domingo, 25 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 25 de noviembre 26º después de Pentecostés


LECTURAS

Daniel 6: 1-3
LOS QUE DUERMEN SE DESPERTARÁN PARA LA VIDA ETERNA [1] En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran jefe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia, como nunca lo hubo desde que existieron las naciones hasta el día de hoy. Entonces serán salvados todos aquellos que estén inscritos en el libro. [2] Muchos de los que duermen en la región del polvo se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el horror y la vergüenza eterna. [3] Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad

Hebreos 10:11-14 (15-18) 19-25

[11] Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados. [12] Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio y se sentó a la derecha de Dios, [13] esperando solamente que Dios ponga a sus enemigos debajo de sus pies. [14] Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica. [15] Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: [16] Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente. [17] No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados. [18] Pues bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hay sacrificios por el pecado. SIGAMOS FIRMES EN LA FE [19] Así, pues, hermanos, no podemos dudar de que entraremos en el Santuario, en virtud de la sangre de Jesús; [20] él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. [21] Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios, [22] acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia, y con el cuerpo lavado con agua pura. [23] Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. [24] Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. [25] No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día.

Marcos 13:1-8

JESÚS HABLA DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Y DEL FIN DEL MUNDO (MT 24,1; LC 21,5; 19,41; 17,23) [1] Cuando Jesús salió del Templo, uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, mira qué inmensas piedras y qué construcciones.» [2] Jesús le respondió: «¿Ves esas grandiosas construcciones? Pues no quedará de ellas piedra sobre piedra. Todo será destruido.» [3] Poco después Jesús se sentó en el monte de los Olivos, frente al Templo, y entonces Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado: [4] «Dinos cuándo sucederá eso y qué señales habrá antes de que ocurran todas esas cosas.» [5] Y Jesús empezó a decirles: «Estén sobre aviso y no se dejen engañar. [6] Porque muchos reivindicarán lo que es mío, y dirán: «Yo soy el que están esperando», y engañarán a muchos. [7] Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerra, no se alarmen, porque eso tiene que pasar, pero todavía no será el fin. [8] Habrá conflictos: nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos y hambre en diversos lugares. Estos serán los primeros dolores del parto

domingo, 18 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 18 de noviembre 25º después de Pentecostés


LECTURAS

1 Reyes 17:8-16

[8] Entonces habló Yavé a Elías: [9] «Levántate, anda a Sarepta, pueblo que pertenece a los sidonios, y permanece allí, porque he ordenado a una viuda que te dé comida.» [10] Se levantó, pues, y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber.» [11] Cuando ella iba a traérselo, la llamó desde atrás: «Tráeme también un pedazo de pan.» [12] Ella le respondió: «Por Yavé, tu Dios, no tengo ni una torta; no me queda nada de pan, sólo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en un cántaro. Estaba recogiendo un par de palos para el fuego y ahora vuelvo a casa a preparar esto para mí y mi hijo. Cuando lo hayamos comido, no nos quedará más que esperar la muerte.» [13] Elías le dijo: «No temas, vete a tu casa a hacer lo que dijiste. Pero primero hazme un panecito a mí y tráemelo, y después te lo haces para ti y tu hijo. [14] Porque así dice Yavé, Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra.» [15] Ella se fue e hizo lo que Elías le había dicho, y tuvieron comida, ella, Elías y el hijo. [16] La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo que había prometido Yavé por medio de Elías

Hebreos 9:24-28

[24] Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro. [25] El no tuvo que sacrificarse repetidas veces, a diferencia del sumo sacerdote que vuelve todos los años con una sangre que no es la suya; [26] de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio. [27] Los hombres mueren una sola vez y después viene para ellos el juicio; [28] de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.

Marcos 12:38-44
[38] En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros de la Ley, [39] a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; [40] incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!» LA OFRENDA DE LA VIUDA (LC 21,1) [41] Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. [42] Pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. [43] Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. [44] Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.»

