domingo, 15 de abril de 2012

Sermón y Lecturas del Segundo Domingo de Pascua 2012


LECTURAS

1 Juan 1:1-2:2
[1] Aquí tienen lo que era desde el principio, lo que hemos oído, y lo hemos visto con nuestros ojos, y palpado con nuestras manos, -me refiero a la Palabra que es vida. [2] Porque la vida se dio a conocer, hemos visto la Vida eterna y hablamos de ella, y se la anunciamos, -aquella que estaba con el Padre y que se nos dio a conocer. [3] Lo que hemos visto y oído se lo anunciamos también a ustedes para que estén en comunión con nosotros, pues nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. [4] Y les escribimos esto para que sea mayor nuestra alegría. CAMINAR EN LA LUZ [5] Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay tinieblas. [6] Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos mentirosos y no estamos haciendo la verdad. [7] En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado. [8] Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. [9] Pero si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. [10] Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en nosotros.
2. CUMPLIR EL MANDAMIENTO DEL AMOR [1] Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo. [2] El es la víctima por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.


Hechos 4: 32-35
[32] La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. [33] Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional. [34] Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los vendían, traían el dinero [35] y lo depositaban a los pies de los apóstoles, que lo repartían según las necesidades de cada uno.


Juan 20:19-31
[19] Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!» [20] Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. [21] Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» [22] Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: [23] a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» [24] Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. [25] Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.» [26] Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.» [27] Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.» [28] Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.» [29] Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!» CONCLUSIÓN DEL EVANGELIO [30] Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. [31] Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

domingo, 8 de abril de 2012

Sermón y Lecturas de Pascua 2012


LECTURAS


Hebreos 10: 23-39
[23] Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. [24] Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. [25] No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día. [26] Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, no puede haber ya sacrificio por el pecado; [27] solamente queda la perspectiva tremenda del juicio y del fuego que devorará a los rebeldes. [28] No hay misericordia para el que desprecia la Ley de Moisés: es condenado a muerte por el testimonio de dos o tres personas. [29] ¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? [30] Conocemos al que dijo: A mí me corresponde la venganza, daré a cada cual su merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. [31] Es espantoso caer en las manos del Dios vivo. [32] Recuerden aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que tuvieron que soportar un duro y doloroso combate. [33] Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera. [34] Sufrieron con los que iban a la cárcel, les quitaron sus bienes, y lo aceptaron gozosos, sabiendo que les esperaba una riqueza mejor y más duradera. [35] Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande. [36] Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que consigan su promesa. [37] Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará. [38] Mi justo, si cree, vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor. [39] Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas.

Isaías 25: 6-9
6] Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos. [7] En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones. [8] Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé. [9] Entonces dirán: «Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;


Marcos 16: 1-8
HA RESUCITADO, NO ESTÁ AQUÍ (MT 28; LC 24; JN 20)
[1] Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo. [2] Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: [3] «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?» [4] Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande. [5] Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. [6] Pero él les dijo: «No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. [7] Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán tal como él les dijo.» [8] Las mujeres salieron corriendo del sepulcro. Estaban asustadas y asombradas, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían.