domingo, 29 de agosto de 2010
14º Domingo de Pentecostes: 29 de Agosto de 2010
LECTURAS
Hebreos 13:1-8, 15-16
[1].Manténgase el amor fraterno. [2].No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo. [3].Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel, y de los que sufren, pues ustedes también tienen cuerpo.
[4].Que todos respeten el matrimonio y ninguno manche la unión conyugal. Dios castigará a los licenciosos y a los que cometen adulterio.
[5].No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré. [6].Y nosotros hemos de responder confiados: El Señor es mi socorro, no temeré. ¿Qué pueden hacerme los hombres?
[7].Acuérdense de sus dirigentes que les enseñaron la palabra de Dios; miren cómo dejaron esta vida e imiten su fe. [8].Cristo Jesús permanece hoy como ayer y por la eternidad.
[15].Ofrezcamos a Dios en todo tiempo, por medio de Jesús, el sacrificio de alabanza, que consiste en celebrar su Nombre. [16].No se olviden de compartir y de hacer el bien, pues tales sacrificios son los que agradan a Dios.
Lucas 14:1, 7_14
[1].Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban. [2].Por casualidad había delante de él un hombre que sufría de hinchazón. [3].Jesús preguntó a los maestros de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido por la Ley curar en día sábado o no?» [4].Pero ninguno respondió. Jesús entonces se acercó al enfermo, lo curó y lo despidió. [5].Después les dijo: «Si a uno de ustedes se le cae su burro o su buey en un pozo en día sábado, ¿acaso no va en seguida a sacarlo?» [6].Y no pudieron contestarle.
LOS PRIMEROS ASIENTOS
[7].Jesús notó que los invitados trataban de ocupar los puestos de honor, por lo que les dio esta lección: [8].«Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no escojas el mejor lugar. Puede ocurrir que haya sido invitado otro más importante que tú, [9].y el que los invitó a los dos venga y te diga: Deja tu lugar a esta persona. Y con gran vergüenza tendrás que ir a ocupar el último lugar.
[10].Al contrario, cuando te inviten, ponte en el último lugar y así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, ven más arriba. Esto será un gran honor para ti ante los demás invitados. [11].Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado.»
[12].Jesús dijo también al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una comida, no invites a tus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos, porque ellos a su vez te invitarán a ti y así quedarás compensado. [13]. Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos. [14].¡Qué suerte para ti, si ellos no pueden compensarte! Pues tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.»
LOS INVITADOS QUE SE EXCUSAN
Proverbios 25:6-7
[6].No te hagas el importante delante del rey, ni te ubiques en medio de los grandes; [7].más vale que te digan: "¡Sube para acá!" que verte rebajado en presencia del príncipe.
Si has visto algo,
Comentario Lucas 14: 1, 7-14
[7] Aquí Jesús desarrolla un proverbio de la Biblia que nos invita a ser modestos en las reuniones sociales (Pro 25,6-7). Esta es la actitud que conviene a los hijos e hijas de Dios. En cualquier sector de la actividad humana, dejemos que otros busquen el primer lugar, atropellando a los demás; Dios sabe ascender a los humildes y colocarlos donde mejor le convenga.
Además, cuando lleguemos arriba, habrá cambios en los primeros puestos y no es seguro que pasaremos antes que tal o cual de nuestros compañeros que no iban a Misa o a los que solíamos criticar. El que fue Papa, o «católico» eminente, podrá ser menos que la viejita que vendía el periódico.
[12] Cada uno busca la compañía de los que están más arriba, pues se considera que se saca mayor provecho al relacionarse con el superior que con el inferior. Incluso se considera principio de buena educación enseñar a los niños a que se aparten de sus compañeros que no tienen «buenos modales» o, para decir la verdad, que no los ayudarán a ubicarse mejor en la sociedad.
La advertencia de Jesús apunta a una de las principales causas de la injusticia. La culpa la compartimos todos nosotros que decidimos con quiénes nos conviene más convivir; de ahí que cada cual se cuelga del que está en el peldaño superior, dejando siempre aislados y desamparados a los más débiles.
Sería un espectáculo extraño ver a los funcionarios prestar más atención a los mal vestidos, o ver que los barrios pobres reciban alumbrado y agua antes que el sector residencial, o que los médicos fueran a ejercer al campo.
Hebreos 13:1-8, 15-16
[1] La fe es algo grande, pero se vive en los detalles de la vida diaria. Los perseguidos, a quienes iba dirigida esta carta, no tenían necesidad de emprender nuevas tareas. Les bastaba con aceptar su situación de marginalidad, compartiendo las humillaciones de Jesús.
Jesús salió de la ciudad santa (12). El texto dice: «fuera del campamento», expresión que recordaba la estadía en el desierto, pero que designaba, en realidad, al Templo y la ciudad santa. La Biblia exigía que las víctimas ofrecidas en el gran día del Perdón fueran quemadas fuera del recinto sagrado (Núm 16,27); eso era como decir que los pecados del pueblo se transferían a las víctimas, y había que expulsarlas para quitar el mal y el pecado del pueblo. Este ritual anunciaba ya lo que iba a pasar con Jesús, quien fue primero expulsado de la comunidad, y luego murió fuera de los muros de Jerusalén.
Se puede sacar otra lección y es que los fieles deben dejar el lugar sagrado, es decir, una vida cómoda y bien considerada para buscar el reino de justicia tan desamparado. El creyente no se entrega al mundo presente; él no es de este mundo, y rehusa aprovecharse de este mundo como si fuese la patria definitiva.
martes, 24 de agosto de 2010
Scouts armando barriletes (fotos)
domingo, 22 de agosto de 2010
13º Domingo de Pentecostes: 22 de Agosto de 2010
Hebreos 12:18-29
[18].Recuerden su iniciación. No hubo aquel fuego físico que ardía junto a la nube oscura y la tempestad, [19].con el sonido de trompetas y una voz tan potente que los hijos de Israel suplicaron que no se les hablara más. [20].De este modo acataron aquella orden de no acercarse: Quien toque el monte, aunque sea un animal, deberá ser apedreado. [21].Lo que se veía era tan terrible que Moisés dijo: Estoy temblando de miedo.
[22].Ustedes, en cambio, se han acercado al cerro de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial con sus innumerables ángeles, [23].a la asamblea en fiesta de los primeros ciudadanos del cielo; a Dios, juez universal, al que rodean los espíritus de los justos que ya alcanzaron su perfección; [24].a Jesús, el mediador de la nueva alianza, llevando la sangre que purifica y que clama a Dios con más fuerza que la sangre de Abel.
[25].Cuidado, pues, de hacerse los sordos con el que habla. Pues si no se salvaron en aquel tiempo los que desoyeron las palabras del profeta en la tierra, menos todavía nosotros si nos desentendemos del que habla desde los cielos. [26].Su voz conmovió entonces la tierra, pero ahora se nos da este aviso: Esta última vez haré temblar no sólo la tierra sino también el cielo.
[27].Las palabras esta última vez indican que serán cambiadas las cosas que pueden ser conmovidas, es decir, las creadas, y sólo permanecerán las que no se conmueven. [28].Por eso, si hemos recibido el reino que no se puede conmover, conservemos esta gracia y sirvamos a Dios cómo él desea, con amor y de verdad, [29].pues nuestro Dios es fuego devorador.
Isaías 58;9b-14
[9].b. Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; [10].si das al hambriento lo que deseas para ti y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas, y tu obscuridad se volverá como la claridad del mediodía.
[11].Yavé te confortará en cada momento, en los lugares desérticos te saciará. El rejuvenecerá tus huesos y serás como huerto regado, cual manantial de agua inagotable.
[12].Volverás a edificar sobre las ruinas antiguas y reconstruirás sobre los cimientos del pasado; y todos te llamarán: El que repara sus muros, el que arregla las casas en ruinas.
[13].Si te preocupas de no caminar en día sábado ni de tratar tus negocios en el día santo; si tú llamas al sábado «Delicioso», y «Venerable» al día consagrado a Yavé; si tú lo veneras, evitando los viajes, no haciendo tus negocios ni arreglando, ese día, tus asuntos, [14].entonces, te sentirás feliz con Yavé. Yo te llevaré por las cumbres de la tierra, y te mantendré con la propiedad de tu padre Jacob - la boca de Yavé te lo asegura.
Lucas 13:10-17
[10].Un sábado Jesús estaba enseñando en una sinagoga. [11].Había allí una mujer que desde hacía dieciocho años estaba poseída por un espíritu que la tenía enferma, y estaba tan encorvada que no podía enderezarse de ninguna manera. [12].Jesús la vio y la llamó. Luego le dijo: «Mujer, quedas libre de tu mal». [13].Y le impuso las manos. Al instante se enderezó y se puso a alabar a Dios.
[14].Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la gente: «Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.»
[15].El Señor le replicó: «¡Ustedes son unos falsos! ¿Acaso no desatan del pesebre a su buey o a su burro en día sábado para llevarlo a la fuente? [16].Esta es hija de Abraham, y Satanás la mantenía atada desde hace dieciocho años; ¿no se la debía desatar precisamente en día sábado?»
[17].Mientras Jesús hablaba, sus adversarios se sentían avergonzados; en cambio la gente se alegraba por las muchas maravillas que le veían hacer.
domingo, 15 de agosto de 2010
12º Domingo de Pentecostes: 15 de Agosto de 2010
LECTURAS:
Jeremías 23:23-29
23. ¿Soy yo un Dios sólo de cerca?, dice Yavé, ¿no soy Dios también de lejos?
24. ¿O puede un hombre ocultarse en un escondite sin que yo lo vea?, dice Yavé. El cielo y la tierra, ¿no los lleno yo?, dice Yavé.
25. Me he puesto a escuchar lo que dicen los profetas que profetizan en mi nombre falsamente; sus palabras son: «¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!»
26. ¿Hasta cuándo habrá, entre los profetas, profetas de mentira que profetizan falsamente y que cuentan lo que han inventado?
27. Pretenden, con los sueños que unos a otros se cuentan, hacer olvidar mi Nombre a mi pueblo, como sus padres se olvidaron de mi Nombre por seguir a Baal.
28. El profeta que ha tenido un sueño cuenta su sueño, pero el que ha recibido mi palabra transmite mi palabra de verdad. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?, dice Yavé.
29. ¿No es mi palabra como fuego que quema o como martillo que rompe la roca?
Salmo 82
1. Se ha puesto Dios de pie en la asamblea divina para dictar sentencia en medio de los dioses:
2. "¿Hasta cuándo juzgarán inicuamente y tendrán miramientos con los malos?
3. Denle el favor al débil y al huérfano, hagan justicia al que sufre y al pobre;
4. si los ven tan débiles e indigentes, sálvenlos de la mano de los impíos".
5. Esta gente no sabe ni comprende, no dan más que vueltas en sus tinieblas, y las bases de la tierra se conmueven.
6. Había dicho: "Ustedes serán dioses, serán todos hijos del Altísimo".
7. Pero, ahora como hombres morirán y como seres de carne caerán".
8. Oh Dios, ponte de pie, juzga la tierra,. pues tú dominas todas las naciones.
Hebreos 11:29--12:2
29. Por la fe atravesaron el mar Rojo como si fuera tierra seca, mientras que los egipcios trataron de pasarlo y se ahogaron.
30. Por la fe cayeron los muros de Jericó, después de dar la vuelta a su alrededor durante siete días.
31. Por su fe la prostituta Rahab dio buena acogida a los espías y escapó a la muerte de los incrédulos.
32. ¿Qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y de los profetas.
33. Ellos, gracias a la fe, sometieron a otras naciones, impusieron la justicia, vieron realizarse promesas de Dios, cerraron bocas de leones,
34. apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sanaron de enfermedades, se mostraron valientes en la guerra y rechazaron a los invasores extranjeros.
35. Hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos; pero también hubo otros que, en vista de una resurrección mejor, se negaron a hacer el gesto que les habría salvado la vida: me refiero a los torturados.
36. Otros sufrieron la prueba de las cadenas y de la cárcel.
37. Fueron apedreados, torturados, aserrados, murieron a espada, anduvieron errantes de una parte para otra, sin otro vestido que pieles de corderos y de cabras, faltos de todo, oprimidos, maltratados.
38. Esos hombres, de los cuales no era digno el mundo, tenían que vagar por los desiertos y las montañas, y refugiarse en cuevas y escondites.
39. Todos éstos merecieron que se recordara su fe, pero no por eso consiguieron el objeto de la promesa.
40. Es que Dios veía más lejos y pensaba en nosotros, y no debían llegar al término antes que nosotros.
Cap 12) 1. Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera.
2. Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
SERMON RECORDATORIO DE LA VIDA DEL PASTOR JUAN COBRDA-Pastor Raúl A. Gleim
San Lucas 12:49-53.
Gracia y paz a ustedes de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
¿Cómo transmitir la gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo, cuando en el texto de hoy el propio Jesús no sólo niega que ha venido a traer paz, sino todo lo contrario: división, disensión.?
¿Cómo realizar un recordatorio de la vida de Juan Cobrda teniendo como telón de fondo estos versículos de San Lucas?
Para iniciar esta reflexión tomaré una breve reflexión teológica de pastor Dr. René Krüger en relación a este texto. Dice René:
“Más allá de los conflictos familiares, casi “naturales” en los primeros momentos del surgimiento del movimiento de Jesús, el texto bosqueja la aparición de dificultades y contrariedades cuando se asume en serio el seguimiento de Jesús. Esto está en consonancia con el mismo camino del Salvador, quien tampoco sostuvo una teología de la gloria ni gozó de una vida fácil, sino que tuvo que pasar por la amarga experiencia del martirio para llegar a la resurrección.
