domingo, 31 de octubre de 2010

Día de La Reforma: 31 de octubre de 2010



LECTURAS

Jeremías 31: 31-34

[31] Ya llega el día -dice Yavé, en que yo pactaré con el pueblo de Israel (y con el de Judá) una nueva alianza. [32] No será como esa alianza que pacté con sus padres, cuando los tomé de la mano, sacándolos de Egipto. Pues ellos quebraron la alianza, siendo que yo era su Señor. [33] Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. [34] Ya no tendrán que enseñarle a su compañero, o a su hermano, diciéndoles: «Conozcan a Yavé.» Pues me conocerán todos, del más grande al más chico, dice Yavé; yo entonces habré perdonado su culpa, y no me acordaré más de su pecado. PERMANENCIA DE ISRAEL

Romanos 3:19-28

[19] Pero sabemos que todo lo que dice la Escritura está dicho para el mismo pueblo que recibió la Ley. Que todos, pues, se callen y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios. [20] Porque en base a la observancia de la Ley no será justificado ningún mortal ante Dios. El fruto de la Ley es otro: nos hace conscientes del pecado. CREER ES EL CAMINO DE LA SALVACIÓN [21] Ahora se nos ha revelado cómo Dios nos reordena y hace justos sin hablar de la Ley; pero ya lo daban a entender la Ley y los profetas. [22] Mediante la fe según Jesucristo Dios reordena y hace justos a todos los que llegan a la fe. No hay distinción de personas, [23] pues todos pecaron y están faltos de la gloria de Dios. [24] Pero todos son reformados y hechos justos gratuitamente y por pura bondad, mediante la redención realizada en Cristo Jesús. [25] Dios lo puso como la víctima cuya sangre nos consigue el perdón, y esto es obra de fe. Así demuestra Dios cómo nos hace justos, perdonando los pecados del pasado [26] que había soportado en aquel tiempo; y demuestra también cómo nos reforma en el tiempo presente: él, que es justo, nos hace justos y santos por la fe propia de Jesús. [27] Y ahora, ¿dónde están nuestros méritos? Fueron echados fuera. ¿Quién los echó? ¿La Ley que pedía obras? No, otra ley, que es la fe. Nosotros decimos esto: la persona es reformada y hecha justa por la fe, y no por el cumplimiento de la Ley.

Juan 8: 31-36

[31] Jesús decía a los judíos que habían creído en él: «Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; [32] entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» [33] Le respondieron: «Somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices: "Ustedes serán libres"?» [34] Jesús les contestó: «En verdad, en verdad les digo: el que vive en el pecado es esclavo del pecado. [35] Pero el esclavo no se quedará en la casa para siempre; el hijo, en cambio, permanece para siempre. [36] Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres

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