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 4 de noviembre 23º después de Pentecostés


LECTURAS

Deuteronomio 6:1-9
[1] Estos son los preceptos, las normas y los mandamientos que Yavé, Dios de ustedes, me mandó, para que yo se los enseñe y ustedes los cumplan en la tierra que va a ser de ustedes. [2] Temerás a Yavé, tu Dios, y guardarás todos los días de tu vida sus mandamientos y sus normas que te enseño hoy. Que los guarden tus hijos y los hijos de tus hijos, para que vivan largos años. [3] Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres. [4] Escucha, Israel: Yavé, nuestro Dios, es Yavé-único. [5] Y tú amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. [6] Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, [7] repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. [8] Grábalos en tu mano como una señal y póntelos en la frente como tu distintivo; [9] escríbelos en los postes de tu puerta y a la entrada de tus ciudades.

Hebreos 9:11-14
[11] Cristo vino como el sumo sacerdote que nos consigue los nuevos dones de Dios, y entró en un santuario más noble y más perfecto, no hecho por hombres, es decir, que no es algo creado. [12] Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva. [13] La sangre de chivos y de toros y la ceniza de ternera, con la que se rocía a los que tienen alguna culpa, les dan tal vez una santidad y pureza externa, [14] pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo.

Marcos 12:28-34
[28] Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión, y se quedaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» [29] Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es un único Señor. [30] Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. [31] Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.» [32] El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, [33] y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.» [34] Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas. ¿DE QUIÉN ES HIJO EL CRISTO?

domingo, 21 de octubre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 21 de octubre 21º después de Pentecostés


LECTURAS

Hebreos 5: 1-10
[1] Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado. [2] Es capaz de comprender a los ignorantes y a los extraviados, pues también lleva el peso de su propia debilidad; [3] por esta razón debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados al igual que por los del pueblo. [4] Pero nadie se apropia esta dignidad, sino que debe ser llamado por Dios, como lo fue Aarón. [5] Y tampoco Cristo se atribuyó la dignidad de sumo sacerdote, sino que se la otorgó aquel que dice: Tú eres mi Hijo; te he dado vida hoy mismo. [6] Y en otro lugar se dijo: Tú eres sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec. [7] En los días de su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión. [8] Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer. [9] Y ahora, llegado a su perfección, es fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen, [10] conforme a la misión que recibió de Dios: sacerdote a semejanza de Melquisedec. USTEDES DEBERÍAN SER MAESTROS

Isaías 45:1-7

[1] Así habla Yavé a Ciro, su ungido: «Yo te he llevado de la mano para doblegar a las naciones y desarmar a los reyes. Hice que las puertas se abrieran ante ti y no volvieran a cerrarse. [2] Yo iré delante de ti y aplanaré las pendientes, destrozaré las puertas de bronce y romperé las trancas de hierro. [3] Te daré los tesoros secretos y las riquezas escondidas, para que sepas que Yo soy Yavé, el Dios de Israel que te llamó por tu nombre. [4] Por amor a mi servidor Jacob, a Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre y te he lanzado sin que tú me conocieras. [5] Yo soy Yavé, y no hay otro igual, fuera de mí no hay ningún otro Dios. Sin que me conocieras estuve contigo, [6] para que todos sepan, del oriente al poniente, que nada existe fuera de mí. [7] Yo soy Yavé, y no hay otro más; yo enciendo la luz y creo las tinieblas, yo hago la felicidad y provoco la desgracia, yo, Yavé, soy el que hace todo esto.

Marcos 10:35-45
[35] Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.» [36] El les dijo: «¿Qué quieren de mí?» [37] Respondieron: «Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.» [38] Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» [39] Ellos contestaron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «Pues bien, la copa que yo bebo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que yo estoy recibiendo; [40] pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.» [41] Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. [42] Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. [43] Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, [44] y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. [45] Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.» EL CIEGO DE JERICÓ (MT 20,29; LC 18,35)

domingo, 14 de octubre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 14 de octubre 20º después de Pentecostés



LECTURAS

Amos 5: 6-7, 10-15
[6] Busquen a Yavé y vivirán, no sea que él mande fuego sobre la casa de José y la consuma, sin que haya nadie para apagarlo. El formó la Pléyade y Orión, él cambia las tinieblas en aurora y el día claro en noche oscura. [7] ¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia! [10] Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal y aborrecen a todo el que dice la verdad. [11] Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino. [12] Pues yo sé que son muchos sus crímenes y enormes sus pecados, opresores de la gente buena, que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales. [13] Por esto el hombre prudente tiene que callarse, pues estamos pasando días infelices. EL DÍA DE YAVÉ SERÁ TINIEBLAS [14] Busquen el bien y no el mal si quieren vivir, para que así Yavé esté con ustedes, como de continuo repiten. [15] Aborrezcan el mal y amen el bien, impongan la justicia en sus tribunales, y quizá Yavé Sabaot se apiade del resto de José.

Hebreos 4: 12-16
[12] En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos. [13] No hay criatura a la que su luz no pueda penetrar; todo queda desnudo y al descubierto a los ojos de aquél al que rendiremos cuentas.Cristo es nuestro sumo sacerdote [14] Tenemos, pues, un Sumo Sacerdote excepcional, que ha entrado en el mismo cielo, Jesús, el Hijo de Dios. Esto es suficiente para que nos mantengamos firmes en la fe que profesamos. [15] Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado. [16] Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.

Marcos 10: 17-31
[17] Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?» [18] Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. [19] Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» [20] El hombre le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.» [21] Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.» [22] Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste. MÁS FÁCILMENTE PASARÁ UN CAMELLO. [23] Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» [24] Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! [25] Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios.» [26] Ellos se asombraron todavía más y comentaban: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» [27] Jesús los miró fijamente y les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible.» LA RECOMPENSA PARA LOS QUE SIGUEN A JESÚS (MT 19,27; LC 18,28) [28] Entonces Pedro le dijo: «Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.» [29] Y Jesús contestó: «En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. [30] Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. [31] Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros.» POR TERCERA VEZ JESÚS ANUNCIA SU PASIÓN (MT 20,17; LC 18,31)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 16 de septiembre 16º después de Pentecostés


LECTURAS


1º Timoteo 1:12-17
[12] Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza que tuvo al hacer de mí su encargado. [13] Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, [14] y la gracia de nuestro Señor vino sobre mí muy abundante junto con la fe y el amor cristiano. [15] Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero. [16] Por esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos los que han de creer en él y llegar a la vida eterna. [17] Al Rey de los siglos, al Dios único que vive más allá del tiempo y de lo que se ve, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Isaías 50:4-9ª

[4] El Señor Yavé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en mi boca las palabras para fortalecer al que está aburrido. A la mañana él despierta mi mente y lo escucho como lo hacen los discípulos. [5] El Señor Yavé me ha abierto los oídos y yo no me resistí ni me eché atrás. [6] He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a quienes me tiraban la barba, y no oculté mi rostro ante las injurias y los escupos. [7] El Señor Yavé está de mi parte, y por eso no me molestan las ofensas; por eso puse mi cara dura como piedra. y yo sé que no quedaré frustrado, [8] Aquí viene mi juez, ¿quieren meterme pleito? Presentémonos juntos, y si hay algún demandante, ¡que se acerque! [9] Si el Señor Yavé está de mi parte, ¿quién podrá condenarme?

