domingo, 9 de septiembre de 2012

Sermón y Lecturas del Domingo 9 de septiembre 15º después de Pentecostés



LECTURAS

Isaías 35: 4-7ª
4] Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; él mismo viene a salvarlos a ustedes.» [5] Entonces los ojos de los ciegos se despegarán, y los oídos de los sordos se abrirán, [6] los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos gritará de alegría. Porque en el desierto brotarán chorros de agua, que correrán como ríos por la superficie. [7] La tierra ardiente se convertirá en una laguna, y el suelo sediento se llenará de vertientes. Las cuevas donde dormían los lobos se taparán con cañas y juncos...

Marcos 7: 24-37
[24] Jesús decidió irse hacia las tierras de Tiro. Entró en una casa, y su intención era que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido. [25] Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies. [26] Esta mujer era de habla griego y de raza sirofenicia, y pidió a Jesús que echara al demonio de su hija. [27] Jesús le dijo: «Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.» [28] Pero ella le respondió: «Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos.» [29] Entonces Jesús le dijo: «Puedes irte; por lo que has dicho el demonio ya ha salido de tu hija.» [30] Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama; el demonio se había ido. CURACIÓN DE UN SORDOMUDO [31] Saliendo de las tierras de Tiro, Jesús pasó por Sidón y, dando la vuelta al lago de Galilea, llegó al territorio de la Decápolis. [32] Allí le presentaron un sordo que hablaba con dificultad, y le pidieron que le impusiera la mano. [33] Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. [34] En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: «Effetá», que quiere decir: «Abrete. » [35] Al instante se le abrieron los oídos, le desapareció el defecto de la lengua y comenzó a hablar correctamente. [36] Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más insistía, tanto más ellos lo publicaban. [37] Estaban fuera de sí y decían muy asombrados: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

Santiago 2: 1-10, (11-13) 14-17
TRATAR IGUAL A POBRES Y A RICOS [1] Hermanos, si realmente creen en Jesús, nuestro Señor, el Cristo glorioso, no hagan diferencias entre personas. [2] Supongamos que entra en su asamblea un hombre muy bien vestido y con un anillo de oro y entra también un pobre con ropas sucias, [3] y ustedes se deshacen en atenciones con el hombre bien vestido. Le dicen: «Tome este asiento, que es muy bueno», mientras que al pobre le dicen: «Quédate de pie», o bien: «Siéntate en el suelo a mis pies». [4] Díganme, ¿no sería hacer diferencias y hacerlas con criterios pésimos? [5] Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman? [6] Ustedes, en cambio, los desprecian. Sin embargo, son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales. [7] ¿Y no son ellos los que blasfeman el glorioso nombre de Cristo que ha sido pronunciado sobre ustedes? [8] Obran bien cuando cumplen la Ley del Reino, tal como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo. [9] Pero si hacen diferencias entre las personas, cometen pecado, y la misma Ley los denuncia como culpables. [10] Porque si alguien cumple toda la Ley, pero falla en un solo punto, es como si faltara en todo. [11] Pues el que dijo: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Si, pues, no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la Ley. [12] Hablen, por tanto, y obren como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. [13] Habrá juicio sin misericordia para quien no ha sido misericordioso, mientras que la misericordia no tiene miedo al juicio. LA FE SE DEMUESTRA CON LAS OBRAS [14] Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? [15] Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, [16] y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les sirve eso? [17] Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, muere solita.

No hay comentarios: