domingo, 25 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 25 de noviembre 26º después de Pentecostés


LECTURAS

Daniel 6: 1-3
LOS QUE DUERMEN SE DESPERTARÁN PARA LA VIDA ETERNA [1] En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran jefe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia, como nunca lo hubo desde que existieron las naciones hasta el día de hoy. Entonces serán salvados todos aquellos que estén inscritos en el libro. [2] Muchos de los que duermen en la región del polvo se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el horror y la vergüenza eterna. [3] Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad

Hebreos 10:11-14 (15-18) 19-25

[11] Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados. [12] Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio y se sentó a la derecha de Dios, [13] esperando solamente que Dios ponga a sus enemigos debajo de sus pies. [14] Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica. [15] Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: [16] Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente. [17] No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados. [18] Pues bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hay sacrificios por el pecado. SIGAMOS FIRMES EN LA FE [19] Así, pues, hermanos, no podemos dudar de que entraremos en el Santuario, en virtud de la sangre de Jesús; [20] él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. [21] Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios, [22] acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia, y con el cuerpo lavado con agua pura. [23] Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. [24] Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. [25] No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día.

Marcos 13:1-8

JESÚS HABLA DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Y DEL FIN DEL MUNDO (MT 24,1; LC 21,5; 19,41; 17,23) [1] Cuando Jesús salió del Templo, uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, mira qué inmensas piedras y qué construcciones.» [2] Jesús le respondió: «¿Ves esas grandiosas construcciones? Pues no quedará de ellas piedra sobre piedra. Todo será destruido.» [3] Poco después Jesús se sentó en el monte de los Olivos, frente al Templo, y entonces Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado: [4] «Dinos cuándo sucederá eso y qué señales habrá antes de que ocurran todas esas cosas.» [5] Y Jesús empezó a decirles: «Estén sobre aviso y no se dejen engañar. [6] Porque muchos reivindicarán lo que es mío, y dirán: «Yo soy el que están esperando», y engañarán a muchos. [7] Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerra, no se alarmen, porque eso tiene que pasar, pero todavía no será el fin. [8] Habrá conflictos: nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos y hambre en diversos lugares. Estos serán los primeros dolores del parto

domingo, 18 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 18 de noviembre 25º después de Pentecostés


LECTURAS

1 Reyes 17:8-16

[8] Entonces habló Yavé a Elías: [9] «Levántate, anda a Sarepta, pueblo que pertenece a los sidonios, y permanece allí, porque he ordenado a una viuda que te dé comida.» [10] Se levantó, pues, y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber.» [11] Cuando ella iba a traérselo, la llamó desde atrás: «Tráeme también un pedazo de pan.» [12] Ella le respondió: «Por Yavé, tu Dios, no tengo ni una torta; no me queda nada de pan, sólo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en un cántaro. Estaba recogiendo un par de palos para el fuego y ahora vuelvo a casa a preparar esto para mí y mi hijo. Cuando lo hayamos comido, no nos quedará más que esperar la muerte.» [13] Elías le dijo: «No temas, vete a tu casa a hacer lo que dijiste. Pero primero hazme un panecito a mí y tráemelo, y después te lo haces para ti y tu hijo. [14] Porque así dice Yavé, Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra.» [15] Ella se fue e hizo lo que Elías le había dicho, y tuvieron comida, ella, Elías y el hijo. [16] La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo que había prometido Yavé por medio de Elías

Hebreos 9:24-28

[24] Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro. [25] El no tuvo que sacrificarse repetidas veces, a diferencia del sumo sacerdote que vuelve todos los años con una sangre que no es la suya; [26] de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio. [27] Los hombres mueren una sola vez y después viene para ellos el juicio; [28] de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.

Marcos 12:38-44
[38] En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros de la Ley, [39] a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; [40] incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!» LA OFRENDA DE LA VIUDA (LC 21,1) [41] Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos, y daban mucho. [42] Pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. [43] Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. [44] Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.»

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 4 de noviembre 23º después de Pentecostés


LECTURAS

Deuteronomio 6:1-9
[1] Estos son los preceptos, las normas y los mandamientos que Yavé, Dios de ustedes, me mandó, para que yo se los enseñe y ustedes los cumplan en la tierra que va a ser de ustedes. [2] Temerás a Yavé, tu Dios, y guardarás todos los días de tu vida sus mandamientos y sus normas que te enseño hoy. Que los guarden tus hijos y los hijos de tus hijos, para que vivan largos años. [3] Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres. [4] Escucha, Israel: Yavé, nuestro Dios, es Yavé-único. [5] Y tú amarás a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. [6] Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, [7] repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. [8] Grábalos en tu mano como una señal y póntelos en la frente como tu distintivo; [9] escríbelos en los postes de tu puerta y a la entrada de tus ciudades.

Hebreos 9:11-14
[11] Cristo vino como el sumo sacerdote que nos consigue los nuevos dones de Dios, y entró en un santuario más noble y más perfecto, no hecho por hombres, es decir, que no es algo creado. [12] Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva. [13] La sangre de chivos y de toros y la ceniza de ternera, con la que se rocía a los que tienen alguna culpa, les dan tal vez una santidad y pureza externa, [14] pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo.

Marcos 12:28-34
[28] Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión, y se quedaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» [29] Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es un único Señor. [30] Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. [31] Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.» [32] El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, [33] y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.» [34] Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas. ¿DE QUIÉN ES HIJO EL CRISTO?