domingo, 31 de julio de 2011
Sermón y Lecturas del Domingo 31 de Julio de 2011
LECTURAS
Isaías 55: 1 – 5
VENGAN A TOMAR AGUA [1] A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que estén sin plata, vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar. [2] ¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan? Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitará con comidas exquisitas. [3] Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometido a David. [4] Mira, lo había puesto como un testigo para varios pueblos, como un jefe para mandar a las naciones. [5] Así tú ahora vas a llamar a una nación que no conocías, una nación que no te conocía correrá por verte. Esto será nada más que por Yavé, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha puesto arriba.
Mateo 14: 13-21
[13] Al conocer esa noticia, Jesús se alejó discretamente de allí en una barca y fue a un lugar despoblado. Pero la gente lo supo y en seguida lo siguieron por tierra desde sus pueblos. [14] Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y sanó a sus enfermos. [15] Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado, y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.» [16] Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer.» [17] Ellos respondieron: Aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados. [18] Jesús les dijo: «Tráiganmelos para acá.» [19] Y mandó a la gente que se sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos. Y los discípulos los daban a la gente. [20] Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos! [21] Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. JESÚS CAMINA SOBRE LAS AGUAS (MC 6,45; JN 6,16)
Romanos 9: 1-5
¿POR QUÉ NO HAN CREÍDO LOS JUDÍOS? [1] Quiero hablarles en Cristo; todo será verdad y no miento, tal como mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. [2] Siento una tristeza muy grande y una pena continua, [3] hasta el punto que desearía ser rechazado y alejado de Cristo en lugar de mis hermanos; me refiero a los de mi raza. [4] Ellos son los israelitas, a quienes Dios adoptó; entre ellos descansa su gloria con las alianzas, el don de la Ley, el culto y las promesas de Dios. [5] Suyos son los grandes antepasados, y Cristo es uno de ellos según la carne, el que como Dios está también por encima de todo. ¡Bendito sea por todos los siglos: Amén!
domingo, 24 de julio de 2011
Sermón y Lecturas del Domingo 24 de Julio de 2011
LECTURAS
1 Reyes 3:5-12
[5] Y en Gabaón se le apareció Yavé en sueños durante la noche, y le dijo: «Pídeme lo que quieras.» [6] Salomón respondió: «Tú has tenido gran amor a David, mi padre, ya que él te servía fielmente, como es debido y con sinceridad. También le has hecho un favor muy grande permitiendo que un hijo suyo le sucediera en el trono. [7] Ahora bien, Yavé, mi Dios, me ha hecho rey en lugar de David, pero no sé todavía conducirme; [8] soy muy joven para estar al frente del pueblo que has elegido, pueblo tan numeroso que no se puede contar. [9] Dame, pues, a mí, tu servidor, un espíritu atento, para gobernar bien a tu pueblo y para decidir entre lo bueno y lo malo, porque si no, ¿cómo podría gobernar este pueblo tan grande?» [10] A Yavé le gustó que Salomón le pidiese una cosa así. [11] Y le dijo: «No has pedido para ti una larga vida, ni has pedido riquezas, ni la muerte para tus enemigos, sino que has pedido inteligencia para gobernar con rectitud. [12] Por eso te concedo lo que pides; te doy sabiduría e inteligencia como nadie la tuvo antes de ti ni la tendrá después
Mateo 13: 31- 33, 44-52
[31] Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos: el grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. [32] Es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, se hace más grande que las plantas de huerto. Es como un árbol, de modo que las aves vienen a posarse en sus ramas.» [33] Jesús les contó otra parábola: «Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: la levadura que toma una mujer y la introduce en tres medidas de harina. Al final, toda la masa fermenta.» [34] Todo esto lo contó Jesús al pueblo en parábolas. No les decía nada sin usar parábolas, [35] de manera que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo. [36] Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.» [37] Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. [38] El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno. [39] El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. [40] Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. [41] El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal, [42] y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. [43] Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda. EL TESORO, LA PERLA Y LA RED [44] El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo. [45] Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: un comerciante que busca perlas finas. [46] Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene, y la compra. [47] Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha hechado al mar y que recoge peces de todas clases. [48] Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan, escogen los peces buenos y los echan en canastos, y tiran los que no sirven. [49] Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos, [50] y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.» [51] Preguntó Jesús: «¿Han entendido ustedes todas estas cosas?» Ellos le respondieron: «Sí.» [52] Entonces Jesús dijo: «Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.»
Romanos 8: 26 – 39
[26] Somos débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos. [27] Y Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende esas aspiraciones del Espíritu, pues el Espíritu quiere conseguir para los santos lo que es de Dios. ¿QUIÉN NOS PODRÁ APARTAR DEL AMOR DE DIOS? [28] También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado. [29] A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser como su Hijo y semejantes a él, a fin de que sea el primogénito en medio de numerosos hermanos. [30] Así, pues, a los que él eligió, los llamó; a los que llamó, los hizo justos y santos; a los que hizo justos y santos, les da la Gloria. [31] ¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? [32] Si ni siquiera perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos va a dar con él todo lo demás? [33] ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios mismo los declara justos. [34] ¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros? [35] ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? [36] Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. [37] Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó. [38] Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, [39] ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.