Marcos 8:27-38

[27] Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» [28] Ellos contestaron: «Algunos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías o alguno de los profetas.» [29] Entonces Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» [30] Pero Jesús les dijo con firmeza que no conversaran sobre él. [31] Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. [32] Jesús hablaba de esto con mucha seguridad. Pedro, pues, lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. [33] Pero Jesús, dándose la vuelta, vio muy cerca a sus discípulos. Entonces reprendió a Pedro y le dijo: «¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tus ambiciones no son las de Dios, sino de los hombres.» EL QUE QUIERA SEGUIRME, TOME SU CRUZ (MT 16,24; LC 9,23) [34] Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. [35] Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí y) por el Evangelio, la salvará. [36] ¿De qué le sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a sí mismo? [37] ¿Qué podría dar para rescatarse a sí mismo? [38] Yo les aseguro: Si alguno se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre rodeado de sus santos ángeles.»

domingo, 9 de septiembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 9 de septiembre 15º después de Pentecostés



LECTURAS

Isaías 35: 4-7ª
4] Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mismo viene a salvarlos a ustedes.» [5] Entonces los ojos de los ciegos se despegarán, y los oídos de los sordos se abrirán, [6] los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos gritará de alegría. Porque en el desierto brotarán chorros de agua, que correrán como ríos por la superficie. [7] La tierra ardiente se convertirá en una laguna, y el suelo sediento se llenará de vertientes. Las cuevas donde dormían los lobos se taparán con cañas y juncos...

Marcos 7: 24-37
[24] Jesús decidió irse hacia las tierras de Tiro. Entró en una casa, y su intención era que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido. [25] Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies. [26] Esta mujer era de habla griego y de raza sirofenicia, y pidió a Jesús que echara al demonio de su hija. [27] Jesús le dijo: «Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.» [28] Pero ella le respondió: «Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos.» [29] Entonces Jesús le dijo: «Puedes irte; por lo que has dicho el demonio ya ha salido de tu hija.» [30] Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio se había ido. CURACIÓN DE UN SORDOMUDO [31] Saliendo de las tierras de Tiro, Jesús pasó por Sidón y, dando la vuelta al lago de Galilea, llegó al territorio de la Decápolis. [32] Allí le presentaron un sordo que hablaba con dificultad, y le pidieron que le impusiera la mano. [33] Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. [34] En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Effetá», que quiere decir: «Abrete. » [35] Al instante se le abrieron los oídos, le desapareció el defecto de la lengua y comenzó a hablar correctamente. [36] Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más insistía, tanto más ellos lo publicaban. [37] Estaban fuera de sí y decían muy asombrados: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

Santiago 2: 1-10, (11-13) 14-17
TRATAR IGUAL A POBRES Y A RICOS [1] Hermanos, si realmente creen en Jesús, nuestro Señor, el Cristo glorioso, no hagan diferencias entre personas. [2] Supongamos que entra en su asamblea un hombre muy bien vestido y con un anillo de oro y entra también un pobre con ropas sucias, [3] y ustedes se deshacen en atenciones con el hombre bien vestido. Le dicen: «Tome este asiento, que es muy bueno», mientras que al pobre le dicen: «Quédate de pie», o bien: «Siéntate en el suelo a mis pies». [4] Díganme, ¿no sería hacer diferencias y hacerlas con criterios pésimos? [5] Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman? [6] Ustedes, en cambio, los desprecian. Sin embargo, son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales. [7] ¿Y no son ellos los que blasfeman el glorioso nombre de Cristo que ha sido pronunciado sobre ustedes? [8] Obran bien cuando cumplen la Ley del Reino, tal como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo. [9] Pero si hacen diferencias entre las personas, cometen pecado, y la misma Ley los denuncia como culpables. [10] Porque si alguien cumple toda la Ley, pero falla en un solo punto, es como si faltara en todo. [11] Pues el que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Si, pues, no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la Ley. [12] Hablen, por tanto, y obren como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. [13] Habrá juicio sin misericordia para quien no ha sido misericordioso, mientras que la misericordia no tiene miedo al juicio. LA FE SE DEMUESTRA CON LAS OBRAS [14] Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? [15] Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, [16] y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les sirve eso? [17] Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, muere solita.