“Cada discípulo, cada discípula deben tomar distancia de toda atadura que pueda afectar la seriedad de su seguimiento de Jesús. Esto puede abarcar tanto los lazos familiares como también cualquier otro tipo de relaciones. Asimismo, incluye componendas, chanchullos y artimañas; y por supuesto también “pactos” con personas, estructuras y poderes injustos, dañinos y malignos. En el camino del seguimiento surgen reproches, dificultades e incluso divisiones en varios niveles: familiar, comunitario, social, político. La paz a cualquier precio no es el propósito de Cristo. La lealtad a Él ha de estar por encima de todas las demás relaciones. Ningún vínculo, sea familiar, social o de la índole que fuere, debe ser impedimento para la fidelidad a Cristo.”
La vida de Juan Cobrda, que hoy recordamos ha respondido a alguna de estas características mencionadas por René, como dificultades desde el discipulado en fidelidad a Jesucristo.
Refugiado en Argentina junto a sus padres en 1948 – Siendo pastor de refugiados e inmigrantes, recibiendo a los Refugiados Chilenos en 1973 – Refugiado en EEUU durante la última dictadura militar en Argentina. Una constante en su vida hasta su último refugio eterno en los brazos de Jesucristo.
René Krüger nos propone algunas preguntas para la reflexión del texto de Lucas, que quiero que asociemos al ministerio del pastor Juan y sus factibles respuestas.
1. ¿Qué nos significa el seguimiento de Jesucristo? ¿Es una mera cuestión de tradición familiar, de identidad cultural, de costumbre religiosa; o se trata de un seguimiento decidido?
2. ¿Qué dificultades nos trae el seguimiento de Jesucristo? ¿Qué relaciones, componendas o chanchullos dificultan y obstruyen nuestro discipulado?
3. Jesús nos invita a un seguimiento pleno, auténtico, decidido; a comprometernos de buenas ganas y con todas nuestras fuerzas con Él y su obra. ¿Lo renovamos ahora mismo?
A estas mismas preguntas, o semejantes, Juan había tratado de responder hace 50 años. Más bien, frente a una determinada realidad expuso su propia visión del fracaso del luteranismo en América Latina y la necesidad de un nuevo modelo eclesial comprometido con la sociedad, con la comunidad civil, llevando la voz del evangelio en medio de los acontecimientos de la vida cotidiana.
Deseo traer la memoria del pastor Juan Cobrda a través de sus propias palabras, de un sermón publicado en 1960, que marca una época signada por el fin de un proceso migratorio de Europa a América Latina, por lo cual al rememorar sus palabras, debemos tener presente este contexto, en el cual el crecimiento evangélico parece detenerse, y particularmente en las iglesias luteranas.
Pero como todo texto fuera de su contexto es un pretexto, debemos tener en cuenta en cuenta algunos pocos datos del contexto de la IELU en 1960:
Cantidad de congregaciones, pastores nacionales y extranjeros…en 1960
Pastores Nacionales 11 Pastores Extranjeros 10 Total 21 pastores.
Congregaciones: Castellano 9 Mixto 11 Extranjero 1 Total 21 congregaciones
El sermón de Juan Cobrda se introduce haciendo mención al texto de Efesios 4: 1-3 que nos habla de la unidad del cuerpo de Cristo:
1 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido,2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.3 Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
En un Sermón para el Día de la Reforma, supongo predicado en 1959, publicado en la revista Ekklesia en abril de 1960, Juan Cobrda preguntaba sobre el significado o finalidad del encuentro anual, o concentración anual, en conmemoración de la reforma, que identificaba al movimiento luterano en el mundo.
En tal sentido decía:
“Es cierto que ante el mundo hemos de testimoniar que somos hijos espirituales de este movimiento. Pero me pregunto a mí mismo y a todos ustedes si sabemos qué es la Reforma, cuáles fueron sus objetivos, y qué significa ser seguidor y heredero fiel de la misma.
…
“Para comenzar, recordemos que uno de los objetivos de la Reforma era la proclamación del evangelio en el idioma vernáculo, eliminando un idioma extraño para la mayoría de la gente, y poder hablar así al pueblo en su propia lengua. A este respecto lamento tener que decir que, mirando el pasado, nosotros aquí en América Latina hemos fracasado. …
“Aquí en América Latina, inclusive en la Argentina, la obra luterana ha conmemorado el primer centenario de su existencia en este continente. Si nos preguntamos qué impacto hizo y qué influencia tuvo sobre la sociedad latinoamericana, debemos confesar avergonzados que ha sido una influencia muy escasa. ¿A qué se debe este hecho? Si cuatro siglos antes, la misma doctrina y el mismo movimiento dieron nuevo vigor y nueva vida al cristianismo decadente, y en cierta medida hasta lograron transformar a la sociedad de aquel entonces, ¿cómo es posible que no consigan lo mismo en una situación parecida de nuestra época? A mi modo de ver (dice Juan) la razón está en que la fe luterana no ha sido presentada en su forma pura, sino desfigurada y mezclada con elementos que son ajenos. Y esos elementos ajenos que forman una barrera entre la fe luterana y el pueblo latinoamericano, lo constituyen las diferentes civilizaciones, fondos culturales y lenguas que son patrimonio de los mensajeros.
“Sabemos que nuestra fe luterana ha llegado a este continente por dos caminos distintos: desde los Estados Unidos y desde Europa. Admiramos y apreciamos en todo su valor el trabajo pionero de nuestros antepasados, quienes abrieron los primeros surcos y pusieron los fundamentos básicos de nuestra iglesia aquí en la Argentina. Pero al mismo tiempo, debemos confesar y lamentar que ellos, en su gran mayoría, presentaron la fe luterana asociada a los elementos mencionados. Estos: idioma, civilización, cultura, se mostraron tan fuerte que terminaron por prevalecer sobre la proclamación de la fe. Con frecuencia, el pueblo llegaba a pensar que estos apóstoles de la fe luterana no eran otra cosa que agentes de ciertos imperialismos enmascarados con la apariencia de su fe. He aquí una de las grandes fallas.
“Otros de esos mensajeros que lograron vencer la barrera del idioma, comprendiendo que la fe luterana no está limitada al inglés o al alemán, empezaron a proclamar el Evangelio en castellano. Sin embargo sus esfuerzos no se vieron coronados por el éxito, pues no consiguieron romper los lazos que los unían a la civilización que los había formado. Si bien hablaban castellano, su modo de pensar no era latinoamericano. Por esta razón, el Evangelio fue presentado dentro de las limitaciones y los matices especiales de la cultura que ellos representan.
“Como es lógico, los oyentes locales no tardaban en advertirlo, y en consecuencia, el Evangelio no pudo arraigarse. … Concluyendo, podemos decir que muchos mensajeros del evangelio y de la fe luterana no se han preocupado por la población nativa; otros tantos se acercaron a ella con el Evangelio desfigurado (presentado dentro de las normas de una mentalidad que les era extraña) ; y solamente un porcentaje limitadísimo ha procedido de manera correcta. Por eso no nos debe extrañar que la Iglesia Luterana no haya logrado mayores éxitos que los obtenidos hasta ahora, ni tampoco que no haya ejercido influencia alguna en la vida de este pueblo. Si hojeamos las páginas de su historia, comprenderemos que en la obra misionera, los factores idioma, cultura y civilización, han constituido desde el principio serios obstáculos para la proclamación de las verdades del Evangelio.