domingo, 17 de julio de 2011
Sermón y Lecturas del Domingo 17 de Julio de 2011
LECTURAS
Mateo 13:24-30, 36-43
[24] Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró buena semilla en su campo, [25] pero mientras la gente estaba durmiendo, vino su enemigo, sembró malas hierbas en medio del trigo, y se fue. [26] Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la maleza. [27] Entonces los trabajadores fueron a decirle al patrón: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, viene esa maleza?» [28] Respondió el patrón: «Eso es obra de un enemigo.» Los obreros le preguntaron: «¿Quieres que arranquemos la maleza?» [29] «No, dijo el patrón, pues al quitar la maleza, podrían arrancar también el trigo. [30] Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: Corten primero las malas hierbas, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechen el trigo y guárdenlo en mis bodegas.» EL GRANO DE MOSTAZA (MC 4,30; LC 13,18)
[36] Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.» [37] Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. [38] El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno. [39] El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. [40] Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. [41] El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal, [42] y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes. [43] Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda. EL TESORO, LA PERLA Y LA RED
Romanos 8: 12-25
[12] Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada. [13] Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán. [14] Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios. [15] Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá! [16] El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. [17] Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria. TAMBIÉN EL UNIVERSO ESPERA SU REDENCIÓN [18] Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse. [19] Algo entretiene la inquietud del universo, y es la esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son. [20] Pues si la creación se ve obligada a no lograr algo duradero, esto no viene de ella misma, sino de aquel que le impuso este destino. Pero le queda la esperanza; [21] porque el mundo creado también dejará de trabajar para que sea destruido, y compartirá la libertad y la gloria de los hijos de Dios. [22] Vemos que la creación entera gime y sufre dolores de parto. [23] Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo. [24] Estamos salvados, pero todo es esperanza. ¿Quieres ver lo que esperas? Ya no sería esperar; porque, ¿puedes esperar lo que ya ves? [25] Esperemos, pues, sin ver, y lo tendremos, si nos mantenemos firmes
Sabiduría 12:13, 16-19
[13].Fuera de ti, que te preocupas de todos, no hay otro Dios al que tengas que probarle que no actuaste injustamente.
[16].Tu fuerza es el fundamento de tu justicia; como eres el dueño de todas las cosas, puedes también perdonarlas.
[17].Muestras tu fuerza a los que ponen en duda tu poder absoluto; castigas la audacia de los que lo desafían. [18].Pero, aunque seas un Señor poderoso, juzgas con moderación y nos gobiernas con mucha paciencia, porque eres libre de intervenir cuando quieras.
[19].Al actuar así le has mostrado a tu pueblo que el justo debe amar a todos los hombres, y has dado a tus hijos esa dulce esperanza de que después del pecado les permites que se arrepientan.
domingo, 10 de julio de 2011
Sermón y Lecturas del Domingo 10 de Julio de 2011
LECTURAS
Isaías 55:10-13
10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer,
11 así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié.
12 Sí, con alegría saldréis, y en paz seréis traídos. Los montes y las colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo, y todos los árboles del campo batirán palmas.
13 En lugar del espino crecerá el ciprés, en lugar de la ortiga crecerá el mirto. Será para renombre de Yahvé, para señal eterna que no será borrada.
Mateo 13:1-9, 18-23
1 Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar.
2 Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera.
3 Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: "Salió un sembrador a sembrar.
4 Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
5 Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra;
6 pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron.
7 Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron.
8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
9 El que tenga oídos, que oiga."
18 "Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.
19 Sucede a todo el que oye la palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino.
20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la palabra, y al punto la recibe con alegría;
21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la palabra, sucumbe enseguida.
22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto.
23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la palabra y la entiende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta."
Romanos 8: 1-11
1 Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús.
2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
3 Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne,
4 a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.
5 Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual.
6 Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz,
7 ya que las tendencias de la carne llevan al odio de Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden;
8 así, los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece;
10 mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
domingo, 3 de julio de 2011
Sermón y Lecturas del Domingo 3 de Julio de 2011
LECTURAS
Zacarías 9:9-12
9 ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victoriosos, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de un asna.
10 El suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra.
11 En cuanto a ti, por la sangre de alianza yo libraré a tus cautivos de la fosa sin agua.
12 Vuelvan a la plaza fuerte, cautivos llenos de esperanza. Sí, hoy mismo lo declaro: yo te daré una doble compensación.
Romanos 7:15-25ª
15 Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco.
16 Pero si hago lo que no quiero, con eso reconozco que la Ley es buena.
17 Pero entonces, no soy yo quien hace eso, sino el pecado que reside en mí,
18 porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
19 Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
20 Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí.
21 De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal.
22 Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
23 pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
25 ¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi corazón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.
Mateo 11:16-19, 25-30
16 ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:
17 "¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!"
18 Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!".
19 Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores". Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras".
25 En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo (doy gracias, confieso), Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas (fuera del alcance de los) a los sabios y a los prudentes(entendidos) y haberlas revelado a los (niños) pequeños.
26 Sí, Padre, porque así lo has querido. (el beneplácito fue delante de ti)
27 Todo me ha sido dado (todas las cosas me fueron entregadas por el padre de mi) por mi Padre, y nadie conoce (plenamente) al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce (plenamente ) al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
28 Vengan ( hasta mi) a mí todos los que (trabajáis duramente) están afligidos y (habéis sido cargados) agobiados, y yo ( les daré reposo) los aliviaré.
29 Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí,(pues manso soy) porque soy paciente y humilde (pequeño) de corazón, y así encontrarán alivio. (y hallareis descanso para las almas de vosotros)
30 Porque mi yugo es suave y mi carga liviana. (ligera es)
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