domingo, 26 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 26 de Junio de 2011



LECTURAS

Jeremías 28:5-9

5 Dijo el profeta Jeremías al profeta Jananías, a vista de los sacerdotes y de todo el pueblo, que estaban parados en la Casa de Yahveh;
6 dijo, pues, el profeta Jeremías: «¡Amen! Así haga Yahveh. Confirme Yahveh las palabras que has profetizado, devolviendo de Babilonia a este lugar los objetos de la Casa de Yahveh, y a todos los deportados.
7 Pero, oye ahora esta palabra que pronunció a oídos tuyos y de todo el pueblo:
8 Profetas hubo antes de mí y de ti desde siempre, que profetizaron a muchos países y a grandes reinos la guerra, el mal y la peste.
9 Si un profeta profetiza la paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, se reconocerá que le había enviado Yahveh de verdad.»

Romanos 6: 12-23

12 No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus bajos deseos.
13 Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
14 Que el pecado no tenga más dominio sobre ustedes, ya que no están sometidos a la Ley, sino a la gracia.
15 ¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la Ley sino a la gracia? ¡De ninguna manera!
16 ¿No saben que al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia?
17 Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina, a al cual fueron confiados,
18 y ahora, liberados del pecado, han llegado a ser servidores de la justicia.
19 Voy a hablarles de una manera humana, teniendo en cuenta la debilidad natural de ustedes. Si antes entregaron sus miembros, haciéndolos esclavos de la impureza y del desorden hasta llegar a sus excesos, pónganlos ahora al servicio de la justicia para alcanzar la santidad.
20 Cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia.
21 Pero, ¿Qué provecho sacaron entonces de las obras que ahora los avergüenzan? El resultado de esas obras es la muerte.
22 Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la Vida eterna.
23 Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Mateo 10:24-39

24 El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.
25 Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa!
26 No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido.
27 Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.
28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.
29 ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.
30 Ustedes tienen contados todos sus cabellos.
31 No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.
32 Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.
33 Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres.
Mat 10:34 No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.
Mat 10:35 Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;
36 y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.
37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
38 El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará

domingo, 12 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 12 de Junio de 2011

LECTURAS

1 Cor 12: 3b- 13

3b nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino movido por el Espíritu Santo.
4 Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; 5 diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; 6 diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común.
8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; 10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas.
11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.
12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Hechos 2:1-21

1 Al llegar el día de pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. 2 De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; 4 se llenaron todos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. 5 Residían en Jerusalén hombres piadosos, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Estupefactos y admirados decían: "¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? 8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa: 9 Partos, medos y elamitas; los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, 10 Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene; los romanos residentes aquí, 11 tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios?
12 Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: "¿Qué significa esto?" 13 Otros, en cambio, decían riéndose: "¡Están llenos de mosto!"
14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó la voz y les dijo: "Judíos y todos los que vivís en Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras: 15 Éstos no están borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, 16 sino que es lo que dijo el profeta: 17 Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. 18 Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. 19 Haré prodigios arriba en el cielo y signos abajo en la tierra.
20 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.

Juan 20:19-23

19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros."
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío."
22 Dicho esto, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

domingo, 5 de junio de 2011

Sermón y Lecturas del Domingo 5 de Junio de 2011



LECTURAS

Efesios 1:15-23

15 Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor
Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos, 16 no ceso
de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, 17 para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os
conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle
perfectamente; 18 iluminando los ojos de vuestro corazón para que
conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él;
cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos,
19 y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los
creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, 20 que
desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole
a su diestra en los cielos, 21 por encima de todo principado,
potestad, virtud, dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo
en este mundo sino también en el venidero.
22 Sometió todo bajo sus pies y le constituyó cabeza suprema de la
Iglesia, 23 que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo.

Hechos 1:1-11

1 El primer libro lo dediqué, Teófilo, a todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el principio 2 hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue levantado a lo alto. 3 A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles pruebas de que vivía, dejándose ver de ellos durante cuarenta días y hablándoles del Reino de Dios. 4 Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: "No os vayáis de Jerusalén, sino aguardad la Promesa del Padre, que oísteis de mí: 5 Porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de pocos días." 6 Ellos, en cambio, habiéndose reunido, le preguntaron: "Señor, ¿es en este momento cuando le vas a restablecer el Reino a Israel?" 7 Él les contestó: "No es cosa vuestra conocer el tiempo y el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 8 al contrario, vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra". 9 Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. 10 Como ellos estuvieran mirando fijamente al cielo mientras él se iba, se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco 11 que les dijeron: "Galileos, ¿por qué permanecéis mirando al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado al cielo, volverá así tal como le habéis visto marchar al cielo".

Lucas 24:44-53

44 Después les dijo: "Éstas son aquellas palabras mías que os dije cuando todavía estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."
45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo: "Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.
48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 "Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto." 50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. 53 Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.