“Me pregunto si no es esto lo que ocurre entre nosotros. ¿Acaso no nos separan estos obstáculos de la población latina?
“No exagero al afirmar que muchos de nosotros se dedican a cuidar de sus respectivos rebaños manteniéndolos intencionadamente aislados. Pero los que así proceden se siegan a la realidad y viven divorciados de ella. No reparan en que el tiempo y otros factores destructivos van reduciendo el rebaño. Es preciso abrirles los ojos recordándoles que nosotros no estamos aquí para perpetuar el uso de un idioma determinado, o para programar una u otra cultura y civilización, sino que nuestra mayor preocupación ha de ser la proclamación de las verdades del Evangelio. Los demás elementos, a saber: idioma, cultura, civilización, sólo pueden ser vehículo y medio para alcanzar ese objetivo supremo, primordial, de nuestra misión. Nuestro sínodo ha de ser base de operaciones y fuente común de la cual emana la fe dinámica de nuestra misión evangelista. Las congregaciones deben ser canales de abastecimiento llenos de agua viva, y sus miembros, puestos de avanzada en la tarea de irrigar nuestro país con el rocío del Evangelio. …”
Tomando el vocabulario de la época, Juan prosigue diciendo:
“Ya que estamos en la era de las batallas por el petróleo o el acero, iniciemos nosotros también la batalla del Evangelio, haciéndolo en una acción conjunta.”
Luego Juan Cobrda aclara que no es su intención refutar la predicación en otros idiomas, y que el mismo predicaba en lenguas distintas cuando así lo exige la ocasión, y yo, Raúl Gleim, soy testigo de sus predicaciones en alemán en Grand Bourg, y en Eslovaco en Berisso, en la década del 60, pero se preguntaba:
“¿Qué sería de nosotros si los apóstoles se hubieran limitado a predicarles a los judíos exclusivamente? O bien…¿Qué hubiera sido de la reforma si no se hubiera extendido más allá de las fronteras de Alemania? Dos hechos históricos cuya elocuencia debe servirnos de ejemplo para que abandonemos nuestra actitud nacionalista dentro de la iglesia. No debemos hablar de una congregación alemana, letona, húngara o eslovaca; las cuales, además de esto, son luteranas, sino que debemos hablar de congregaciones luteranas donde ser predica el evangelio en uno otro idioma, e inclusive en castellano. En primer lugar debemos ser luteranos, y sólo entonces, alemanes, estonianos, húngaros y eslovacos.
“Para nosotros no hay otra bandera que la de Cristo, y no hay otra lealtad que la que debemos a Él. ”
Juan hace referencia al proceso en Norteamérica donde la Iglesia ha sufrido la pérdida enorme de una elevadísima cantidad de miembros – se calculan en varios millones- . Hace referencia que los efectos de los nacionales en América Latina y haciendo una autocrítica de las dificultades del Luteranismo dice:
“En consecuencia, tenemos que confesar que no nos hemos mostrado dignos de nuestra vocación, ni nos hemos soportado los unos a los otros en, ni tampoco fuimos solícitos en mantener la unidad del Espíritu. No la hemos mantenido porque los móviles que inspiraron nuestra actitud eran ajenos a los intereses de la iglesia.”
Realizada esta confesión, esta autocrítica, Juan C. destaca los aspectos alentadores.
“Gracias a los hombres que tienen visión y se percatan de impedimentos y dificultades, estamos en vía de solucionar el problema. Los dirigentes de nuestra Iglesia se dieron cuenta de que nuestra obra aquí no progresará si sigue dependiendo de pastores europeos y misioneros norteamericanos. Se persuadieron que de que una iglesia arraigada en este suelo no puede tener una existencia genuina si sus pastores son extranjeros.
“En ese sentido Juan pondera la creación de la Facultad Luterana de Teología 5 años atrás y hace referencia a la integración de estudiantes y profesores, nacionales y extranjeros, donde convergen las distintas corrientes culturales, teológicas y tradicionales. En este terreno fecundo están crecientes generaciones de nuestros proclamación del Evangelio en este país, y el objeto de sus estudios, la teología de Lutero, ya sea expuesta por un profesor sueco o enseñada por un profesor norteamericano…. Sin embargo, todavía se subestima la importancia de la Facultad, y muchos ignoran su existencia.
Finaliza Juan su sermón con un largo alegato a favor de la Facultad Luterana de Teología, y una reseña del reconocimiento y nivel de estudio de esta institución:
“Por todas estas razones considero que en este día en que celebramos el aniversario de La Reforma, nuestro mejor homenaje a los reformadores consiste en hacer la solemne promesa de ayudar y apoyar a la Facultad Luterana de Teología, y orar para que esta institución que nos ha enseñado a andar por la senda de la justicia, siguiendo los pasos de los reformadores, se haga cada vez más fuerte y vigorosa, y poder infundir así nueva vida al Luteranismo en América Latina. Roguemos a Dios para que de ella egresen muchos ministros de la Palabra, dignos mensajeros del Señor, que proclaman el Evangelio en toda su pureza y perpetúan así la obra de nuestros reformadores.
Retomemos el contexto, haciendo una breve comparación entre 1960 y 1968.
Cantidad de congregaciones, pastores nacionales y extranjeros…de 1960 a 1968.
Pastores Nacionales 11->16 Extranjeros 10 ->3
Total 21-> 19 pastores.
Congregaciones: Castellano 9 ->11 Mixto 11->14 Extranjero 1->0
Total 21 -> 25 congregaciones
‘’No creemos que sea casual que la IELU, por ejemplo, se encuentre entre las más ‘’acomodadas’’ a la sociedad argentina. Su teología pasó por el filtro estadounidense antes de ser implantada en la Argentina, y como veremos ese filtro es muy importante.
Sería falso decir que son éstas las únicas iglesias de inmigración que se preocupaban por la comunidad entre los inmigrantes, pero sí cabe destacar este énfasis en la tradición luterana que podría haber sido responsable en parte, de la apertura de ellas a la sociedad argentina.
La década del 70, encontró a Juan C. presidiendo la AIDET luego de la integración de la FLT con la FET en el ISEDET, recibiendo los refugiados chilenos, interviniendo como mediador en la fractura de la Iglesia Luterana en Chile luego del Golpe de Pinochet y, finalmente, refugiándose el mismo y luego su familia en los Estados Unidos, como obispo y luego obispo del sínodo eslovaco hasta su retiro en el año 2002.
Recordamos hoy a un colega y pastor que no pasó indiferente ante nuestras vidas, con el cual hemos coincidido y disentido, alguien comprometido con su época, sin escatimar esfuerzos ni sufrimientos, en fidelidad al evangelio de Jesucristo.
Las afirmaciones de Juan hace 50 años en respuesta a una realidad eclesial, y las mismas preguntas que tomamos prestadas para iniciar esta reflexión también se constituyen en un desafío para elaborar nuestras propias respuestas:
• ¿Qué nos significa el seguimiento de Jesucristo? ¿Es una mera cuestión de tradición familiar, de identidad cultural, de costumbre religiosa; o se trata de un seguimiento decidido?
