29] Después le colocaron en la cabeza una corona que habían trenzado con espinos y en la mano derecha le pusieron una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de él, diciendo: «¡Viva el rey de los judíos!» [30] Le escupían en la cara, y con la caña le golpeaban en la cabeza. [31] Cuando terminaron de burlarse de él, le quitaron la capa de soldado, le pusieron de nuevo sus ropas y lo llevaron a crucificar. [32] Por el camino se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y le obligaron a que cargara con la cruz de Jesús. [33] Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgota (o Calvario), o sea, «calavera», [34] le dieron a beber vino mezclado con hiel. Jesús lo probó, pero no lo quiso beber. [35] Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes. [36] Luego se sentaron a vigilarlo. [37] Encima de su cabeza habían puesto un letrero con el motivo de su condena, en el que se leía: «Este es Jesús, el rey de los judíos.» [38] También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda. [39] Los que pasaban por allí lo insultaban; movían la cabeza [40] y decían: «¡Vaya! ¡Tú que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días! Si eres el Hijo de Dios, líbrate del suplicio y baja de la cruz.» [41] Los jefes de los sacerdotes, los jefes de los judíos y los maestros de la Ley también se burlaban de él. Decían: [42] «¡Ha salvado a otros y no es capaz de salvarse a sí mismo! ¡Que baje de la cruz el Rey de Israel y creeremos en él! [43] Ha puesto su confianza en Dios. Si Dios lo ama, que lo salve, pues él mismo dijo: Soy hijo de Dios.» [44] Hasta los ladrones que habían sido crucificados con él lo insultaban. [45] Desde el mediodía hasta las tres de la tarde todo el país se cubrió de tinieblas. [46] A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» [47] Al oírlo, algunos de los presentes decían: «Está llamando a Elías.» [48] Uno de ellos corrió, tomó una esponja, la empapó en vinagre y la puso en la punta de una caña para darle de beber. [49] Los otros le decían: «Déjalo, veamos si viene Elías a salvarlo.» [50] Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu.

DESPUÉS DE LA MUERTE DE JESÚS [51] En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes. [52] La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso. [53] Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente. [54] El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.» [55] También estaban allí, observándolo todo, algunas mujeres que desde Galilea habían seguido a Jesús para servirlo. [56] Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

SEPULTAN A JESÚS (MC 15,42; LC 23,50; JN 19,38) [57] Siendo ya tarde, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús. [58] Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y el gobernador ordenó que se lo entregaran. [59] José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia [60] y lo colocó en el sepulcro nuevo que se había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue. [61] Mientras tanto, María Magdalena y la otra María estaban allí, sentadas frente al sepulcro.

ASEGURAN EL SEPULCRO [62] Al día siguiente (el día después de la Preparación de la Pascua), los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron a Pilato [63] y le dijeron: «Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de tres días resucitaré. [64] Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el primero.» [65] Pilato les respondió: «Ahí tienen una guardia. Vayan ustedes y tomen todas las precauciones que crean convenientes.» [66] Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia.

domingo, 10 de abril de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 10 de Abril de 2011



LECTURAS

Ezequiel 37:1-14

HUESOS SECOS, ESCUCHEN LA PALABRA DE YAVÉ [1] La mano de Yavé se posó sobre mí. Yavé me hizo salir por medio de su espíritu. Me depositó en medio de un valle, que estaba lleno de huesos humanos. [2] Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos. [3] Entonces me dijo: "¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?" Respondí: "Yavé, tú lo sabes". [4] Me dijo: "Profetiza con respecto a estos huesos, les dirás: ¡Huesos secos, escuchen la palabra de Yavé! [5] Esto dice Yavé a estos huesos: Haré que entre en ustedes un espíritu, y vivirán. [6] Pondré en ustedes nervios, haré que brote en ustedes la carne, extenderé en ustedes la piel, colocaré en ustedes un espíritu y vivirán: y sabrán que yo soy Yavé". [7] Hice según lo que se me había ordenado y, mientras profetizaba, se produjo una gran agitación: los huesos se acercaron unos a otros. [8] Miré: vi cómo se cubrían de nervios, brotaba la carne y se extendía sobre ellos la piel. Pero no había en ellos espíritu. [9] Entonces me dijo: "¡Profetiza, hijo de hombre, llama al Espíritu! Dirás al Espíritu: Esto dice Yavé:¡ Espíritu, ven desde los cuatro vientos, sopla sobre estos muertos para que vivan! [10] Profeticé según la orden que había recibido y el Espíritu entró en ellos; recuperaron la vida se levantaron sobre sus pies: era una multitud grande, inmensa. [11] Yavé me dijo entonces: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ahora dicen: "Nuestros huesos se han secado, nuestras esperanzas han muerto, hemos sido rechazados". [12] Por eso profetiza. Les dirás esta palabra de Yavé: "Voy a abrir las tumbas de ustedes, oh pueblo mío, haré que se levanten de sus tumbas y los traeré de vuelta a la tierra de Israel. [13] Entonces, cuando haya abierto sus tumbas y los haya hecho levantarse, sabrán que yo soy Yavé. [14] Pondré en ustedes mi Espíritu y vivirán; los estableceré en su tierra y sabrán que yo, Yavé, lo dije y lo hice. -palabra de Yavé.

