domingo, 24 de octubre de 2010

22º Domingo de Pentecostes: 24 de Octubre de 2010



Lecturas

Ecltco 35:12-17

[12].Porque el Señor es el juez, y no hace favoritismo.
[13].El nunca recibirá mal al pobre, escuchará la oración del oprimido. [14].No menospreciará la súplica del huérfano ni los gemidos de la viuda. [15].Cuando las lágrimas de la viuda corren por sus mejillas, ¿su llanto no está acusando acaso al que la hace llorar?
[16]. El que adora a Dios con todo su corazón encontrará buena acogida, su clamor llegará hasta el cielo. [17].La oración del humilde atravesará las nubes, no se consolará hasta que no sea escuchado.

Jeremías 14:7-10, 19-22

[7] Aunque nuestras faltas nos acusen, tú, Yavé, haz algo para gloria de tu nombre. En verdad, muchas son nuestras rebeldías, y grande nuestro pecado contra ti. [8] Oh Yavé, esperanza de Israel, que nos salvas en tiempo de angustia, ¿por qué te portas como extranjero en este país, o como huésped por una sola noche? [9] ¿Por qué has de ser como un hombre aturdido, como un guerrero que no salva a los suyos? Pues tú estás entre nosotros, Yavé, y sobre nosotros fue invocado tu Nombre: no nos desampares. RESPUESTA DE DIOS: NO INTERCEDAS POR ESTE PUEBLO [10] Esto dice Yavé respecto de este pueblo: ¡Cómo les gusta correr de acá para allá, si no paran un momento! Yavé no los quiere, pues se acuerda ahora de sus crímenes y del castigo que merecen.
[19] ¿Has rechazado para siempre a Judá, o tu alma está aburrida con Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar? Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó, la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto. [20] Reconocemos, Yavé, nuestra maldad, la deuda de nuestros padres y que hemos pecado contra ti. [21] No nos desprecies más, por el honor de tu Nombre; no profanes más el trono de tu Gloria y no olvides tu alianza con nosotros. [22] ¿Hay acaso, entre los ídolos de los paganos, quien haga llover, o son los cielos los que dan los chubascos? ¿No eres tú únicamente, Yavé? ¡Oh Dios nuestro, sólo en ti esperamos, y tú eres quien ha hecho todas estas cosas!

2 Tim 4:6-8, 16-18


[6] Yo, por mi parte, estoy llegando al fin y se acerca el momento de mi partida. [7] He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos. [8] Sólo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa. ULTIMAS RECOMENDACIONES [9] Apresúrate a venir a mí lo antes posible,
[16] La primera vez que presenté mi defensa, nadie estuvo a mi lado, todos me abandonaron. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta! [17] Pero el Señor estuvo conmigo llenándome de fuerza, para que el mensaje fuera proclamado por medio de mí y llegara a oídos de todas las naciones; y quedé libre de la boca del león. [18] El Señor me librará de todo mal y me salvará, llevándome a su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Lucas 18:9-14

[9] Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. [10] «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. [11] El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: «Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano. [12] Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.» [13] Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.» [14] Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

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