• ¿Qué dificultades nos trae el seguimiento de Jesucristo? ¿Qué relaciones, componendas o chanchullos dificultan y obstruyen nuestro discipulado?
• Jesús nos invita a un seguimiento pleno, auténtico, decidido; a comprometernos de buenas ganas y con todas nuestras fuerzas con Él y su obra. ¿Lo renovamos ahora mismo?
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Celebrar la Memoria
Servicio para la diaconía, misión y desarrollo
Iglesia Evangélica Luterana Unida
Córdoba, agosto de 2010
En memoria viva del pastor Juan Cobrda (1930-2010)
pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Unida
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Celebrar la memoria entre los cristianos es traer al presente, por medio del relato, la fidelidad al llamado que Dios ha hecho en algún momento, en algún lugar.
Celebrar la memoria del pastor Juan Cobrda, como pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, es traer al presente su testimonio de vida y de fe de los años en que Juan fue pastor entre nosotros.
Los relatos son siempre parciales, cada relator aporta una mirada, un recuerdo, una perspectiva.
Mi memoria y mis afectos con Juan me llevan valorar en primer lugar su bondad, su generosidad, su nobleza. Juan, el pastor Juan, fue un hombre bueno, una buena persona impregnada de los valores del Evangelio. Paciente, emprendedor, amoroso y comprensivo.
Fueron muy difíciles los años de la Argentina y de la iglesia cuando Juan fue presidente y pastor de varias congregaciones. Años de violencia, de muerte, de negación de derechos, en una iglesia en desarrollo, en construcción; a veces madura, a veces no.
En aquel doloroso contexto Juan nos legó lecciones que todavía estamos aprendiendo, porque nosotros no pudimos comprender y amar como él si podía. Nos enseñó un modo de servir y proclamar que recién hoy estamos re-descubriendo, re-significando.
En aquel doloroso contexto de Argentina y de América Latina Juan nos enseñó que una iglesia por más pequeña y pobre que sea, siempre tiene la oportunidad de contribuir con la misión de Dios. Una comunidad de fe aún siendo pobre, pequeña y plagada de problemas puede hacer una diferencia, una diferencia a favor de la vida. Con generosidad y valor Juan abrió las puertas para que refugiados chilenos fueran recibidos por nuestra iglesia y otras.
No fue fácil, la oscuridad, la cerrazón y la negación de la vida no estaban únicamente en la sociedad también en la iglesia.
En la defensa de los derechos humanos nos demostró que la iglesia luterana tienen un mensaje para entregar a la sociedad; una palabra para decir y una acción para hacer.
Juan nos ensenó que la presencia luterana en la sociedad y las políticas públicas son necesarias y significativas.
Por eso cada vez que, como iglesia luterana, tenemos una voz pública, (es decir expresamos ante la sociedad nuestras opiniones en los temas de la sociedad para liberar y para incluir a los que sufren), manifestando así el inconmensurable amor de Dios; cada vez que eso sucede la memoria de Juan se hace viva, nos anima y nos da coraje.
La diaconía y la voz profética de la iglesia fueron distintas a partir de su ministerio; la oscuridad y la negación de la vida truncaron aquel proyecto.
Todavía hoy estamos tratando de retomar aquella senda.
Queda con nosotros la enorme alegría que compartimos hace dos años atrás cuando en la asamblea del centenario de esta iglesia el pastor Juan Cobrda dio su testimonio y encuadró definitivamente en la historia que la defensa de la vida, de la dignidad y de los derechos de las personas, que nos vienen de Dios, tuvieron en la IELU defensores y luchadores, cristianos fieles y leales a su llamado y su compromiso con el Evangelio.
Celebrar la memoria entre los cristianos es traer al presente, por medio del relato, la fidelidad al llamado que Dios ha hecho en algún momento, en algún lugar.
Pastor Juan: eso celebramos hoy, la fidelidad a tu llamado, en tu tiempo y en tu lugar.
Gracias, por lo que nos enseñaste, por lo que nos amaste y serviste.
Amén
Gustavo DriauCelebrar la memoria del pastor Juan Cobrda, como pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, es traer al presente su testimonio de vida y de fe de los años en que Juan fue pastor entre nosotros.
Los relatos son siempre parciales, cada relator aporta una mirada, un recuerdo, una perspectiva.
Mi memoria y mis afectos con Juan me llevan valorar en primer lugar su bondad, su generosidad, su nobleza. Juan, el pastor Juan, fue un hombre bueno, una buena persona impregnada de los valores del Evangelio. Paciente, emprendedor, amoroso y comprensivo.
Fueron muy difíciles los años de la Argentina y de la iglesia cuando Juan fue presidente y pastor de varias congregaciones. Años de violencia, de muerte, de negación de derechos, en una iglesia en desarrollo, en construcción; a veces madura, a veces no.
En aquel doloroso contexto Juan nos legó lecciones que todavía estamos aprendiendo, porque nosotros no pudimos comprender y amar como él si podía. Nos enseñó un modo de servir y proclamar que recién hoy estamos re-descubriendo, re-significando.
En aquel doloroso contexto de Argentina y de América Latina Juan nos enseñó que una iglesia por más pequeña y pobre que sea, siempre tiene la oportunidad de contribuir con la misión de Dios. Una comunidad de fe aún siendo pobre, pequeña y plagada de problemas puede hacer una diferencia, una diferencia a favor de la vida. Con generosidad y valor Juan abrió las puertas para que refugiados chilenos fueran recibidos por nuestra iglesia y otras.
No fue fácil, la oscuridad, la cerrazón y la negación de la vida no estaban únicamente en la sociedad también en la iglesia.
En la defensa de los derechos humanos nos demostró que la iglesia luterana tienen un mensaje para entregar a la sociedad; una palabra para decir y una acción para hacer.
Juan nos ensenó que la presencia luterana en la sociedad y las políticas públicas son necesarias y significativas.
Por eso cada vez que, como iglesia luterana, tenemos una voz pública, (es decir expresamos ante la sociedad nuestras opiniones en los temas de la sociedad para liberar y para incluir a los que sufren), manifestando así el inconmensurable amor de Dios; cada vez que eso sucede la memoria de Juan se hace viva, nos anima y nos da coraje.
La diaconía y la voz profética de la iglesia fueron distintas a partir de su ministerio; la oscuridad y la negación de la vida truncaron aquel proyecto.
Todavía hoy estamos tratando de retomar aquella senda.
Queda con nosotros la enorme alegría que compartimos hace dos años atrás cuando en la asamblea del centenario de esta iglesia el pastor Juan Cobrda dio su testimonio y encuadró definitivamente en la historia que la defensa de la vida, de la dignidad y de los derechos de las personas, que nos vienen de Dios, tuvieron en la IELU defensores y luchadores, cristianos fieles y leales a su llamado y su compromiso con el Evangelio.
Celebrar la memoria entre los cristianos es traer al presente, por medio del relato, la fidelidad al llamado que Dios ha hecho en algún momento, en algún lugar.