Juan 11:1-45

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO [1] Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. [2] Esta María era la misma que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos. Su hermano Lázaro era el enfermo. [3] Las dos hermanas mandaron a decir a Jesús: «Señor, el que tú amas está enfermo.» [4] Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para gloria de Dios, y el Hijo del Hombre será glorificado por ella.» [5] Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro. [6] Sin embargo, cuando se enteró de que Lázaro estaba enfermo, permaneció aún dos días más en el lugar donde se encontraba. [7] Sólo después dijo a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.» [8] Le replicaron: «Maestro, hace poco querían apedrearte los judíos, ¿y tú quieres volver allá?» [9] Jesús les contestó: «No hay jornada mientras no se han cumplido las doce horas. El que camina de día no tropezará, porque ve la luz de este mundo; [10] pero el que camina de noche tropezará; ése es un hombre que no tiene en sí mismo la luz.» [11] Después les dijo: «Nuestro amigo Lázaro se ha dormido y voy a despertarlo.» [12] Los discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, recuperará la salud.» [13] En realidad Jesús quería decirles que Lázaro estaba muerto, pero los discípulos entendieron que se trataba del sueño natural. [14] Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto, [15] pero yo me alegro por ustedes de no haber estado allá, pues así ustedes creerán. Vamos a verlo.» [16] Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.» [17] Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. [18] Betania está a unos tres kilómetros de Jerusalén, [19] y muchos judíos habían ido a la casa de Marta y de María para consolarlas por la muerte de su hermano. [20] Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. [21] Marta dijo a Jesús: «Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. [22] Pero aun así, yo sé que puedes pedir a Dios cualquier cosa, y Dios te lo concederá.» [23] Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» [24] Marta respondió: «Ya sé que será resucitado en la resurrección de los muertos, en el último día.» [25] Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección (y la vida). El que cree en mí, aunque muera, vivirá. [26] El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» [27] Ella contestó: «Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.» [28] Después Marta fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está aquí y te llama.» [29] Apenas lo oyó, María se levantó rápidamente y fue a donde él. [30] Jesús no había entrado aún en el pueblo, sino que seguía en el mismo lugar donde Marta lo había encontrado. [31] Los judíos que estaban con María en la casa consolándola, al ver que se levantaba a prisa y salía, pensaron que iba a llorar al sepulcro y la siguieron. [32] Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» [33] Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó. [34] Y preguntó: «¿Dónde lo han puesto?» Le contestaron: «Señor, ven a ver.» [35] Y Jesús lloró. [36] Los judíos decían: «¡Miren cómo lo amaba!» [37] Pero algunos dijeron: «Si pudo abrir los ojos al ciego, ¿no podía haber hecho algo para que éste no muriera?» [38] Jesús, conmovido de nuevo en su interior, se acercó al sepulcro. Era una cueva cerrada con una piedra. [39] Jesús ordenó: «Quiten la piedra.» Marta, hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.» [40] Jesús le respondió: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» [41] Y quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó: «Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado. [42] Yo sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por esta gente, para que crean que tú me has enviado.» [43] Al decir esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!» [44] Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.» LOS JEFES JUDÍOS DECIDEN LA MUERTE DE JESÚS [45] Muchos judíos que habían ido a casa de María creyeron en Jesús al ver lo que había hecho.

Romanos 8: 6-11


[6] Pero no hay sino muerte en lo que ansía la carne, mientras que el espíritu anhela vida y paz. [7] Los proyectos de la carne están en contra de Dios, pues la carne no se somete a la ley de Dios, y ni siquiera puede someterse. [8] Por eso los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. [9] Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería. [10] Pero Cristo está en ustedes, y aunque el cuerpo lleve en sí la muerte a consecuencia del pecado, el espíritu es vida por haber sido santificado. [11] Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en ustedes