domingo, 19 de septiembre de 2010

17º Domingo de Pentecostes: 19 de Septiembre de 2010



LECTURAS

Amos 8:4-7

4. A ustedes me dirijo, explotadores del pobre, que quisieran hacer desaparecer a los humildes.
5. Ahí están sus palabras: «¿Cuándo pasará la fiesta de la luna nueva, para que podamos vender nuestro trigo? Que pase el sábado, para que abramos nuestras bodegas, pues nos irá tan bien que venderemos hasta el desecho. Vamos a reducir la medida, aumentar los precios y falsear las balanzas.»
6. Ustedes juegan con la vida del pobre y del miserable tan sólo por algún dinero o por un par de sandalias.
7. Pero no, pues Yavé jura, por su Tierra Santa, que jamás ha de olvidar lo que ustedes hacen.

Salmo 113

1. ¡Aleluya! ¡Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor!
2. ¡Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre!
3. ¡De donde sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor!
4. ¡El Señor domina a todas las naciones, su gloria está por encima de los cielos!
5. ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que se sienta en las alturas, pero que se inclina para ver los cielos y la tierra?
7. Al pobre lo recoge desde el polvo, de la mugre retira al desvalido,
8. para darle un asiento entre los nobles, con los grandes de su pueblo.
9. Da un hogar a la mujer estéril, ahora feliz madre de sus hijos.

1era Carta a Timoteo 2:1-7

1. Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas;
2. por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad.
3. Esto es bueno y agrada a Dios, nuestro Salvador,
4. pues él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
5. Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,
6. que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatar a todos.
7. Este es el mensaje del que Dios me ha hecho predicador y apóstol - yo no miento y es pura verdad: enseño a las naciones en forma creíble y sin errores.

Evangélio según San Lucas 16:1-13

1. Jesús dijo también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador, y le vinieron a decir que estaba malgastando sus bienes.
2. Lo mandó llamar y le dijo: «¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no continuarás en ese cargo.»
3. El administrador se dijo: «¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza.
4. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa.»
5. Llamó uno por uno a los que tenían deudas con su patrón, y dijo al primero:
6. «¿Cuánto debes a mi patrón?» Le contestó: «Cien barriles de aceite.» Le dijo el administrador: «Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta.»
7. Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto le debes?» Contestó: «Cuatrocientos quintales de trigo.» Entonces le dijo: «Toma tu recibo y escribe trescientos.»
8. El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz.
9. Por eso les digo: Utilicen el sucio dinero para hacerse amigos, para que cuando les llegue a faltar, los reciban a ustedes en las viviendas eternas.
10. El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes y el que no ha sido honrado en las cosas mínimas, tampoco será honrado en las cosas importantes.
11. Por lo tanto, si ustedes no han sido dignos de confianza en manejar el sucio dinero, ¿quién les va a confiar los bienes verdaderos?
12. Y si no se han mostrado dignos de confianza con cosas ajenas, ¿quién les confiará los bienes que son realmente nuestros?
13. Ningún siervo puede servir a dos patrones, porque necesariamente odiará a uno y amará al otro o bien será fiel a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.

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