Pastor Juan: eso celebramos hoy, la fidelidad a tu llamado, en tu tiempo y en tu lugar.
Gracias, por lo que nos enseñaste, por lo que nos amaste y serviste.
Amén
Servicio para la diaconía, misión y desarrollo
Iglesia Evangélica Luterana Unida
Córdoba, agosto de 2010
En memoria viva del pastor Juan Cobrda (1930-2010)
pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Unida
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domingo, 8 de agosto de 2010
11º Domingo de Pentecostes: 8 de Agosto de 2010
LECTURAS:
Génesis 15:1-6
[1].Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: «No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.» [2].Abram respondió: «Señor Yavé, ¿qué me quieres dar? Soy un hombre sin hijos, y todo lo que poseo pasará a Eliezer de Damasco. [3].Ya que no me diste descendencia, tendré por heredero a uno de mis sirvientes.»
[4].Entonces le llegó una palabra de Yavé: «Tu heredero no será Eliezer, sino un hijo tuyo, nacido de tu propia carne y sangre.» [5].Yavé lo sacó afuera y le dijo: «Mira al cielo y cuenta las estrellas, si puedes. Así será tu descendencia.»
[6].Y creyó Abram a Yavé, el que lo tuvo en adelante por un hombre justo.
Hebreos 11:1-3, 8-16
[1].Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera.
[2].Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. [3].Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.
[8].Si no conocieran la corrección, que ha sido la suerte de todos, serían bastardos y no hijos.
[9].Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mayor razón al Padre de los espíritus para tener vida? [10].Nuestros padres nos corregían sin ver más allá de la vida presente, tan corta, mientras que El mira a lo que nos ayudará a alcanzar su propia santidad. [11].Ninguna corrección nos alegra en el momento, más bien duele; pero con el tiempo, si nos dejamos instruir, traerá frutos de paz y de santidad.
[12].Por lo tanto, levanten las manos caídas y fortalezcan las rodillas que tiemblan, [13].enderecen los caminos tortuosos por donde han de pasar, para que el cojo no se pierda y más bien se mejore.
PROGRESEN EN LA SANTIDAD
[14].Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad, pues sin ella nadie verá al Señor. [15].Cuídense, no sea que alguno de ustedes pierda la gracia de Dios y alguna raíz amarga produzca brotes, perjudicando a muchos. [16].Que no haya ningún inmoral, impío como Esaú, que por un guiso entregó sus derechos sagrados de hijo mayor.
Lucas 12: 32-40
[32].No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino. [33].Vendan lo que tienen y repártanlo en limosnas. Háganse junto a Dios bolsas que no se rompen de viejas y reservas que no se acaban; allí no llega el ladrón, y no hay polilla que destroce. [34].Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.
ESTÉN PREPARADOS
[35].Tengan puesta la ropa de trabajo y sus lámparas encendidas. [36].Sean como personas que esperan que su patrón regrese de la boda para abrirle apenas llegue y golpee a la puerta. [37].Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando a su llegada. Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la mesa y los servirá uno por uno. [38].Y si es la medianoche, o la madrugada cuando llega y los encuentra así, ¡felices esos sirvientes!
[39].Si el dueño de casa supiera a qué hora vendrá el ladrón, ustedes entienden que se mantendría despierto y no le dejaría romper el muro. [40].Estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre llegará a la hora que menos esperan.»
Comentario Génesis 15:1-6
[1] Señor Yavé, yo voy a morir sin hijos. A partir de cierta edad el hombre se inquieta por lo que va a quedar de su vida: su matrimonio, sus hijos, sus años de trabajo. En ese preciso momento Abrahán demuestra su fe al confiar en promesas aparentemente irrealizables. La Alianza con Dios es el comienzo de una amistad recíproca.
Yavé lo consideró justo. No: porque tú eres un hombre muy bueno, o: porque has ayudado mucho a tu prójimo, o: porque me has servido durante muchos años..., sino porque te dije: «No temas»; y tú has puesto en mis manos todas tus angustias.
Aquel día Yavé firmó una Alianza con Abram (18). Se habla mucho de Alianza a lo largo de la Biblia, pero ¿qué significa esto de que Dios hace alianza con los hombres?
Dios ama a todos los hombres y a todos los quiere salvar, aun cuando ellos no lo conozcan. Pero también quiere llevar a su madurez la raza humana y, para que esto se haga realidad, es necesario que en el mundo una minoría, por lo menos, haya encontrado a Dios en forma personal, siendo este encuentro el principio de las experiencias más valiosas.
Es así como, a lo largo de la historia, Dios llama a los que El ha elegido según su designio y predestinación eterna. Al hacer con ellos un pacto o alianza, les da la oportunidad de entrar en una vida de fidelidad. Estos conocerán a Dios como persona viva y lo tratarán como tal.
Por eso, al empezar su obra de salvación en la historia humana, Dios quiere que un hombre, por lo menos, comparta su secreto y se alce a la altura de sus proyectos: Abrahán creyó a Dios.
Mediante esa fe, el decreto eterno de Dios se hospeda en el corazón y la mente de un creyente, y eso vale más que un montón de obras buenas. En adelante, una complicidad misteriosa une para siempre a Abrahán y a Dios: ésta es la Alianza.
Dios hace con Abrahán una Alianza según las costumbres de aquella época. Cuando los hombres firmaban un pacto, ambos pasaban entre las dos mitades de un animal sacrificado (ver Jer 34,18). Abrahán cumple con ese rito y, por Dios, pasa un fuego que lo representa, ya que es él el que se compromete y hace la promesa.
La fe nos hace amigos de Dios: Hab 2,4; Rom 4,2; Gál 3,6; Heb 11,11.
Lucas 12:32-40
LA IGLESIA POBRE
[32] No temas, pequeño rebaño. En ningún lugar del Evangelio Jesús nos deja creer que, con el tiempo, la mayoría de la humanidad se convertirá. Sabemos que el mundo no cristiano es mucho más numeroso que el mundo «cristiano» y que crece más rápidamente. Mientras en el mundo «cristiano» muchas personas dejan la práctica religiosa, comprendemos mejor que la Iglesia es a la vez una señal y un pequeño rebaño.
Jesús nos pide a cada uno de nosotros el desprendimiento. También se lo pide al rebaño como tal. Lo importante para la Iglesia no es construir instituciones poderosas ni conquistar puestos de mando en la sociedad «para mayor gloria de Dios». Una Iglesia que aguarda el regreso del Maestro se preocupa sobre todo de estar lista para hacer sus maletas, esté donde esté, cuando el Señor le señale nuevos caminos, pidiéndole que vuelva a ser misionera.
Al Padre de ustedes le agradó darles el Reino. Comparar con Lc 10,23 y Mt 16,16. Si queremos amar de verdad al Padre, debemos dar testimonio de que él nos ha elegido para ser en el mundo el pequeño rebaño que va a lo esencial.
Vendan lo que tienen. ¿Está convencido el pueblo de que la Iglesia actúa de esa manera? Los cristianos se alegran cuando su obispo o su pastor condena la injusticia y recuerda los derechos de los obreros y de los marginados; pero no basta con predicar a los demás. Dios les exige a todos justicia, y a su Iglesia pobreza. Nuestro llamado a la justicia no será escuchado mientras la Iglesia misma no acepte todo el Evangelio.
[35] Jesús desarrolla la comparación del servidor que espera la vuelta de su patrón. Ese servidor se contrapone al rico de la parábola anterior, únicamente preocupado por una vida larga y cómoda. El «acumula para Dios».
Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando (37). Velando, o sea, preocupados por lo que será el mundo del mañana. Velando: esto significa también quedar despierto y lúcido en todo lo que toca a la verdad; no aceptamos llamar al bien mal y al mal bien; no nos damos la absolución por consentir el mal y acobardarnos frente a la injusticia.
El Hijo del Hombre llegará a la hora que menos esperan (40). No pensemos solamente en el día de la muerte, ni tengamos miedo al juicio de Dios, si vivimos en su gracia. Jesús nos habla del patrón que vuelve de las bodas, tan alegre que invierte todo el orden establecido para ponerse a servir a sus servidores. Tal vez llevamos años sirviendo a Dios. ¿Cómo no llegaríamos a esta otra etapa de la vida espiritual en que parece que Dios solamente se preocupa por regalarnos y festejarnos?
Pedro preguntó (41). Este nuevo párrafo se dirige a los responsables de la Iglesia.
Mi patrón llegará tarde (45). Los responsables pueden traicionar su misión. Más a menudo cometen el error de no ver más que el buen funcionamiento de las instituciones, y olvidan la o las venidas de Cristo.
Dios viene en cada momento a través de los acontecimientos que echan a perder nuestros planes. Por tanto la Iglesia no debe contar demasiado con la planificación de su actividad; ¿sabe alguien lo que Dios nos reserva para mañana? Más bien debe cuidar la oración y la disponibilidad para que el Señor le conceda estar en la mejor posición cuando él sacuda nuestro pequeño universo.
Estén despiertos para admirar, alegrarse, descubrir la presencia de Dios y sus favores que iluminan nuestra vida.
Hebreos 11:1-3, 8-16
[1] Tres consideraciones para permanecer firmes en la prueba:
- Pensar en Jesús y en sus sufrimientos.
- Pensar en la comunión de los santos.
- Pensar que la prueba nos viene del Padre.
Al Padre de los espíritus (9). En Números 16,22, Moisés ora al «Dios de los espíritus de todos los hombres». Con esto recuerda que Dios conoce a los hombres en profundidad, y por tanto conoce su miseria; no puede castigarlos con demasiada severidad.
[14] Después de esta larga invitación a vivir de la fe, el autor parece que quisiera pasar a cosas más prácticas (vs. 14-15), pero inmediatamente vuelve a ensalzar el don excepcional que es la fe en Cristo. Recuerda a sus lectores la experiencia que han vivido cuando fueron bautizados y recibieron los dones del Espíritu.
Ustedes se han acercado al cerro de Sión (22). Esa montaña, sobre la que estaba construida Jerusalén, era para los judíos la imagen de la ciudad celestial. Pero justamente en el momento de su bautismo los creyentes han vivido en diferentes grados una experiencia auténticamente «celestial». Y la han vivido en un contexto comunitario en el que han tomado conciencia de lo que es la Iglesia santa. Han entrado en la familia de Dios, de los santos y de los ángeles. Tal vez supieron algo de ese centro misterioso en el que se decide el destino del mundo y donde se encuentra Jesús en persona. No habrá que olvidar, más tarde, las experiencias que se vivieron en tiempos de luz.
domingo, 1 de agosto de 2010
10º Domingo de Pentecostés: 1 de Agosto de 2010
LECTURAS:
Colosenses 3:1-11
[1].Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. [2].Preocúpense por las cosas de arriba, no por las de la tierra. [3].Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. [4].Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes se verán con él en la gloria.
[5].Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es «terrenal», es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos. [6].Tales cosas atraen los castigos de Dios.
[7].Ustedes siguieron un tiempo ese camino, y su vida era así. [8].Pues bien, ahora rechacen todo eso: enojo, arrebatos, malas intenciones, ofensas, y todas las palabras malas que se pueden decir.
PÓNGANSE EL VESTIDO NUEVO
[9].No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios, [10].y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador, hasta alcanzar el perfecto conocimiento. [11].Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos.
Lucas 12: 13-21
[13].Uno de entre la gente pidió a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.» [14].Le contestó: «Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o repartidor entre ustedes?» [15].Después dijo a la gente: «Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida.»
[16].A continuación les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho. [17].Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas. [18].Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. [19].Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien.» [20].Pero Dios le dijo: "¡Pobre loco! Esta misma noche te reclaman tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?"
[21].Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios.»
Eclesiastés 1:2, 12-14; 2:18-23
[2].¡Esto no tiene sentido!, decía Qohelet, ¡esto no tiene sentido, nada a qué aferrarse! [3].¿Qué le queda al hombre de todas sus fatigas cuando trabaja tanto bajo el sol? [4].Una generación se va y viene la otra; pero la tierra permanece siempre. [5].El sol sale, el sol se pone, y no piensa más que en salir de nuevo.
[6].Va el viento hacia el sur, y luego gira al norte, y girando y girando, vuelve sobre sus giros. [7].Todos los ríos van al mar y el mar jamás se llena; por los mismos cauces que veían sus caudales ha pasado de nuevo su curso. [8].Hay mucho que decir, uno se cansaría de tanto hablar; El ojo no terminará de ver, el oído nunca terminará de oír, [9].pero lo que pasará es lo que ya pasó, y todo lo que se hará ha sido ya hecho. ¡No hay nada nuevo bajo el sol! [10].Si algo sucede y te dicen: "¡Mira, esto es nuevo!" no es así; las cosas que observan nuestros ojos ya pasaron en los siglos anteriores. [11].Nadie se acuerda de las cosas de antaño: será lo mismo con los asuntos actuales, y de todo lo que pueda ocurrir en el futuro un día nadie más se acordará.
EL HOMBRE, ESCLAVO DE SU PENSAMIENTO
[12].Yo, Qohelet, he sido rey de Israel en Jerusalén, [13].y me dediqué a investigar y comprender todo lo que se hace bajo el sol. Pero es una tarea ingrata que Dios ha dado a los hombres: todo es para humillarlos. [14].Miré de cerca todo lo que se hace bajo el sol: ¡no se tiene nada, se corre tras el viento!
2: [18].Me puse a detestar todas las molestias que me había dado bajo el sol, puesto que debo dejarlo todo al que vendrá después de mí. [19].¿Quién sabe si será sabio o insensato? Pero él sera quien recogerá el fruto de mis trabajos bajo el sol, en los que empeñé a la vez mi sabiduría y mis preocupaciones: ¡así es como todo se nos escapa!
[20].Comencé pues a arrepentirme de todo aquello por lo que me había afanado bajo el sol: [21].después de haber trabajado con inteligencia, sabiduría y habilidad, uno tiene que dejárselo todo a otro que nada ha hecho.
[22].¡Muy pésimo negocio es ese: todo se nos escapa! ¿Cómo gozará el hombre de todo aquello por lo cual ha trabajado bajo el sol, en medio de tantas fatigas y preocupaciones? [23].Pues todos sus días han sido penosos, a tal punto que perdía el sueño y aún de noche su corazón no descansaba. Eso es algo que no tiene sentido.
Comentario Eclesiastés 1:2, 12-14; 2:18-23
[1] ¡Todo es absurdo! ¡Uno se afana por nada! Estamos acostumbrados a la antigua traducción de este versículo: ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! En realidad, la primera palabra del libro designa en hebreo una pelusa. Lo que nada pesa y que se vuela al primer soplido, por lo tanto, una vanidad, una nada. Pero también es lo que escapa a nuestro intento: un porvenir incierto e ilusorio, o bien lo que no satisface al espíritu, y sobre lo cual nada se construye; es algo "desconcertante", que "no tiene sentido".
No hay nada nuevo bajo el sol. Los profetas veían el mundo dirigido por Yavé hacia un porvenir feliz y una reconciliación de la humanidad. Al contrario, en los otros pueblos se tenía la idea de que el mundo no hace más que repetir sin cesar los mismos acontecimientos, sucediéndose reinos, guerras, éxitos y fracasos. Para ellos, nada ocurría que fuera realmente nuevo y que pudiera dar a la humanidad el cumplimiento de sus deseos.
Con tales convicciones podría uno tratar de olvidar lo que pasa en un mundo donde todo es ilusión, pero no es ese el caso del Eclesiastés. Como todo buen judío, está arraigado firmemente en la realidad; vive en una época sin conflictos, pero también sin profetas y grandes esperanzas. En tales condiciones, lo sabio es rechazar las ilusiones del activismo.
Bajo el sol. Estas palabras se repetirán en el libro como un refrán: el hombre se afana y pasa como sombra, mientras que el sol permanece. El sol es como la figura de Dios que permanece y que sólo actúa «con miras a la eternidad» (3,14).
Mientras más se sabe, más se sufre. La misma inquietud está presente en el mundo de hoy. Los promotores de la ciencia afirmaron que el progreso iba a liberar al hombre de todo mal. Nuestro siglo ha perdido esa seguridad: el desarrollo no es un camino a la vida fácil, el hombre es esclavo de su cerebro y de su ciencia, obligado a asumir las consecuencias cada vez más terribles. No puede detenerse, pero no sabe adónde va.
2: [1] Y detesté todo el trabajo que me había dado. Otros van a gastar tdo aquello por lo cual se sacrificó. Pero entiende también que no ha ganado nada bajo el sol, nada que esté más allá de las cosas que mueren.
Allí se ve fácilmente la continua evasión de nuestra vida: siempre andamos a la carrera preparando una nueva etapa de la vida, más estable, más satisfactoria, y a lo mejor cuando jubilemos, no seremos capaces de evitar el aburrimiento. ¡Cuántos mueren después de obtener su jubilación porque ya no tienen una razón de luchar y de vivir!
Si la suerte del insensato es también la mía... (15). Este es el punto central de la crítica a la existencia humana. No sólo los israelitas sino también los hombres de todos los países han contado con la justicia divina, y siempre han viso sus manifestaciones en los acontecimientos grandes y pequeños. Pero esto sólo satisface un momento. El pueblo judío había sido trabajado por la palabra de Dios, pero los frutos todavía no aparecían: el libro del Eclesiastés, al igual que el de Job y que el de Sirac, es el testigo de una época que no se atrevía ni podía aún creer en la Resurrección.
Lucas 12:13-21
LA CODICIA. - LA PRODUCCION
[13] ¿Quién me ha nombrado juez o repartidor entre ustedes? Jesús no resuelve pleitos judiciales como hacían los maestros de la Ley, por el hecho de que la Ley decidía tanto sobre asuntos civiles como sobre cuestiones religiosas. Eso le permitió reservar su autoridad para lo esencial: desenmascarar la codicia que nos domina es más importante que examinar los derechos de cada uno.
Eviten con gran cuidado toda clase de codicia (15). No se trata de que vivamos resignados con la mediocridad o la miseria, de que estemos conformes con dormir diez personas en la misma pieza o marginados de la educación. Pues sabemos que todo esto impide el desarrollo de las personas conscientes de su dignidad y de su vocación divina. Toda la Biblia aspira a formar una comunidad humana auténtica, que no puede existir mientras unos pocos sean dueños de la riqueza, de la cultura y las responsabilidades.
Pero una cosa es buscar la justicia porque sin ella no hay paz ni comunión, y otra es fijarse en lo que tienen otros para compartir su codicia. Hoy pretendemos exigir la justicia, pero mañana solamente nos preocuparemos por tener más. Esta codicia nunca nos permitirá descansar y, desde ya, nos cierra la puerta del Reino.
No son sus posesiones las que le dan vida. Que tu preocupación por obtener lo que te falta no te haga descuidar lo que hoy te daría vida. Aquí deberíamos dejar la palabra a todos esos hermanos nuestros que, sumidos en la pobreza o la marginación, siguen siendo personas que viven, en el sentido más fuerte de la palabra; ¿debemos tener compasión de ellos, o bien hemos de contarlos entre los pocos que ya gozan del Reino de Dios?
Uno de los mayores obstáculos que se presenta en el esfuerzo por liberar a los pueblos es su propia codicia. El día que acepten participar en los grandes boicots y no se dejen dividir por las promesas en beneficio de tal o cual categoría, serán más fuertes que cualquier trust o mafia, y encontrarán la vida como pueblos.
¿Qué voy a hacer? El rico de la parábola proyectaba construir graneros más amplios para su solo beneficio, y Jesús lo condena. También nosotros debemos preguntarnos sobre lo quedeberíamos cambiar en nuestro comportamiento para que la economía permita una distribución mejor de las riquezas.
El que trabaja para Dios sabe encontrar su felicidad en el momento. Procura crear donde vive un tejido de relaciones sociales mediante las cuales cada uno da a los demás y recibe de ellos, en vez de ambicionar y conquistar las cosas en forma egoísta.
Colosenses 3:1-11
[1] Aquí encontramos lo que ya se dijo sobre el bautismo (2,12), que nos une a Cristo y nos hace participar de todas sus riquezas. Ya que Cristo desapareció de la tierra, nosotros también la dejamos: lo mejor de nuestra vida, lo que nos mueve a actuar no se ve y no es de la tierra. Sólo Dios conoce las riquezas del corazón del creyente, aun cuando su vida aparezca manchada por faltas y debilidades; un día Dios manifestará la bondad, la gloria que no vemos todavía (ver Mt 25,31-46).
[9] Ver Efesios 4,20-24, donde Pablo desarrolla la misma idea del hombre nuevo creado en Cristo, y de hombre viejo que hay que abandonar.
Mientras el hombre viejo es un egoísta, esclavizado por sus pasiones, el hombre nuevo se caracteriza por su actitud comunitaria, siempre preocupado por los demás. Y vive con el corazón agradecido.
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